¿Qué les depara el destino a Bashar al-Assad, su esposa Asma y sus 3 hijos?

Apenas una semana después de su precipitada huida de Damasco, Bashar al-Assad y su familia se adaptan a su nueva vida en Moscú.

Y lo hacen traumatizados, pero nadando en millones.

Protegidos por Putin y sobre una fortuna construida sobre el sufrimiento.

El derrocamiento del régimen sirio ha puesto fin a más de medio siglo de gobierno de la familia Assad, dejando tras de sí un país devastado por la guerra y un futuro incierto.

Bashar al-Assad llegó al poder en el año 2000, sucediendo a su padre Hafez al-Assad, quien había gobernado Siria con mano de hierro durante tres décadas. Inicialmente percibido como un posible reformista, este oftalmólogo educado en Occidente pronto demostró que seguiría los pasos autoritarios de su progenitor.

La crisis que estalló en 2011 con las protestas pacíficas contra su gobierno se convirtió rápidamente en una sangrienta guerra civil.

Assad respondió con brutal represión, recurriendo a su círculo familiar más cercano para mantener el control:

• Su hermano Maher dirigió la Guardia Presidencial
• Su hermana Bushra fue una influyente consejera
• Su primo Rami Makhlouf controló gran parte de la economía del país4

Durante sus años en el poder, la familia Assad amasó una inmensa fortuna, estimada en unos 2.000 millones de euros.

 Esta riqueza proviene de diversas fuentes:

• Control de sectores clave de la economía siria
• Apropiación de ayuda humanitaria
• Presunto tráfico de drogas y otras actividades ilícitas

La ostentación de la familia Assad contrasta dramáticamente con la pobreza extrema que sufre la mayoría de la población siria.

Se estima que el 70% de los sirios viven por debajo del umbral de la pobreza.

Ahora, refugiados en Moscú, los Assad intentan mantener su lujoso estilo de vida.

Según fuentes cercanas al Kremlin, la familia reside en un amplio apartamento en el centro de la capital rusa, con vistas al río Moscova.

El valor de la propiedad se estima en unos 14.000 euros por metro cuadrado.

Los Assad han traído consigo parte de su inmensa fortuna, incluyendo:

• Joyas y obras de arte de gran valor
• Cuentas bancarias en paraísos fiscales
• Propiedades inmobiliarias en diversos países

Se cree que poseen más de una veintena de inmuebles solo en Moscú.

En cualquier caso, los tres hijos del matrimonio Assad enfrentan ahora un futuro radicalmente distinto al que se les había preparado:

1. Hafez (22 años): Nombrado en honor a su abuelo, se le consideraba el heredero natural del régimen.
2. Zein (21 años): Ha mantenido un perfil más bajo.
3. Karim (18 años): El más joven de los hermanos.

Criados en el lujo y el poder absoluto, estos jóvenes deberán adaptarse a una nueva realidad como exiliados dorados en Moscú.

Asma al-Assad, esposa de Bashar y figura clave del régimen, podrá continuar en Moscú el tratamiento contra la leucemia mieloide aguda que padece.

Este agresivo cáncer fue diagnosticado en 2018 y requiere atención médica constante.

Las bases rusas en Siria: un futuro incierto

La caída del régimen de Assad ha puesto en jaque la presencia militar rusa en Siria. Moscú lucha ahora por mantener el control de sus dos bases estratégicas en el país:

• La base naval de Tartus
• La base aérea de Jmeimim

Estas instalaciones son vitales para la proyección de poder ruso en el Mediterráneo y hacia África.

Según fuentes cercanas al Kremlin, Rusia está cerca de alcanzar un acuerdo con los nuevos líderes sirios para mantener estas bases.

Sin embargo, la situación sigue siendo inestable y el acuerdo podría cambiar en cualquier momento9.

Un nuevo equilibrio regional

La caída de Assad ha desencadenado una serie de movimientos geopolíticos en la región:

• Israel aprovecha el caos para reforzar su control sobre los Altos del Golán
• Turquía juega un papel clave como mediador entre Rusia y los nuevos líderes sirios
• Irán ve amenazada su influencia en el país

El futuro de Siria y de toda la región dependerá en gran medida de cómo se reconfiguren estas alianzas y equilibrios de poder