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Del silencio al homenaje

En una insólita confesión el tirano comunista Kim Jong Un dice que su corazón esta roto por los muertos norcoreanos en Ucrania

A diferencia de otros despliegues históricos limitados (como Egipto, Siria o Irán), esta vez -con más de 10.000 soldados enviados al frente y en primera línea- el coste humano es difícilmente disimulable

Periodista Digital 22 Ago 2025 - 07:32 CET
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Tiene corazón el tirano.

O algo parecido.

La declaración de Kim Jong Un sobre los soldados norcoreanos muertos combatiendo en Rusia ha sacudido el tablero diplomático asiático.

Su afirmación de que “me duele el corazón” ante las bajas marca un punto de inflexión, no solo por la magnitud de la implicación norcoreana en la guerra de Ucrania, sino por su inusual franqueza ante una realidad tradicionalmente silenciada por el régimen.

Corea del Norte ha enviado entre 10.000 y 14.000 soldados al frente de la guerra entre Rusia y Ucrania, principalmente a la región rusa de Kursk, para apoyar a las fuerzas rusas.

A día de hoy, 22 de agosto del 2025, la relación entre Corea del Norte y Rusia atraviesa un momento sin precedentes.

Desde finales de 2024, Pyongyang ha desplegado tropas para asistir a Moscú en el frente ucraniano, especialmente en la región de Kursk.

Este apoyo se consolidó tras la firma del tratado bilateral en junio de 2024 y ha supuesto la mayor intervención norcoreana en un conflicto externo desde la Guerra de Vietnam.

Sin embargo, hasta hace apenas unos meses, tanto Pyongyang como Moscú evitaban reconocer oficialmente la presencia y las pérdidas de soldados norcoreanos en el campo de batalla.

La decisión de Kim Jong Un de admitir estas bajas responde a varias presiones:

Un giro discursivo: del silencio al homenaje

La retórica oficial norcoreana siempre ha evitado reconocer debilidades o pérdidas militares fuera del país. Sin embargo, ahora Kim Jong Un ha ordenado levantar un monumento en Pyongyang para honrar a los caídos y ha equiparado su sacrificio al de los héroes nacionales que lucharon contra Japón o durante la Guerra de Corea.

Este cambio discursivo implica:

La magnitud del compromiso humano es relevante: se estima que hasta 5.000 soldados norcoreanos han muerto desde octubre de 2024, convirtiendo este conflicto en el tercero más letal para Pyongyang tras la Guerra de Corea y la japonesa.

La inteligencia surcoreana y ucraniana, junto con informes de Estados Unidos, han estimado que inicialmente se desplegaron unos 1.500 soldados de fuerzas especiales entre el 8 y el 13 de octubre de 2024, y que el número total alcanzó los 12.000 para diciembre de 2024, con planes de enviar hasta 14.000, incluyendo unos 500 oficiales y tres generales. Estas cifras han sido corroboradas por múltiples reportes, aunque Moscú y Pyongyang no han proporcionado datos oficiales precisos.

Bajas:

Soldados norcoreanos hechos prisioneros:

Razones por las que prefieren morir antes que rendirse:

Implicaciones internas: fisuras y límites

El reconocimiento público de las bajas refleja una presión interna creciente. A diferencia de otros despliegues históricos limitados (como Egipto, Siria o Irán), esta vez el coste humano es difícilmente disimulable. Los rumores y noticias sobre los caídos se han extendido rápidamente dentro del país, obligando a las autoridades a cambiar su tradicional estrategia comunicativa.

Las consecuencias internas pueden resumirse así:

Proyección exterior: consolidación del eje Moscú-Pyongyang

La admisión oficial sirve también para afianzar el vínculo político-militar con Rusia, presentando a Corea del Norte como socio indispensable y “camarada de armas” frente a Occidente. Esto refuerza varias tendencias:

En palabras recientes tras reunirse con Sergei Lavrov, Kim Jong Un reiteró “el pleno apoyo norcoreano a Moscú” en su campaña militar, subrayando el carácter estratégico e irreversible del pacto entre ambos países.

Escenarios futuros: incertidumbre y riesgos

El reconocimiento abierto de las bajas introduce nuevas variables para la estabilidad interna norcoreana y la dinámica internacional:

  1. Si las pérdidas humanas siguen aumentando o si se percibe que no hay avances claros en Ucrania, podría crecer el descontento popular o militar dentro del país.
  2. La alianza con Rusia puede fortalecer al régimen frente a presiones externas pero también lo hace más dependiente económicamente y expuesto a sanciones.
  3. En caso de negociaciones para poner fin al conflicto ucraniano, la cuestión norcoreana será inevitablemente parte del debate internacional.

Tabla comparativa: despliegues militares históricos norcoreanos

Conflicto Soldados desplegados Bajas estimadas Reconocimiento oficial
Guerra Vietnam 1.000 14 Año 2000
Siria/Egipto/Irán Cientos Desconocido Nunca
Rusia (Ucrania) 10.000 aprox. Hasta 5.000 Abril 2025

A día de hoy, lo relevante no es solo cuántos soldados caen ni cómo se gestionan esas pérdidas, sino cómo este giro discursivo puede alterar el equilibrio regional y las propias bases internas del régimen norcoreano. En un contexto donde cada palabra cuenta tanto como cada vida perdida, Kim Jong Un da un paso arriesgado pero calculado hacia una nueva fase política y diplomática.

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