¡Un gobierno autodestruido fantasea con el asesinato de Pedro Sánchez!

En La Retaguardia de este lunes 2 de junio, Eurico Campano analiza con el director de Ospina Abogados, Juango Ospina y con Milagros Marcos, portavoz del PP en la Comisión Mixta UE-Congreso, cómo el Gobierno de Pedro Sánchez ha alcanzado un nuevo nivel en su estrategia de victimización al difundir un bulo sobre supuestas amenazas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil contra el presidente. Según ha podido conocerse, el Ejecutivo ha propagado que miembros de esta unidad planeaban colocar una «bomba lapa» bajo el coche del presidente, cuando en realidad se trataba de comentarios irónicos realizados por un capitán que actualmente trabaja para la Comunidad de Madrid.

Esta falsa alarma surge en un momento especialmente delicado para Moncloa, cuando diversas investigaciones judiciales acorralan al entorno más cercano del presidente, incluyendo a su esposa Begoña Gómez y a su hermano David Sánchez.

La fabricación de una amenaza inexistente

El origen de esta polémica se encuentra en unos comentarios de carácter irónico realizados por un capitán de la UCO que actualmente presta servicios en la Comunidad de Madrid. Estos comentarios fueron sacados de contexto y manipulados para construir una narrativa según la cual existía un plan para atentar contra la vida del presidente del Gobierno.

La difusión de este bulo parece responder a una estrategia de distracción en un momento en que el Ejecutivo se encuentra acorralado por múltiples frentes judiciales. La maniobra busca desviar la atención de la opinión pública y generar una imagen de persecución contra el presidente que justifique sus ataques a las instituciones del Estado.

La red de espionaje del PSOE al descubierto

Mientras el Gobierno intenta presentarse como víctima de conspiraciones, ha salido a la luz la existencia de una auténtica red de espionaje organizada desde el PSOE para obtener información comprometedora sobre jueces, fiscales y guardias civiles que investigan a personas del entorno de Sánchez.

Según ha podido saber El Debate, dos militantes socialistas viajaron a Badajoz para recopilar datos personales sobre la magistrada Beatriz Biedma, jueza que instruye la causa contra David Sánchez, hermano del presidente. Estos emisarios se presentaron como colaboradores de Leire Díez, militante socialista que coordina esta estructura paralela, y regresaron a Madrid con un dosier repleto de detalles sobre la vida privada de la instructora con el propósito de desacreditarla.

El episodio ocurrió el 29 de octubre de 2024. Los dos enviados del PSOE se reunieron en Badajoz con un apoderado local del partido, previamente avisado de su visita. Es significativo que el PSOE en la provincia esté bajo el control de Rafael Lemus, dirigente que durante varios meses cedió un piso de su propiedad a David Sánchez, quien lo utilizó como residencia oculta mientras aseguraba vivir en Portugal para justificar su tributación en ese país.

Las maniobras para dinamitar el caso David Sánchez

La investigación judicial contra el hermano del presidente ha provocado una serie de movimientos en la sombra para intentar descarrilar el proceso. Un audio publicado por Libertad Digital ha destapado una conspiración para apartar a la jueza Biedma y dinamitar el caso contra David Sánchez.

En la grabación, el empresario Javier Pérez Dolset, integrante del grupo clandestino liderado por Leire Díez, desvela algunas de las maniobras orquestadas con el ex juez Sáenz de Tejada para apartar a Biedma y reventar el caso. Según esta información, «las maniobras contra el caso David Sánchez se iniciaron desde su imputación porque Pedro Sánchez la consideraba injusta».

A pesar de estos intentos, la magistrada ha mandado al banquillo a David Sánchez, al expresidente socialista de la Diputación de Badajoz Miguel Ángel Gallardo y a otras 9 personas por delitos de prevaricación y tráfico de influencias tras el enchufe al hermano de Pedro Sánchez en la Diputación.

En el auto de apertura de juicio oral, la propia jueza Biedma hace referencia al papel jugado por Pedro Sánchez en la colocación de su hermano: «Si David Sánchez, en el momento de la creación y adjudicación del puesto, no conocía a nadie en Badajoz, o por lo menos, no hay indicios de ello, lo que sí consta, por ser hecho público y notorio, es que su hermano había sido Secretario General del PSOE, – y volvió a serlo durante el periodo de adjudicación del puesto- y, como tal, había visitado en diversas ocasiones Badajoz y la provincia».

La magistrada señala directamente a Pedro Sánchez como el colocador de su hermano en Badajoz, subrayando que «David no conocía a nadie» en la provincia. Mientras que el presidente «no sólo es que tuviera trato continuado con el PSOE de Badajoz, es que fue el punto de partida de las dos Primarias que ganó».

En el centro de esta trama de espionaje aparece la figura de Leire Díez, militante socialista que ha sido vinculada con una estructura organizada por el PSOE para recabar información contra jueces, fiscales y guardias civiles. En una reciente entrevista, Díez ha negado que Pedro Sánchez y Santos Cerdán conocieran esas actividades que ella comandó y en las que también habría participado el empresario Javier Pérez Dolset.

Sin embargo, las evidencias apuntan a una operación coordinada desde las más altas instancias del partido para proteger al entorno familiar del presidente. La coincidencia temporal entre la intensificación de las investigaciones judiciales y el despliegue de esta red de espionaje difícilmente puede considerarse casual.

Mientras el Ejecutivo se enfrenta a estas graves acusaciones, Pedro Sánchez ha anunciado que el Gobierno conmemorará en 2025 los 50 años de democracia tras la muerte de Franco con más de cien eventos bajo el lema «España en libertad». Una iniciativa que contrasta con las prácticas poco democráticas que se están destapando en el seno de su partido.

La fabricación de amenazas inexistentes y el espionaje a jueces y fiscales revelan a un gobierno acorralado que recurre a tácticas propias de estados autoritarios para mantenerse en el poder. La pregunta que muchos ciudadanos se hacen es hasta dónde está dispuesto a llegar Pedro Sánchez para protegerse a sí mismo y a su entorno.