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Se ha hecho multimillonario en un pis pas y su fortuna huele que apesta.
La escena resulta sorprendentemente familiar: José Luis Rodríguez Zapatero entra en el Congreso.
Ante la pregunta sobre la detención de los altos cargos de Plus Ultra, su respuesta es un frío “no”, que no está preocupado, y continúa su camino sin añadir una palabra más.
Detrás de esa aparente calma, sin embargo, la situación se agita con rapidez: nuevas detenciones, acusaciones cruzadas, la sombra de Venezuela y un rescate público de 53 millones de euros que vuelve a acechar al expresidente más relacionado con el chavismo.
Lo que parecía haber quedado atrás durante la fase de rescates pandémicos resurge ahora como una causa penal activa.
La UDEF investiga posibles indicios de blanqueo de capitales, con el nombre de Zapatero apareciendo repetidamente en el corazón del escándalo político.
Mientras el relato oficial aboga por la tranquilidad, en círculos menos formales se perciben nervios contenidos entre quienes rodean al expresidente.
De los 53 millones al juzgado 15: el caso que se resiste a morir
Es un punto conocido, pero vale la pena recordarlo para captar toda la dimensión política del asunto:
- En 2021, el Gobierno dio luz verde al rescate de Plus Ultra, una aerolínea con capital venezolano que apenas operaba el 0,03% de los vuelos en España y contaba con solo tres aviones, aunque solo uno estaba en funcionamiento.
- El salvavidas alcanzó los 53 millones de euros, gestionados a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (Fasee), bajo la supervisión de la SEPI.
- Para acceder a esos fondos, era necesario que la compañía obtuviera el sello de “empresa estratégica/viable”, una clasificación que ahora está bajo escrutinio judicial.
En 2023, el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid archivó inicialmente la causa por la legalidad del rescate. Consideró que era decisión del Consejo de Ministros y que los investigados carecían de capacidad decisoria directa. Pero no todo terminó ahí: ahora ese mismo juzgado está llevando a cabo una nueva investigación bajo secreto sumarial, enfocada en un posible delito de blanqueo de capitales relacionado con Plus Ultra.
En esta ocasión, no solo se cuestiona si el rescate fue adecuado o legal; también se indaga sobre qué tipo de operaciones financieras pudo facilitar y cuál fue el papel desempeñado por los vínculos con el régimen de Nicolás Maduro.
La operación policial que alcanza al círculo de Zapatero
Este nuevo episodio ha llevado a la Policía Nacional, a través de la UDEF, a actuar:
- Han sido arrestados Julio Martínez Sola, presidente y propietario de Plus Ultra, junto al CEO, el venezolano Roberto Roselli, por presunto blanqueo de capitales. Se realizaron registros en las oficinas centrales de la aerolínea en Madrid.
- Posteriormente se produjo una tercera detención: Julio Martínez Martínez, un empresario español vinculado a Venezuela que supuestamente actuó como enlace entre Plus Ultra y los intereses asociados al chavismo.
Este tercer detenido presenta un matiz político delicado. Administra empresas ubicadas en la misma urbanización donde veraneaba Zapatero y era cliente habitual en un negocio relacionado con las hijas del expresidente. Es precisamente este hilo lo que intensifica la sensación de “cerco” alrededor del líder socialista, más allá de si enfrenta o no imputaciones formales.
Las crónicas sobre el ambiente interno en su entorno sugieren que el expresidente se encuentra “nervioso” tras la detención de su amigo Julio Martínez Sola, con quien mantiene una relación cercana desde hace años. Sin embargo, públicamente transmite un mensaje opuesto: nada que temer, nada que explicar y nada que comentar.
Zapatero, el mediador incómodo: reuniones, presiones y favores
El elemento clave que une política y negocios es el rol desempeñado por Zapatero para lograr desbloquear el rescate. Diversas informaciones coinciden en aspectos esenciales:
- El expresidente se reunió con José Luis Ábalos, entonces ministro en el Ministerio de Transportes, buscando que Plus Ultra fuera declarada como “empresa estratégica” para poder acceder al Fasee.
- Durante ese encuentro, según fuentes presentes citadas por medios nacionales, exigió explícitamente que se aprobara el rescate para Plus Ultra y actuó como un verdadero mediador directo gracias a su influencia dentro del PSOE y del Gobierno.
- La presión se canalizó también a través del entonces secretario de Estado de Transportes, Pedro Saura, cuyo informe era crucial para respaldar dicha consideración como empresa estratégica.
Este retrato coincide con testimonios posteriores. Uno notable es el del comisionista Víctor de Aldama, quien confirmó en un documental televisivo que efectivamente Zapatero presionó al Ministerio encabezado por Ábalos para asegurar el rescate para Plus Ultra, mostrando un “interés muy fuerte” en garantizar su supervivencia.
Formalmente, Zapatero no firmó ningún documento; sin embargo su capacidad para influir aparece como un factor determinante en las decisiones que desembocaron en esos 53 millones provenientes del erario público hacia una compañía marginal con vínculos a Caracas actualmente bajo sospecha penal.
El giro de Ábalos: del silencio disciplinado al dedo acusador
La otra pieza fundamental en esta historia es José Luis Ábalos, actualmente encarcelado provisionalmente debido al marco del caso Koldo. Se ha convertido, ya sea por necesidad o ajuste cuentas personales, en un testigo incómodo para Zapatero.
En una entrevista concedida antes de ingresar a prisión, Ábalos declaró que fue presionado por parte de Zapatero para facilitar el rescate a Plus Ultra. Sus afirmaciones coinciden con las cronologías y relatos presentados por otros involucrados:
- Habló sobre las continuas presiones ejercidas entre noviembre 2020 y marzo 2021.
