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MÚSICA Y CULTURA SE FUSIONAN EN KAZAJISTÁN

Backstreet Boys y la fiesta viral en Astana: flash mob, tradición kazaja y récords inesperados

Un flash mob con danzas kazajas y la llegada de fans de 45 países marcan el paso de los Backstreet Boys por Astana

Periodista Digital 23 Sep 2025 - 17:34 CET
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Nadie, ni el más ferviente seguidor de los Backstreet Boys, podía imaginar lo que sucedería el 22 de septiembre de 2025 en el aeropuerto de Astana.

Lo que comenzó como una llegada común de una banda internacional se transformó en un espectáculo sin igual: treinta bailarines profesionales, disfrazados de personal del aeropuerto y viajeros, sorprendieron a los músicos con un flash mob coreografiado al compás de Everybody (Backstreet’s Back).

Lo realmente asombroso fue la mezcla entre los pasos emblemáticos del grupo y elementos de danzas tradicionales kazajas, un guiño cultural que desató la emoción tanto entre los artistas como entre los presentes.

La reacción fue inmediata: primero se respiró asombro, luego sonrisas y, por último, móviles alzados para inmortalizar el momento. Nick Carter lo describió como “el encuentro más emocionante de mi carrera”. No tardaron en unirse al baile, cantando junto a sus fans y abrazando la cultura local desde el primer instante.

Astana Arena: más de 12.000 fans de 45 países y un mar de blanco

Al día siguiente, la cita era en el Astana Arena. Más de 30.000 personas se dieron cita, incluyendo 12.000 procedentes de 45 naciones diferentes, llenando el estadio con un código de vestimenta Total White que creaba un ambiente visualmente impactante y repleto de energía. El grupo, agradecido y sorprendido por la cálida acogida, no dudó en ofrecer su gratitud en kazajo y recibir regalos tradicionales tales como flores y túnicas bordadas, símbolos de respeto y hospitalidad.

El repertorio incluyó éxitos de las décadas del 90 y 2000, siendo coreados sin cesar por un público tan diverso en edad como en origen. Al finalizar el concierto, Brian Littrell expresó su emoción en redes sociales: “Increíble tiempo en Kazajistán. Qué bienvenida tan cálida. Gracias por tanto cariño; la música es una luz que nos une a todos”.

Más allá del concierto: cultura y turismo en Astana

Durante su estancia, los miembros de Backstreet Boys aprovecharon para conocer la ciudad. Visitaron la emblemática Baiterek Tower, símbolo arquitectónico de Astana, y participaron en una plantación de árboles en el Peace and Accord Park, un espacio donde visitantes del mundo entero dejan su huella cultural. Nick Carter compartió su experiencia así: “Un día increíble explorando la historia de Astana. Plantar un árbol aquí es ser parte de un símbolo de amor y conexión mundial”.

La aventura continuó con degustaciones gastronómicas kazajas y encuentros espontáneos con seguidores en diferentes lugares de la ciudad. AJ McLean reconoció públicamente que, a pesar de haber recorrido gran parte del planeta, nunca habían estado antes en Kazajistán; además, comentó que la experiencia había superado todas sus expectativas.

Curiosidades y datos locos del evento

Rankings: los momentos más virales y valorados

Puesto Momento destacado Impacto en redes
1 Flash mob en el aeropuerto con danza kazaja 2,5M de visualizaciones en TikTok en 12h
2 Kevin Richardson con el águila en Shymbulak 1,8M de likes en Instagram
3 Total White en Astana Arena 1,2M de fotos compartidas con el hashtag #BSBAstana
4 Plantación de árboles en Peace and Accord Park 900K de interacciones en Twitter
5 Recepción de túnicas bordadas en el escenario 750K de reproducciones en stories

Un puente cultural inesperado

La visita de los Backstreet Boys a Kazajistán fue mucho más que simplemente un concierto. Se trató de un fenómeno cultural que logró unir generaciones y nacionalidades diferentes, convirtiendo a la banda casi sin quererlo en embajadores improvisados tanto del pop como de las tradiciones kazajas. El flash mob junto a la calidez local dejaron claro que la música puede ser ese lenguaje universal capaz no solo de cruzar fronteras sino también conectar culturas tan diversas como la estadounidense y la kazaja.

Sin duda alguna, este encuentro quedará grabado no solo para la banda sino también para los miles que corearon hasta quedarse sin voz durante una noche que ya forma parte importante del legado musical kazajo.

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