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Todas tenemos puntos fuertes en nuestra figura que merecen ser destacados, pero no siempre sabemos cómo hacerlo.
Los orgasmos vaginales y de clítoris son sensaciones separadas, como asevera un nuevo estudio publicado el ‘Journal of Sexual Medicine’.
Pero no te obsesiones con la fuente de su placer, deberías probar cosas nuevas.
Al margen del vídeo, que es bastante didáctico, aquí van las cinco posturas que seguramente no hayas llevado a cabo.
Y que pueden ayudarte a hacerla feliz combinando ambas fuentes de placer o buscando el punto G.
Piernas sobre los hombros
El propio nombre de esta postura deja claro cómo debe hacerse. Mientras ella está boca arriba, pídele que suba las piernas sobre tus hombros. El ángulo de su cuerpo debe ser de aproximadamente 90 grados.El movimiento de las piernas sobre los hombros debe considerarse un elemento básico, ya que permite una penetración vaginal profunda. Si esta postura no la hace reaccionar intenta agarrarle el trasero e inclinar la pelvis hacia arriba, ligeramente hacia ti. Como siempre, pregúntale cómo se siente más cómoda; un pequeño ajuste puede ser la diferencia entre no tener orgasmos y disfrutaerlos en cuestión de minutos.
El puente de Londres
Cómo funciona: la mujer se acuesta boca arriba con las piernas dobladas y en el aire. Estas extremidades deben estar un poco separadas a la altura de los hombros de él, al tiempo que la chica se agarra las plantas de los pies con las manos. Si tu pareja hace yoga apreciará llevar esta práctica a la cama e, incluso si no le gusta, apreciará el orgasmo. Esta postura te permite alcanzar todos sus ángulos mientras está boca arriba. También es una posición ideal si quieres involucrar a su clítoris. Con una mano puede estimular su clítoris y con la otra puedes ayudarla a aguantar en esta posición.
Vista al frente
Pues realizar esta postura de dos formas, pero con el mismo resultado. La chica puede colocarse como aparece en la imagen o al borde de la cama, pero siempre a cuatro patas. Mientras te pones detrás de ella, haz que arquee la espalda para que levante su trasero hacia arriba. Con las piernas más alejadas, usa los muslos para apretar las rodillas, lo que consigue que la vagina se contraiga alrededor del pene. Esta posición es ideal para la estimulación del punto G y también le brinda una excelente vista de sus curvas.
Duplica el placer
Acuéstate boca arriba y dobla una de tus piernas, manteniendo la otra estirada. Haga que se coloque a horcajadas sobre la pierna elevada con un muslo a cada lado y luego se baje sobre tu miembro para que su espalda quede hacia ti. A partir de aquí, debes sostener tu rodilla y usarla como apoyo mientras te balanceas hacia arriba y hacia abajo. Levantar la rodilla le permite restregarse contra el muslo, lo que produce una estimulación óptima del clítoris, apunta la especialista.
La mesa de café
Ella debe acostarse boca abajo en la cama con las rodillas ligeramente dobladas y las caderas ligeramente levantadas. Para mayor comodidad y aumentar el ángulo de sus caderas, puedes sugerirle colocar una almohada debajo de sus abdominales inferiores. Desde aquí, entra en ella desde atrás y mantén tu propio peso apoyándote con los brazos. Esta posición crea una sincronización perfecta, que intensifica su placer al parecer tu miembro más grande.
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