Monasterios
EL CIPRÉS DE SILOS EN EL SIGLO XXI
Hace un par de años escribí este nuevo poema sobre un tema clásico, lo mandé al monasterio de Silos por correo electrónico y su abad tuvo la amabilidad de contestarme que «lo iban a guardar en el archivo del monasterio como oro en paño»
Hontanar de verdor que entre ramas densas subes
y tus hojas perennes hacia la altura extiendes,
raíces verticales socavas e igual tiendes
del centro de la tierra hasta el alcor de las nubes.
Manantial de altitud que en arista lo pretendes:
salir por pies, por alas, del claustro en que te incubes
y visitar en cielo, cima y cumbre a querubes
que ofician encender las llamas de estrellas duendes.
Pirámide delgada de glauco ángulo y porte
que por el día atraes lumbre en ojos por verte
y a la noche te elevas, picacho, al cielo norte…
La lanza de tu punta, arpón es que, en sí, ya acierte
a prender los luceros de lo oscuro: resorte
vegetal que ama Silos y de este modo le alerte
que al llegar de la noche luz hay. No es total muerte
la de quien en la fe sabe buscarse mechas y pabilos.
Mientras, los monjes siguen guardando el grano en Silos
de códices y cánticos, como escalinata y lámpara más fuerte,
hacia donde se quiere que la vida otra vez despierte.
Prodigio del fervor y la esperanza,
erguido en las riberas del Arlanza.
Ciprés de flora de un único filo.
Río de aguas que afluyen con sigilo.
El uno, vertical celeste lanza.
El otro, plano que al Pisuerga avanza.
https://www.youtube.com/watch?v=HdKSZzegNN0
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