Bombazo rojiblanco.
Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado y principal accionista del Atlético de Madrid, ha llegado a un acuerdo preliminar para vender el club al fondo estadounidense Apollo Global Management, tal y como adelanta ‘Vozpópuli’.
Esta transacción eleva la valoración de la institución por encima de los 2.000 millones de euros y promete alterar las dinámicas de poder en la alta competición deportiva española.
Aunque el pacto aún está pendiente de firma definitiva y requiere el visto bueno de los socios minoritarios, coloca a Apollo como futuro accionista mayoritario a partir de enero de 2026, con el respaldo de Gil Marín, quien seguiría al mando en la gestión cotidiana del club.
Antecedentes: del legado familiar al capital internacional
Durante años, el Atlético de Madrid ha estado ligado a una gestión familiar, primero bajo Jesús Gil y luego con su hijo Miguel Ángel Gil Marín al frente. El club ya contaba con inversiones de fondos internacionales como Ares Management y Quantum Pacific Group (del magnate israelí Idan Ofer), consolidándose como un referente europeo tanto por sus logros deportivos como por la modernización de sus instalaciones, entre ellas el estadio Metropolitano y el ambicioso proyecto de la Ciudad del Deporte.
El proceso hacia la internacionalización comenzó en 2021, cuando Ares respaldó una ampliación de capital que duplicó la valoración del club hasta alcanzar los 1.000 millones. Desde entonces, Gil Marín ha estado en busca de socios que aporten fortaleza financiera para poder competir con los grandes titanes del fútbol europeo, bien conscientes de que el mercado demanda cada vez más inversiones significativas en fichajes, infraestructuras y visibilidad internacional.
Aspectos clave de la operación
- Valoración sin precedentes: La venta se ha cerrado con una valoración total del club que oscila entre 2.000 y 2.500 millones de euros, una cifra sin comparación en el fútbol español que posiciona al Atlético en lo más alto de las transacciones deportivas en Europa.
- Estructura accionarial: Apollo entrará mediante una ampliación de capital y adquisición de participaciones a los actuales socios (Gil Marín, Ares, Cerezo y Quantum Pacific), quienes permanecerán como minoritarios pero conservarán influencia en la gestión.
- Continuidad en la gestión: El fondo estadounidense no planea hacer grandes cambios en la dirección deportiva; mantendrá a Enrique Cerezo como presidente y a Miguel Ángel Gil Marín como consejero delegado, asegurando así cierta estabilidad institucional y evitando sobresaltos para los aficionados.
- Inyección económica: Parte del capital proporcionado por Apollo se destinará a financiar la nueva Ciudad Deportiva y a remodelar los alrededores del estadio Metropolitano. Estos proyectos están valorados en más de 800 millones de euros e incluyen desde campos de fútbol hasta áreas comerciales y recreativas.
Implicaciones políticas y económicas
La entrada de Apollo al Atlético no solo altera el escenario deportivo; también tiene implicaciones políticas y económicas en España. Este club, uno de los emblemas madrileños con más de 130.000 socios, pasará a estar bajo el control de un gigante financiero global que gestiona activos por valor superior a 800.000 millones de dólares. Esta operación refuerza la tendencia hacia la internacionalización en el fútbol, donde fondos e inversores millonarios desplazan cada vez más a los gestores tradicionales.
Desde un punto vista político, esta venta representa un cambio significativo en cómo interactúan clubes, administraciones y patrocinadores. El Atlético busca consolidar su presencia en mercados como Estados Unidos, Latinoamérica y Asia. La marca rojiblanca ya explota sus derechos audiovisuales y utiliza su estadio como centro para eventos; ahora aspira a dar un salto global bajo el liderazgo financiero de Apollo.
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