La Rioja, el plan de escapada perfecto para el otoño

Si pregunta a algún riojano cuál es su estación favorita sin lugar a dudas contestará que el otoño. Los viñedos, una vez terminada la vendimia, pintan el paisaje de colores ocres que van desde el rojo intenso del tempranillo hasta los amarillos más vivos de las variedades blancas, formando un mosaico que resulta un espectáculo para los visitantes y un lujo para los aficionados a la fotografía.

En esta época, la región se pinta especialmente bella. El mes de noviembre es el más adecuado para conseguir fantásticas instantáneas de otoño. Tanto es así que La Rioja Turismo convoca su concurso ‘La Rioja a través del objetivo’, que premia las mejores fotos de la temporada.

En esta época, para disfrutar del paisaje y visitar bodegas centenarias la mejor opción es subirse al Vinobús. Durante el mes de noviembre, esta exitosa actividad, que celebra su séptima edición, ofrece una ruta especial al Barrio de la Estación de Haro, donde se localizan algunas de las bodegas más antiguas y conocidas de La Rioja. El recorrido comienza en Logroño y atraviesa todos los viñedos de Rioja Alta, para visitar ya en su capital Bodegas Bilbainas, Roda y CVNE, tres grandes nombres de Rioja.

Pero, si lo que quiere es meterse en harina y conocer de primera mano las tareas que se llevan a cabo entre viñas en otoño, le recomendamos el programa ‘Vendimia y Racima’. Gracias a él, los participantes pueden acercarse a las actividades más tradicionales de la vendimina, se puede pisar uva, catar mostos y vinos… La Rioja Turismo ofrece programas diferentes y variados, con un elemento común: los visitantes se ponen en la piel del viticultor por un día en el que están en contacto con la naturaleza, en un entorno realmente atractivo. Además, todos los programas incluyen un almuerzo en el campo, una de las mejores formas de disfrutar de la gastronomía riojana.

En La Rioja también se puede encontrar aventura y descargar adrenalina, gracias a las actividades de turismo de ‘Campo Activo’ en la Sierra de Moncalvillo. Las hay muy variadas, desde una ruta de senderismo hasta actividades extremas como el barranquismo, las Monster Bikes (bicicletas de tamaño XXL) o el Esferatón una gran esfera dentro de la que se pueden sentir emociones fuertes. La oferta se completa con Paintball, tiro con arco, juegos de orientación…

En un viaje con niños, una opción ideal es visitar los mayores yacimientos de huellas de dinosaurios de Europa, que se encuentran en los alrededores de la localidad riojana de Enciso, donde jóvenes y mayores pueden disfrutar de un completo museo y un nuevo parque de paleoaventura.

La visita a La Rioja puede complementarse, con otras actividades en torno a su famoso vino: visitas a museos del vino, cursos de cata, vinoterapia… Además esta tierra ofrece riquezas culturales únicas, como el Camino de Santiago o los Monasterios de Suso y Yuso, patrimonio de la humanidad por ser considerados cuna del castellano escrito.

El paisaje, la gastronomía, el vino y la cultura se encuentran en esta tierra íntimamente ligados. Esta pequeña región ofrece además la posibilidad de disfrutar de una combinación de todos estos elementos en un espacio geográfico reducido, lo que permite organizar un viaje completo, variado y que regala al visitante momentos únicos, bien sea en un entorno paisajístico singular en un monasterio, una bodega o simplemente disfrutando de una buena comida en sus restaurantes.

La Rioja es un plan perfecto para una escapada entre amigos o en familia que tiene que acabar, como no puede ser de otra forma en esta tierra, con un brindis disfrutando de la gastronomía de la famosa calle Laurel de Logroño o de cualquier restaurante riojano: patatas con chorizo, bacalao a la riojana, chuletillas al sarmiento, fardelejos, queso camerano…. ¡Qué aproveche!