Cristobal Colón y el descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492

Cristóbal Colón es una de las figuras más conocidas de la historia, pero también está rodeado de mitos y hechos curiosos que a menudo se desconocen. Aquí tienes algunas curiosidades interesantes sobre el navegante genovés:

1. No fue el primero en pensar que la Tierra era redonda

Aunque muchas veces se le atribuye a Colón haber demostrado que la Tierra era redonda, esta idea ya era bien conocida en su tiempo. Los griegos antiguos, como el filósofo Pitágoras y el astrónomo Eratóstenes, ya habían calculado con precisión el tamaño de la Tierra. El problema con el proyecto de Colón no era la forma de la Tierra, sino su tamaño: él subestimó significativamente la distancia entre Europa y Asia navegando hacia el oeste.

2. Su verdadero nombre no era «Cristóbal Colón»

En realidad, el nombre original de Colón era Cristoforo Colombo en italiano. En español lo conocemos como Cristóbal Colón, pero en otros idiomas su nombre varía: en inglés es Christopher Columbus, en francés Christophe Colomb y en portugués Cristóvão Colombo.

3. Creía que había llegado a Asia hasta su muerte

Colón murió convencido de que las tierras que había descubierto formaban parte de Asia. Nunca supo que había llegado a un continente completamente nuevo. A pesar de haber realizado cuatro viajes al «Nuevo Mundo», siempre pensó que había alcanzado las costas de las islas cercanas a Japón o India. Por eso llamó a los habitantes de las tierras que descubrió «indios», ya que creía que estaba en las Indias.

4. Nunca pisó América del Norte

Aunque Colón es famoso por «descubrir América», en realidad nunca llegó a pisar lo que hoy es el continente de América del Norte. Durante sus viajes, desembarcó en diversas islas del Caribe, como Cuba, la Española (hoy Haití y República Dominicana), y en las costas de América Central y del Sur, pero nunca llegó a lo que hoy conocemos como Estados Unidos o Canadá.

5. Se financiaron sus viajes por error

Los cálculos de Colón sobre la distancia entre Europa y Asia navegando hacia el oeste eran extremadamente erróneos. La mayoría de los eruditos de su tiempo sabían que la ruta era mucho más larga de lo que Colón pensaba. Sin embargo, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, finalmente decidieron financiar su expedición, en parte por desesperación de encontrar una nueva ruta comercial hacia Asia que evitara las rutas controladas por los otomanos.

6. Fue arrestado y enviado a España encadenado

En su tercer viaje a América en 1498, Colón fue arrestado por su mala gestión como gobernador de las tierras que había «descubierto». Las quejas sobre su brutal trato hacia los colonos y los indígenas llevaron a que Francisco de Bobadilla, enviado por la Corona española, lo reemplazara como gobernador y lo arrestara. Colón fue devuelto a España encadenado, aunque posteriormente fue liberado y sus títulos parcialmente restaurados.

7. Colón era profundamente religioso

A lo largo de su vida, Colón fue muy devoto y tenía un fuerte sentido de misión religiosa. Creía que su descubrimiento era parte de un plan divino para expandir el cristianismo y convertir a las personas en tierras desconocidas. Incluso escribió en su «Libro de las profecías» que su viaje estaba predicho en las Escrituras y que ayudaría a financiar la reconquista de Jerusalén, un objetivo importante en su tiempo.

8. La ‘estafa’ del cambio de nombre

Aunque Colón fue el primer europeo en iniciar un contacto sostenido con el continente americano, el continente lleva el nombre de otro navegante: Américo Vespucio. Vespucio, un explorador florentino, fue quien primero sugirió que las tierras descubiertas por Colón no formaban parte de Asia, sino que eran un continente desconocido para los europeos. El cartógrafo Martin Waldseemüller, en 1507, decidió nombrar el continente «América» en honor a Vespucio.

9. No sabía nadar

Curiosamente, a pesar de haber pasado gran parte de su vida en el mar, se dice que Colón no sabía nadar. Esto puede parecer extraño para un navegante, pero en esa época no era tan inusual, ya que muchos marineros de la era de los descubrimientos tampoco sabían nadar.

10. Los restos de Colón han sido trasladados varias veces

Cristóbal Colón murió en 1506 en Valladolid, España. Sin embargo, sus restos han sido trasladados varias veces. Primero, fue enterrado en Valladolid, luego en Sevilla. Más tarde, fueron llevados a Santo Domingo, en la actual República Dominicana. Cuando los franceses tomaron la isla en el siglo XVIII, los restos fueron trasladados a La Habana, Cuba, y luego devueltos a Sevilla después de la independencia cubana. Sin embargo, existe controversia sobre si algunos de sus restos todavía están en Santo Domingo, ya que allí se encontró una tumba con su nombre en 1877.

11. No tuvo apoyo inicial de Portugal ni de Génova

Antes de dirigirse a los Reyes Católicos de España, Colón buscó apoyo en otras cortes europeas. En particular, presentó su plan de navegar hacia el oeste a Juan II, rey de Portugal, pero fue rechazado. También trató de obtener apoyo de su ciudad natal, Génova, sin éxito. Finalmente, fueron Isabel y Fernando de España quienes apostaron por su proyecto.

12. Su tripulación incluía prisioneros

Colón tuvo dificultades para reclutar suficientes marineros para su primer viaje, ya que muchos temían adentrarse en lo desconocido. Para solucionar esto, se ofreció indultos a prisioneros para que se unieran a la expedición. Así, algunos de los tripulantes de las naves de Colón eran delincuentes que aceptaron el riesgo del viaje a cambio de la libertad.

13. El «Oro de Colón» fue muy limitado

Aunque Colón y sus patrocinadores esperaban encontrar grandes cantidades de oro en sus viajes, las riquezas que trajo a España fueron muy modestas. En su segundo viaje, trajo oro, pero en cantidades insignificantes en comparación con lo que se descubriría más tarde en América, como las riquezas del Imperio azteca e inca.

14. Colón subestimó el tamaño del mundo

Colón calculó que la circunferencia de la Tierra era de alrededor de 29,000 kilómetros, mucho menos que el cálculo real de aproximadamente 40,000 kilómetros. Esta subestimación lo llevó a creer que Asia estaba mucho más cerca de Europa navegando hacia el oeste de lo que realmente estaba.