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Espantoso.
La colisión aérea este 29 de enero de 2025 quedará grabada en la memoria colectiva como uno de los accidentes más trágicos en la historia reciente de la aviación estadounidense.
En la noche del miércoles, el cielo de Washington D.C. se convirtió en escenario de una tragedia sin precedentes cuando el vuelo 5342 de American Airlines, operado por PSA Airlines, colisionó en el aire con un helicóptero Black Hawk del Ejército de Estados Unidos.
El accidente, que ocurrió cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, ha dejado a la nación en estado de conmoción mientras los equipos de rescate luchan contra el tiempo y las bajas temperaturas en busca de supervivientes.
El avión, un Bombardier CRJ700, transportaba 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación en su ruta desde Wichita, Kansas, hacia la capital estadounidense.
Por su parte, el helicóptero militar llevaba a bordo tres soldados. La colisión se produjo alrededor de las 21:00 horas, hora local, cuando el avión se aproximaba a la pista 33 del aeropuerto.
Cronología del desastre
Según informes preliminares de la Administración Federal de Aviación (FAA), el vuelo 5342 estaba en su aproximación final cuando se produjo el choque con el helicóptero Black Hawk. Testigos presenciales describieron una bola de fuego en el cielo, seguida de la caída de ambas aeronaves al río Potomac.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente. Una de las principales incógnitas es cómo pudo producirse una colisión en un espacio aéreo tan controlado y cercano a lugares emblemáticos como la Casa Blanca, el Capitolio y el Pentágono.
Inmediatamente después del accidente, se desplegó una masiva operación de búsqueda y rescate en el río Potomac. Equipos de la Policía Metropolitana de D.C., el Departamento de Bomberos y Servicios Médicos de Emergencia del Distrito de Columbia, y la Guardia Costera se movilizaron rápidamente al lugar del siniestro.
UPDATE 🇺🇸: AA American Airlines CRJ-700 plane with 60 passengers and 4 crew members collided midair with a UH-60 Blackhawk Military helicopter near Reagan National Airport. The helicopter was on a training mission with 3 soldiers aboard. Rescue operations are underway in the… pic.twitter.com/93GS4nINFp
— Captain Kipkorir 🇰🇪 (@CaptainKipkorir) January 30, 2025
Las bajas temperaturas del agua, que rondaban los 2°C, han complicado significativamente las labores de rescate. Hasta el momento, no se han confirmado supervivientes, aunque fuentes cercanas a la operación han informado que se han recuperado varios cuerpos sin vida del río.
El presidente Donald Trump fue informado del accidente poco después de que ocurriera. En un comunicado, expresó: «He sido completamente informado sobre este terrible accidente. Que Dios bendiga sus almas. Gracias por el increíble trabajo que están realizando nuestros equipos de primera respuesta».
Por su parte, el gobernador de Maryland, Wes Moore, elevó el nivel de alerta del Centro de Operaciones de Emergencia del estado a «Mejorado» para apoyar las operaciones de rescate. El gobernador de Kansas, Laura Kelly, también se pronunció, manifestando estar en contacto con las autoridades y pidiendo oraciones para los afectados.
Impacto en las operaciones aeroportuarias
El Aeropuerto Nacional Ronald Reagan suspendió todas las operaciones de despegue y aterrizaje inmediatamente después del incidente. Los vuelos fueron desviados a los aeropuertos internacionales de Baltimore-Washington y Dulles. Se espera que las operaciones normales se reanuden en las próximas 48 horas, una vez que se complete la fase inicial de la investigación.
Preguntas sin respuesta
A medida que avanza la investigación, surgen numerosas interrogantes:
- ¿Cómo pudo producirse una colisión en un espacio aéreo tan controlado?
- ¿Funcionaban correctamente los sistemas de comunicación y alerta de ambas aeronaves?
- ¿Qué papel jugaron las condiciones meteorológicas en el accidente?
- ¿Por qué el helicóptero militar se encontraba en esa zona en ese momento?
Este trágico suceso reaviva el debate sobre la seguridad en el espacio aéreo de Washington D.C., considerado uno de los más restringidos y vigilados del mundo. El último accidente fatal en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan se remonta al 13 de enero de 1982, cuando el vuelo 90 de Air Florida se estrelló contra el puente de la 14th Street, cobrando la vida de 78 personas.
El accidente podría tener repercusiones significativas en la industria de la aviación comercial y militar. American Airlines y PSA Airlines enfrentarán un intenso escrutinio en los próximos meses, mientras que el Ejército de Estados Unidos deberá revisar sus protocolos de vuelo en áreas urbanas.
Los expertos en aviación coinciden en que este incidente podría llevar a una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad aérea en zonas urbanas densamente pobladas. Se espera que la NTSB emita un informe preliminar en las próximas semanas, aunque la investigación completa podría llevar meses o incluso años.