Itziar Castro y otros famosos se meriendan a Sánchez e Iglesias por su falta de mano izquierda para formar Gobierno

El fracaso de la investidura de Pedro Sánchez ha activado la cuenta atrás para acudir de nuevo a las urnas, lo cual ha generado reacciones de todo tipo entre los famosos que, aunque en su gran mayoría están de vacaciones, han sacado un momento para expresar su opinión a través de las redes sociales.

Hace dos días ya pudimos leer que Jorge Javier Vázquez comenzaría a valorar votar al Partido Popular si esta situación se producía.

Y así está el patio, algunos más contentos que otros.

En el caso de Carmen Lomana, se siente muy aliviada de que Sánchez no haya pactado con Podemos. Ella pide que Ciudadanos y el Partido Popular ayuden a formar gobierno «de una vez». Además, ha aprovechado la coyuntura para aportar su opinión sobre Gabriel Rufián, así como sobre su falta de altura política.

Risto Mejide habla de política de rotonda, una rotonda con 350 entradas y ninguna salida. “Por eso seguimos dando vueltas, quemando rueda, malgastando pasta y gasolina y mareándonos a todos a bordo. Y ellos, mientras tanto, cobrando el sueldo que les pagamos todos. Eso si”.

El «pequeño Nicolás» tenía claro, desde el principio, que nos estaban llevando a nuevas elecciones:

Y después… optó por echarse una cabezadita, que pensar en el futuro de España es muy cansado.

O, sino, que se lo digan a Itziar Castro, amante del paralelismo y del cine:

El actor José Luis Gil Sanz, en su intento por evitar meter a todos los políticos en el mismo saco, ha pedido en su Twitter que se sustituya “algunos” por “los”:

La periodista María Patiño retwitteaba:

Pedro García Aguado se pregunta si el que hablaba ayer en el Congreso era Pedro o el Presidente en funciones -por saber si creer o no sus palabras- y, ya de paso, lanzarle un zasca a Carmen Calvo:

Dani Mateo ha sido objeto de cantidad de críticas a partir de este tweet, en el que le acusan de no saber sobre política y no conocer la distinción entre izquierdas y derechas.

Mamen Mendizábal tomó posición de forma mucho más conciliadora: