Hace casi seis meses desde que la periodista Ana Rosa Quintana desvelaba en su programa que le habían detectado un carcinoma de pecho. Con una actitud positiva y haciendo gala de la fuerza que siempre le ha caracterizado, la presentadora explicaba que se apartaba temporalmente de la pequeña pantalla para centrarse en su tratamiento contra el cáncer y en su recuperación.
Desde entonces fueron muy pocas las ocasiones en las que se dejó ver. Aunque, en todo momento, sí hemos sabido cuál era su estado de salud gracias a sus compañeros, quienes a menudo informan de que Ana Rosa se encuentra muy bien y cada vez queda menos para que regrese al trabajo.
En su última publicación en Instagram -hace seis semanas – la periodista confesaba que, tras cuatro meses de tratamiento, estaba «muy bien», pero «rabiosa» por todos los hechos históricos que se estaba perdiendo en el programa. «Trabajando la paciencia y agradecida por tanto cariño» manifestó y reveló, además, que en esta nueva etapa de su vida había dicho «hola a verduras y frutas, a lo natural y ecológico», y «adiós al azúcar, todo lo procesado, las grasas y el alcohol». «Alimentarse bien y hacer ejercicio funciona» aseguraba con una sonrisa, reflejo de que su recuperación avanza por buen camino.
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El 6 de abril de 2022, Ana Rosa reaparece con un aspecto físico de lo más brillante. De hecho, la periodista desvela la importancia que el ejercicio físico, concretamente el yoga, ha tenido para ella durante estos meses. Así, la periodista comparte en su cuenta de Instagram una publicación de Carmen Cánovas, su instructora en esta disciplina:
«Ana y yo nos conocemos y practicamos yoga desde hace ya años. Cuando la diagnosticaron, lejos de abandonar la práctica y después de consultar con su oncólogo, decidió continuar. Estos procesos, son procesos duros física y emocionalmente así es que hemos ido adaptando la práctica según las necesidades del momento«.
Estas son las palabras de Cánovas, quien asegura que la práctica de esta disciplina es «nutritiva e hidratante para el alma y una gran ayuda mejorando varios aspectos de la calidad de vida». Y añade:
«Hemos trabajado fuerza, equilibrio, respiraciones, reducido los niveles de cortisol, mejorado el descanso, etcétera. Han sido tiempos de acompañar desde el corazón y de coger la mano para dar aliento«.
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La instructora concluye:
«Hoy sólo puedo decir que estoy muy orgullosa de ella, de su trabajo y perseverancia, de su esfuerzo, de sus ganas de luchar contra la enfermedad, de sus ganas de vivir, siempre con una sonrisa. Escuchando su cuerpo de una manera más consciente, trabajando la energía con sensibilidad y respeto».
Unas preciosas palabras a las que la presentadora responde agradeciendo a Cánovas por enseñarle a amar el yoga estos meses y agregando:
«Es un ejercicio físico intenso, bueno para el alma y para el cuerpo».
Y, como muestra de su recuperación, una fotografía en la que la periodista, radiante y con un aspecto estupendo, está practicando esta disciplina que tanto le ha ayudado a recorrer un camino duro que, esperemos, pronto llegue a su fin.
