Sánchez huye a la cumbre de la OTAN con una bomba de relojería en el Tribunal Supremo

En 24×7 de este lunes 23 de junio, Alfonso Rojo analiza con dos abogados expertos en corrupción política, Miguel Bernard y Luis María Pardo, la evolución de la investigación por el cobro de mordidas de Cerdán, Ábalos y Koldo que está realizando el Tribunal Supremo. Además, conectamos con Bertrand Ndongo para conocer el minuto a minuto de lo que está viviendo en el alto tribunal.

El mismo día que declaran Ábalos y Koldo ante el Supremo, Sánchez vuelve a econderse en su agenda internacional marchándose a la cumbre de la OTAN. Lejos de ser una tormenta pasajera, el caso Koldo —rebautizado ya por algunos como ‘caso Ábalos’— ha escalado hasta convertirse en una auténtica bomba de relojería. La investigación se ha ampliado desde los contratos de mascarillas hacia un esquema mucho más amplio: adjudicaciones irregulares en obra pública, pagos sospechosos por valor de al menos 620.000 euros y grabaciones comprometiendo a figuras del partido tan relevantes como el ex secretario de Organización, Santos Cerdán.

El Supremo no da tregua: presión máxima sobre Ábalos y Koldo

Este lunes, el Tribunal Supremo ha rechazado cualquier intento de aplazamiento solicitado por la defensa de Koldo García. El magistrado Leopoldo Puente lo dejó claro: “Él no decide la agenda de los Tribunales”. Así, ambos comparecieron bajo una expectación mediática sin precedentes. Ábalos llegó acompañado solo por su abogado, con semblante visiblemente desmejorado y recibido entre gritos de “corrupto” y “putero” por parte de un grupo reducido pero ruidoso de manifestantes. La situación no es para menos: la acusación popular solicita prisión preventiva para ambos, alegando riesgo de destrucción de pruebas y gravedad de los delitos investigados.

Las últimas revelaciones complican aún más el panorama para el socialismo español. El informe reciente de la Unidad Central Operativa (UCO) implica directamente a Santos Cerdán en la gestión y reparto de comisiones ilegales procedentes de constructoras como Acciona. Las pesquisas se extienden ya a contratos entre 2018 y 2021, con registros recientes en Ferraz —la sede nacional del PSOE— y en dependencias del Ministerio de Transportes, Adif y la Dirección General de Carreteras.

Nerviosismo en Ferraz y reuniones clandestinas

La tensión es palpable no solo en los pasillos judiciales, sino también en las filas socialistas. La víspera de las declaraciones, Ábalos y Koldo se reunieron durante horas en un despacho madrileño para coordinar estrategias ante el Supremo. No se trató solo de un intercambio legal: ambos saben que lo que está en juego va más allá del futuro político individual. La sombra que proyecta este caso sobre el partido coincide con rumores persistentes sobre nuevas grabaciones que podrían involucrar a otros altos cargos socialistas.

En paralelo, la vivienda del propio Ábalos en Torrent amaneció con pintadas insultantes, mientras crece la presión mediática sobre su entorno familiar. Todo esto sucede mientras Sánchez intenta mantener la compostura ante sus socios internacionales, consciente de que cualquier movimiento judicial puede tener repercusiones inmediatas tanto en Moncloa como en Bruselas.

Los escenarios abiertos: ¿colaborar o resistir?

En el tablero judicial, las posiciones parecen claras pero inciertas. Ábalos se muestra dispuesto a colaborar con la Justicia —quizás buscando atenuantes futuros— aunque todavía no ha formalizado ninguna oferta concreta a Anticorrupción. Su defensa sopesa si conviene reconocer irregularidades o esperar acontecimientos; todo depende del giro que tomen las declaraciones cruzadas con Koldo García y las posibles pruebas adicionales que puedan surgir.

Por su parte, Koldo opta por el silencio absoluto y mantiene su derecho a no declarar. Un mutismo estratégico que puede volverse contra él si finalmente aparecen nuevas grabaciones o testimonios incriminatorios. El juez ha advertido ya sobre posibles medidas restrictivas adicionales si persiste en su actitud obstruccionista.

Mientras tanto, Santos Cerdán —el tercer vértice del triángulo— está citado para declarar como investigado el próximo 30 de junio. Su testimonio será crucial para esclarecer si existía una red organizada desde las altas esferas del partido para adjudicar contratos públicos fraudulentamente.

Sánchez entre dos fuegos: imagen internacional versus crisis doméstica

En medio de este vendaval judicial, Pedro Sánchez busca refugio —o al menos respiro— bajo los focos internacionales. La cumbre de la OTAN debería ser un escaparate para reforzar su liderazgo exterior; sin embargo, la actualidad española le persigue incluso fuera del país. Los aliados observan con atención cómo gestiona esta crisis interna mientras España asume compromisos estratégicos globales.

El humor negro circula entre analistas políticos y diputados: “Sánchez viaja al extranjero cada vez que hay lío gordo aquí; está a punto de pedir asilo diplomático… ¡pero en Bruselas!”. Más allá del chascarrillo, lo cierto es que esta bomba judicial puede estallar en cualquier momento, contaminando no solo la legislatura sino también las expectativas electorales del PSOE.

Apuntes curiosos sobre un escándalo interminable

• Las grabaciones clave han sido realizadas por el propio Koldo García: todo un clásico del género político español.
• Entre los pagos investigados hay 620.000 euros ya detectados… pero hasta 450.000 aún pendientes según algunos testimonios.
• La acusación popular está representada por Iustitia Europa; colabora estrechamente con dirigentes del PP.
• El juez Puente ha dejado claro que no tolerará más dilaciones: “Aquí manda el Tribunal”.
• Pintadas insultantes han convertido la casa familiar de Ábalos en Torrent casi en una atracción local.
• Hay quien asegura que lo único seguro es que ningún protagonista duerme tranquilo estas noches… salvo quizás Santos Cerdán, que aún espera turno ante el juez.

El ‘caso Koldo’ sigue creciendo como bola de nieve judicial justo cuando Sánchez más necesita estabilidad política. Y si algo caracteriza al panorama español estos días es esa sensación permanente… ¡de vértigo!