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LA CRISIS PSICOLÓGICA EN LAS FUERZAS DE SEGURIDAD

Luto y alarma en la Policía Nacional: tres suicidios en un solo día reavivan el debate sobre la salud mental

Tres agentes de la Policía Nacional se suicidaron el lunes en Madrid, Jaén y Canarias, elevando a diez los casos en 2025 y generando un profundo debate sobre salud mental y apoyo institucional

Periodista Digital 04 Sep 2025 - 10:40 CET
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La jornada del 1 de septiembre quedará marcada como uno de los días más trágicos en la historia reciente de la Policía Nacional. Tres agentes —destinados en Madrid, Jaén y Las Palmas de Gran Canaria— decidieron poner fin a sus vidas en apenas unas horas, sacudiendo a un colectivo que ya arrastraba nueve muertes por suicidio en lo que va de año. Este suceso ha destapado una crisis silenciosa que muchos dentro del cuerpo consideran ya insostenible.

Las asociaciones sindicales, especialmente Jupol, han alzado la voz exigiendo una respuesta inmediata del Ministerio del Interior y de la Dirección General de la Policía. Reclaman más psicólogos, protocolos eficaces y formación específica para abordar una situación que, lejos de mejorar, parece agravarse con el tiempo.

La presión psicológica que afrontan los agentes se evidencia en cifras alarmantes. Según datos recientes, entre 20 y 30 miembros de las fuerzas de seguridad ponen fin a sus vidas cada año en España, una tasa que triplica la media nacional. La exposición constante a situaciones de riesgo, el estrés acumulado y la falta de reconocimiento institucional son factores recurrentes en los testimonios recogidos tras estas tragedias.

El sindicato mayoritario subraya que “la salud mental de los policías nacionales es una cuestión de máxima urgencia”. Los agentes conviven con una carga emocional para la que no han sido específicamente preparados: intervenciones traumáticas, violencia, presión social y laboral… Todo ello conforma un cóctel peligroso que puede derivar en problemas crónicos como ansiedad, depresión o trastorno por estrés postraumático (TEPT).

El acceso a las armas: un factor de riesgo añadido

Uno de los aspectos más preocupantes es el fácil acceso a armas reglamentarias. Según estudios citados por expertos, hasta el 86% de los suicidios policiales se cometen con armas de fuego. El perfil más vulnerable es el del agente veterano, con más de 18 años de servicio y una trayectoria marcada por situaciones límite no tratadas adecuadamente a nivel psicológico. La inmediatez y letalidad del método agravan la problemática frente a otros colectivos.

El estigma del sufrimiento silencioso

La cultura policial tradicionalmente ha penalizado mostrar debilidad o solicitar ayuda. Muchos agentes prefieren soportar el dolor psicológico antes que acudir a los servicios disponibles por miedo al estigma o a posibles repercusiones laborales. Las asociaciones denuncian que este tabú perpetúa el sufrimiento y dificulta la detección temprana.

Recursos disponibles: ¿insuficientes?

A día de hoy, 4 de septiembre de 2025, existen teléfonos específicos como el gestionado por el Equipo de Intervención Psicosocial (91 582 10 43) y líneas confidenciales promovidas por sindicatos como Jupol. Sin embargo, desde estas organizaciones insisten en que “los recursos actuales son un parche insuficiente para una herida que no para de crecer”. Con casi 75.000 agentes en plantilla, la dotación psicológica sigue siendo muy limitada.

El Ministerio del Interior asegura estar elaborando un plan estatal específico para la prevención del suicidio, aunque sindicatos y expertos critican su lentitud frente a una emergencia diaria.

La pandemia invisible: salud mental en el siglo XXI

La Organización Mundial de la Salud ya califica los problemas mentales como la pandemia del siglo XXI. En España se registraron más de 4.200 suicidios en 2022; tres cuartas partes eran hombres. Aunque en términos generales las cifras han disminuido ligeramente según los últimos informes oficiales, sigue sin existir un plan nacional plenamente operativo para combatir esta lacra.

Las fuerzas policiales viven además una doble victimización: sufren las consecuencias directas del trauma laboral y al mismo tiempo deben gestionar su impacto emocional sin apenas apoyo externo. Intervenciones en desastres naturales recientes —como las inundaciones en Valencia— han puesto aún más presión sobre unos profesionales ya al límite.

Sindicatos versus administración: exigencia de cambios reales

Los sindicatos policiales llevan años reclamando:

El próximo 10 de septiembre se celebrará el Día Mundial para la Prevención del Suicidio; muchos consideran que es momento clave para forzar avances tangibles.

Perfil del policía nacional ante el riesgo

El agente tipo afectado suele ser varón, con experiencia profesional extensa y antecedentes recientes de intervenciones complejas o conflictos personales no resueltos. La soledad percibida dentro del cuerpo aumenta cuando se añade al aislamiento social fuera del trabajo.

Curiosidades y anécdotas:

El drama vivido este lunes ha reabierto viejas heridas pero también impulsa una conversación urgente sobre prevención realista y apoyo integral. Muchas voces dentro y fuera del cuerpo coinciden: si no se atiende ahora esta emergencia psicológica, el precio humano seguirá siendo inasumible.

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