(PD).- Un estudio revela que la letra pequeña de los anuncios aparece a una velocidad que hace difícil leerla y entenderla. Los ‘spots’ de automóviles, seguidos de los de telefonía e Internet y los de servicios bancarios son los más rápidos.
La Federación de Usuarios Consumidores Independientes, FUCI , ha realizado un estudio bajo el título «La letra pequeña en la publicidad televisiva». En éste se analizan un centenar de anuncios emitidos durante el pasado mes de marzo en las distintas cadenas de televisión, de ámbito nacional, para comprobar la velocidad, cantidad, tamaño y concisión de información que aparece en ellos.
Asimismo, se ha estudiado el registro que de ésta les queda a los televidentes tras observar que la letra pequeña de la publicidad televisiva, donde se explican las condiciones de contratación de diversos productos o servicios, aparece a una velocidad que puede resultar complicada para su lectura y posterior comprensión.
Desde FUCI, la Presidenta Agustina Laguna considera que «este hecho provoca que no se cubran las expectativas de los consumidores que no pueden valorar lo ofertado por una transmisión inadecuada del mensaje. Si antes se consideraba que la letra con sangre entraba, ahora podemos decir que la letra pequeña … deprisa entra».
De manera positiva, destacamos el altísimo grado de cumplimiento de la Ley General de Publicidad ya que sólo en dos de los cien anuncios analizados estaríamos hablando de una vulneración de esta norma.
En estos casos la publicidad podría considerarse engañosa por silenciar datos fundamentales de los bienes, actividades o servicios, omisión que puede inducir a error a los televidentes.
Conclusiones del estudio
Velocidad:
De manera general podemos concluir que es prácticamente imposible seguir el texto en la pantalla por la excesiva velocidad en la que se transmite en el 34% de los casos. Mientras, casi la mitad de los anuncios llevan una velocidad media, cuya lectura, en ocasiones, es complicada debido al exceso de información que contiene el mensaje.
Por último, sólo en un 19% de los anuncios analizados la letra pequeña aparece en la pantalla lentamente, siendo fácilmente asimilado por el teleespectador.
La FUCI ha constatado que los anunciantes que usan de una manera más frecuente la velocidad en la letra pequeña son los que ofrecen automóviles (27,4%), seguido de telefonía e Internet (24,3%), servicios bancarios (15,2%), créditos rápidos/reunificación de deudas (14,3%) y otros (3,2%). Por el contrario, anunciantes de alimentación, comida rápida, seguros, inmobiliarias o juguetes, utilizan una velocidad adecuada.
Cantidad:
El 50% de los spots analizados contiene una información excesiva, al haber letra pequeña desde prácticamente el principio hasta el final de éste. Son los anuncios de telefonía e Internet los que mayor carga informativa llevan (35,9%), seguidos de entidades financieras (31,2%) y créditos rápidos y reunificación de deudas (23,3%).
Tamaño:
El cuerpo de la letra tiene un tamaño igual en el 90% de los anuncios visionados. Si bien es adecuado para leerlo, consideramos que precisa de una atención especial para su comprensión. Asimismo, hemos detectado que en uno de cada diez anuncios la letra es sensiblemente inferior, lo que dificulta su lectura. Este hecho se da, especialmente, en anuncios de entidades financieras.
Concisión:
En general, la letra pequeña es bastante concisa en casi el 80% de los anuncios, aunque deja abiertas dudas en el resto con la aparición de frases tales como «sujeto a condiciones», «ver condiciones en folleto informativo».
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