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El miserable se llama Charles Mwesigwa

La BBC da el nombre del ‘Gran Proxeneta’ y destapa una siniestra red de tráfico de mujeres para fiestas sexuales ‘degradantes’ en Dubái

Un reportaje destapa la estructura de explotación sexual que opera en los barrios exclusivos de Dubái y el perfil de su líder

Periodista Digital 18 Sep 2025 - 17:00 CET
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En los últimos días, la investigación de la BBC ha sacudido los cimientos de la imagen reluciente de Dubái.

Bajo los focos de la opulencia y la ostentación, los distritos más exclusivos de la ciudad han sido el escenario de una red internacional de tráfico de mujeres.

La pieza clave de esta organización es un miserable llamado Charles Mwesigwa.

Este sujeto siniestro dirige la captación, traslado y explotación sexual de mujeres jóvenes, mayoritariamente extranjeras, con promesas de dinero fácil y lujo, para luego someterlas a abusos y actos degradantes en fiestas privadas.

A día de hoy, 18 de septiembre de 2025, la investigación de la BBC ha provocado una oleada de reacciones en la opinión pública internacional.

Organizaciones de derechos humanos reclaman una mayor protección para las víctimas y una revisión de las leyes migratorias y laborales en el millonario emirato petrolero.

La policía local, bajo presión mediática, ha prometido intensificar los controles en agencias de modelos y reforzar la vigilancia, aunque persisten las dudas sobre la efectividad de estas medidas dada la magnitud del problema y la connivencia de ciertos sectores del poder.

Las secuelas para las víctimas van más allá de lo físico: muchas sufren estrés postraumático, depresión y dificultades para rehacer su vida, atrapadas en un círculo de miedo y estigmatización.

El caso pone de manifiesto los riesgos de la globalización de la prostitución y la explotación sexual, especialmente en contextos donde el dinero y la apariencia de lujo sirven de cortina para ocultar realidades tan crudas como inaceptables.

La investigación continúa y, mientras tanto, la imagen de Dubái como paraíso del lujo queda irremediablemente empañada por el eco de estas historias de abuso y explotación.

El modus operandi: captación y manipulación

El funcionamiento de esta red es meticuloso. Las víctimas, en su mayoría mujeres jóvenes de Europa del Este y Rusia, son contactadas a través de redes sociales o agencias de modelos.

Se les ofrece viajar a Dubái con la promesa de asistir a eventos exclusivos o trabajar como acompañantes de lujo.

Al llegar, las cosas cambian drásticamente: les retiran el pasaporte, les restringen la comunicación y son obligadas a participar en fiestas privadas donde sufren abusos sexuales y vejaciones extremas.

Estas fiestas, conocidas como Porta Potty, han sido documentadas con testimonios de víctimas.

Influencers y modelos, muchas veces con presencia en OnlyFans o plataformas similares, son seleccionadas para participar a cambio de sumas que pueden superar los 50.000 dólares por noche. Sin embargo, lo que encuentran es una realidad de violencia, humillación y sometimiento.

Los abusos incluyen prácticas sexuales extremas y degradantes, como ser utilizadas como “baños portátiles” por millonarios y jeques, lo que añade un matiz de brutalidad y deshumanización al relato.

El perfil del líder: discreción, poder y ausencia de escrúpulos

El hombre al frente de la red operaba con un perfil bajo, alejado de la ostentación pública, pero con contactos sólidos en el mundo del lujo y el ocio nocturno de Dubái. Según la investigación de la BBC, era responsable tanto de la captación como de la logística y la coerción. Su círculo de confianza incluía intermediarios que se encargaban de identificar a potenciales víctimas, organizar su traslado y asegurar la discreción de las fiestas. La investigación periodística destaca su habilidad para moverse entre la legalidad y la ilegalidad, aprovechando vacíos normativos y la falta de protección para las víctimas extranjeras en los Emiratos Árabes Unidos.

Testimonios y secuelas: el caso de María Kovalchuk

Uno de los testimonios más estremecedores es el de la modelo ucraniana María Kovalchuk, de 20 años. Tras aceptar una invitación para asistir a una fiesta en Dubái, desapareció durante varios días. Fue hallada con fracturas en brazos, piernas y columna, incapaz de hablar y con claras señales de haber sido víctima de una red de esclavitud sexual. Su familia denunció que fue engañada y posteriormente abandonada tras los abusos, un caso que ilustra la brutalidad de estas redes y la vulnerabilidad de las víctimas.

El fenómeno “Porta Potty”: realidad, mito y redes sociales

El término Porta Potty surgió en redes sociales en 2022 a raíz de testimonios anónimos y rumores sobre fiestas privadas en Dubái donde las mujeres, a cambio de dinero, aceptaban ser sometidas a humillaciones extremas. Aunque algunos aspectos han sido exagerados en foros y vídeos virales, la investigación periodística confirma que la explotación y los abusos son reales y sistemáticos, sostenidos por la impunidad y el silencio cómplice de quienes participan o se benefician del negocio.

Anécdotas y curiosidades sobre el líder de la red

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