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LAS COSAS DE LA REALEZA

Los 5 misterios de la reina Isabel II de Inglaterra desvelados por su mayor confidente

'La otra cara de la moneda', al descubierto

Carla Calvo Actualizado: 08 Sep 2022 - 17:35 CET
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Mary Angela Kelly, trabajadora de ropa británica, fue, durante muchos años, la modista de Isabel II de Inglaterra. Durante aquel tiempo, forjaron una duradera amistad en la que, como en cualquier otra, compartieron secretos y confidencias.

Ahora, podemos acceder a ciertas curiosidades gracias a ‘The Other Side of the Coin: The Queen, the Dresser and the Wardrobe’ (‘La otra cara de la moneda’), el libro que ha escrito Kelly desde su cercana perspectiva a la monarca.

«La reina le ha dado personalmente a Angela su bendición para compartir su vínculo incomparable con el mundo», dicta un texto de promoción del ejemplar.

Fue la revista Hello! la encargada de difundir un compendio de la publicación:

«La reina tiene muy poco tiempo para sí misma y no tiene tiempo para probarse sus propios zapatos, y como calzamos el mismo número, tiene más sentido de esta manera», escribe Kelly.

«Le pregunté si le gustaría decir: ‘Buenas tardes, James’ o ‘Buenas noches, señor Bond’, y ella eligió la segunda, conociendo las películas de Bond. En cuestión de minutos, estaba dándole las buenas noticias -al director Danny Boyle-. Creo que casi se cae de su silla cuando le dije que el único requisito de la reina era que ella pudiera pronunciar esa frase icónica de ‘Buenas noches, señor Bond'», relata.

«Acordamos que las apuestas por el color del sombrero de la reina tuvieran una hora de cierre, para evitar cualquier trampa».

«Fue un instinto natural para la reina mostrar afecto y respeto por otra gran mujer, y realmente no hay un protocolo que deba cumplirse (…) Cuando se siente cariño, realmente se trata de bondad humana y esto es algo que la reina siempre acogerá cálidamente. Cualquiera que esté cerca de su majestad no es una amenaza y ciertamente es de confianza», explica.

«Colocamos cada pieza de encaje en un tazón pequeño, lleno de agua fría y una bolsita de té y lo dejamos durante unos cinco minutos, verificando regularmente hasta que el color quedara perfecto».

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