Recuperan en Sóller (Mallorca) los cadáveres del piloto estadounidense y su hijo caer al mar su avioneta

La tarde del pasado sábado se tiñó de luto en Mallorca tras confirmarse la recuperación de los cuerpos del piloto estadounidense y su hijo de 13 años, víctimas mortales del accidente de avioneta acaecido frente al faro del puerto de Sóller.

La noticia ha impactado tanto a la comunidad local como a la aviación privada europea, dado el perfil experimentado del fallecido y las circunstancias en que se produjo la tragedia.

El suceso tuvo lugar alrededor de las 20:00 horas, cuando una avioneta acrobática biplaza Harmon Rocket, con matrícula estadounidense, se precipitó al mar a escasos 100 metros de la costa, en una zona frecuentada por embarcaciones y con una profundidad aproximada de 30 metros.

Testigos presenciales y navegantes cercanos alertaron inmediatamente a los servicios de emergencia, lo que permitió activar un amplio dispositivo de búsqueda en tiempo récord.

El operativo: coordinación y tecnología para una búsqueda compleja

Desde el primer aviso recibido por el 112 Baleares a las 20:07 horas, se movilizaron todos los recursos disponibles. El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil lideró las labores submarinas, respaldado por Salvamento Marítimo, la Armada, el Ejército del Aire y efectivos de Bomberos. Se estableció un puesto avanzado en la base militar del puerto de Sóller, desde donde se coordinó el rastreo tanto marítimo como aéreo.

Durante la noche del sábado y madrugada del domingo, los equipos peinaron la zona buscando restos flotantes o señales que facilitaran la localización exacta del fuselaje. Finalmente, alrededor de las 13:00 horas del domingo, los buzos especializados lograron recuperar los cuerpos del piloto y su hijo en el interior de la cabina sumergida. Ambos fueron trasladados al Puerto de Sóller y puestos a disposición del Instituto Anatómico Forense para practicarles la autopsia correspondiente.

Perfil del piloto: experiencia militar y pasión por el vuelo acrobático

La identidad del piloto añade una dimensión especial al caso. Se trataba de un hombre estadounidense de 60 años con una dilatada trayectoria en la aviación militar. Exmilitar con experiencia en cazas embarcados —entre ellos los modelos F-14 y F-18— había servido en portaaviones antes de desarrollar una carrera civil como piloto comercial en Alemania, país donde residía habitualmente. Mallorca era su segundo hogar; allí tenía una residencia vacacional desde la que solía disfrutar del vuelo acrobático junto a su hijo adolescente.

Entre las anécdotas que trascendieron estos días destacan:

• Solía realizar maniobras acrobáticas sobre la isla, siendo una figura conocida entre los vecinos y aficionados locales.
• Su avioneta Harmon Rocket era un modelo biplaza preparado para exhibiciones con velocidades superiores a los 300 km/h.
• Aprovechaba sus estancias estivales para volar junto a su hijo, compartiendo así su pasión familiar por la aviación.

El menor, también aficionado al vuelo gracias a su padre, acompañaba habitualmente en estos trayectos no comerciales.

Circunstancias del accidente: maniobras acrobáticas previas

Según testimonios recogidos in situ, minutos antes del siniestro varios presentes grabaron cómo la aeronave ejecutaba maniobras acrobáticas cerca de la superficie marina. Se observaron ascensos verticales y caídas controladas que rozaban el agua —prácticas habituales para este tipo de aeronaves deportivas— hasta que finalmente se produjo el impacto fatal.

El despegue inicial tuvo lugar sobre las 18:00 horas desde el aeródromo mallorquín de Binissalem. La investigación abierta por la Guardia Civil tratará ahora de esclarecer si se produjo algún fallo técnico o un error humano durante las maniobras acrobáticas previas al accidente. El entorno marítimo cercano al puerto es conocido por ser muy transitado durante el verano, lo que incrementó la rapidez en las alertas pero también supuso un desafío logístico para los rescatadores debido a la profundidad y condiciones cambiantes bajo el agua.

Repercusión social y reacción institucional

El accidente ha causado conmoción entre residentes y turistas habituales. La comunidad local conocía al piloto por sus vuelos frecuentes sobre Mallorca y ha expresado su pesar ante una pérdida doblemente trágica por tratarse también de un menor.

Las autoridades han destacado:

• La eficacia y coordinación ejemplar entre Guardia Civil, Salvamento Marítimo, Armada, Ejército del Aire y Bomberos.
• La importancia vital de los testigos presenciales para activar rápidamente el protocolo de emergencias.
• La sensibilidad especial mostrada durante todo el proceso ante el carácter familiar y turístico del entorno afectado.

Datos técnicos relevantes

A modo orientativo para entender mejor el contexto técnico:

La tragedia ha puesto nuevamente sobre la mesa los riesgos asociados a las exhibiciones aéreas privadas y ha reabierto debates sobre la seguridad en vuelos recreativos cercanos a zonas costeras densamente transitadas. La investigación judicial sigue abierta para determinar con exactitud qué falló durante aquella tarde fatídica.