Un día cualquiera en la Barcelona de Colau: «¡Carrizosa, si estuviera la ETA no existirías! ¡Gilipollas!»

Mientras los voceros mediáticos del Gobierno socialcomunista insisten en hacernos creer que en Cataluña no hay problemas de convivencia, la realidad insiste en desmentirlo.

Que se lo pregunten al candidato de Ciudadanos a la Generalitat de Cataluña, Carlos Carrizosa, que ha sido increpado este lunes por un transeúnte, al grito de «si estuviera la ETA, no existirías», mientras participaba en un acto en Barcelona.

«Hoy, mientras apoyábamos a comerciantes, un separatista me ha amenazado al grito de: ‘¡Carrizosa, si estuviera la ETA, no existirías! ¡Gilipollas!'», ha escrito en su perfil de Twitter el también líder de la oposición en Cataluña.

Y ha continuado en su cuenta de la red social: «Vuelvo a reafirmarme en que la lucha por la libertad en Cataluña siempre vale la pena. #NoNosCallarán».

A pesar de las masacres de Hipercor y de la casa cuartel de Vich, ETA no tiene mala prensa en Cataluña.

En Cataluña, la ETA goza de amplio colchón social desde hace años. Como ejemplo hay que recordar la reunión en 2004 de Josep Lluís Carod-Rovira, entonces secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con terroristas de ETA para que no atentaran en Cataluña, o la visita de Arnaldo Otegi al Parlamento catalán.