- Reconoció haber autorizado finalmente la declaración como empresa estratégica pese a sus dudas iniciales.
- También mencionó las protestas internas dentro de la SEPI respecto a dichas presiones.
El testimonio se complementa con las declaraciones más contundentes realizadas por su hijo, Víctor Ábalos. En una entrevista reveladora sostuvo que su padre “ha tenido que tragarse sapos” ajenos a él e insinuó directamente que tanto Zapatero como Begoña Gómez, esposa del actual presidente Pedro Sánchez, ejercieron presión para asegurar los rescates tanto para Air Europa como para Plus Ultra.
Sin rodeos afirmó:
- “Todo converge hacia Zapatero”, describiéndolo como un poder central dentro del PSOE y los negocios relacionados con Sudamérica.
- Lo responsabiliza directamente por formar parte “de la cloaca del PSOE”, atribuyéndole un papel clave como articulador entre lobbies institucionales y empresariales vinculados incluso a China.
Estas declaraciones rompen con el tradicional pacto implícito entre los miembros históricos del partido socialista e involucran explícitamente a Zapatero como objeto central dentro del entramado sospechoso.
El relato oficial: calma, distancia y un “no” escueto
A pesar del torrente informativo generado por testimonios y detenciones, la defensa pública adoptada por Zapatero gira alrededor de tres ideas simples repetidas cada vez que aparece:
- Asegura no estar preocupado ante las detenciones ocurridas dentro del círculo directivo de Plus Ultra.
- Niega cualquier posible implicación personal sin ofrecer matices o explicaciones jurídicas o políticas.
- Evita abordar cuestiones más profundas relacionadas con su mediación o sus vínculos con los detenidos o sus intereses comerciales en Venezuela.
Es una táctica clásica orientada hacia contener daños: cuanto más estrecho se vuelve el cerco mediático y judicial menos palabras pronuncia; optando así por mantener una imagen institucional normalizada. Sin embargo hay algo relevante: esta vez sus antecedentes documentales no están a su favor.
Durante años ha mantenido estrechos contactos con miembros relevantes del chavismo; ha actuado como interlocutor político ante Nicolás Maduro e incluso ha estado implicado en episodios polémicos como lo fue el famoso “Delcygate”, donde Ábalos admitió haber recibido clandestinamente a uno alto cargo del régimen venezolano en Barajas contando posteriormente con apoyo desde Moncloa. Esa trayectoria convierte lo ocurrido con Plus Ultra no solo en un mero tema técnico relacionado con rescates públicos sino también en otra pieza más dentro del complejo rompecabezas venezolano presente hoy día en nuestra política nacional.
Lo que se juega ahora: consecuencias políticas, penales y de imagen
En este punto crucial, lo sucedido alrededor del caso Plus Ultra trasciende ser únicamente un problema judicial para quienes han sido detenidos; plantea riesgos profundos tanto para todo lo relacionado al ecosistema socialista como directamente hacia Zapatero mismo. Entre sus posibles repercusiones encontramos:
- Desde lo penal: La investigación llevada adelante por UDEF junto con Fiscalía Anticorrupción podría revelar redes complejas vinculadas al blanqueo potencialmente alimentadas desde fondos ilícitos provenientes directamente desde Venezuela; donde Plus Ultra podría funcionar no solo como receptora sino también vehículo activo dentro dicha trama.
- Desde lo político: Las narrativas sobre presiones ejercidas así como favores cruzados impactan negativamente contra aquella narrativa construida acerca buena gestión realizada durante etapas críticas relacionadas al uso discrecional tanto SEPI así cómo Fasee.
- En términos internos dentro PSOE: Las tensiones existentes entre defensores tradicionales zapateristas frente figuras emergentes tales cómo Ábalos alimentan conflictos soterrados donde cada cual busca deslindar responsabilidades evitando quedar marcado ante decisiones impopulares provenientes desde cúpulas superiores.
El caso conecta además diversos expedientes sensibles ya existentes tales cómo contratos relacionados mascarillas provenientes caso Koldo o interacciones cuestionables proporcionadas consultoras lobbies situados Madrid proyectoras hacia Latinoamérica Asia.
Desde luego visualizando impacto reputacional ya visible ; nombres asociados han comenzado aparecer junto adjetivos tales cómo : “presionó”, “maniobró”, “exigió” ,“mediador”. Aunque jurídicamente aún carezca imputación formal , juicio paralelo ya marcha.
Un caso con muchos vuelos… y demasiados pasajeros incómodos
Más allá eventual acusación formal proveniente justicia , asunto relativo Plus Ultra deja curiosidades políticas así datos llamativos :
- Una aerolínea marginal ,con mínimo porcentaje mercado problemas operativos , consiguió recibir esos 53 millones euros dinero público mientras otras compañías competidoras luchaban conseguir mismo oxígeno financiero .
- Nombre compañía ahora asociado tres figuras claves : expresidente aliado chavismo , exministro prisión preventiva empresario detenido además gestionar sociedades urbanización donde veraneaba anteriormente ZP , además habría sido cliente hijas ex presidente .
- En medio tormenta , escueto «no» pronunció ZP puerta Congreso intenta cerrar cualquier preocupación generada.
- Investigación continua desenredando ovillo donde política negocios Venezuela rescates públicos viajan juntos cabina.
En este vuelo inquietante tanto Moncloa Ferraz enfrentan mayor reto: destino judicial menos preocupante lista pasajeros opinión pública ya embarcada.
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