«Etnoporno»: el consumo de vídeos que muestran la explotación sexual de niñas indígenas en México

La pornografía con mujeres y niñas indígenas es una las más lamentables situaciones que sufre México en la actualidad.

En Chiapas, un maestro, sin el más mínimo reparo, le obsequió un móvil a una niña indígena de apenas 13 años, lo hizo con la finalidad de que esta la enviara fotos en la que mostrara su desnudez, para ello le mostró como utilizar el dispositivo, era su alumna.

El crimen fue registrado por un conjunto de activista que denuncian que el «etnoporno» es cada vez más fuerte.

La niña fue extorsionada para que enviara contenidos cada vez más subidos de tono. Por ello llegó a un punto en el que tuvo que contarlo todo a su madre.

La noticia corrió como la pólvora, el maestro por poco no fue linchado.

El hombre fue denunciado y la aboga de la niña que lleva el caso ha comentado como es posible que este delito, y otro del mismo tipo, pueden estar relacionados con la trata de personas.

«La familia no recibió ayuda en el Ministerio Público en un principio. Después quisieron registrarlo solo como abuso sexual no grave. Además, como era electrónico y es algo muy nuevo, no sabían cómo hacerlo«, explicó la abogada a BBC.

La abogada es contraria a la tesis que algunos defensores del maestro que argumentaron que se trata de un acto voluntario, «Esto es un crimen del maestro. Y es agravado porque está corrompiendo a menores y abusó de su poder como maestro«, asegura.

A pesar de que el hombre que fue detenido, no son muchas las esperanzas «No se sabe si cumplirá sentencia porque ha interpuesto un recurso. Pero es un logro que al menos por ahora esté tras las rejas y no todavía enseñando en la escuela», explica la abogada.

La mujer afirma que el Código Penal de México establece que «al que fije, grabe, imprima actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales en que participen uno o más menores de dieciocho años, se le impondrá la pena 10 a 14 años de prisión y de 500 a 3.000 días multa».

Las Chamulitas porno se han convertido en una moda y es muy fácil hallar material pornográfico de mujeres y niñas de esta etnia, según el  Frente Nacional para la Sororidad, una organización mexicana que lucha contra la violencia sexual halló entre diciembre de 2018 y febrero de 2019 más de 800 videos de niñas y mujeres que no autorizaron tal contenido.