Los audios de la ‘fontanera’ de Pedro Sánchez salpican a todo el Gobierno Frankenstein

Ninguno se salva.

La corrupción que carcome al Gobierno de Pedro Sánchez se extiende más allá de Ferraz y de Moncloa. Todas las instituciones del Estado son susceptibles de ser usadas para cualquier fin espurio o que redunde en la permanencia del líder del PSOE en el poder.

La última muestra de este uso torticero del Estado como si fuera el cortijo personal de los socialistas son las operaciones avanzadas por la fontanera de Sánchez, Leire Díez, en los que se aprecia cómo la ‘periodista’ busca información sobre fiscales y directivos de la UCO para beneficiar al Ejecutivo.

Pero los audios no solo salpican al PSOE, también lo hacen con el resto de formaciones que conforman el Gobierno Frankenstein (Sumar, Bildu, PNV, ERC y Junts).

En uno de ellos, Díez prometió al empresario Alejandro Hamlyn -señalado por la trama de hidrocarburos, una derivada del caso Koldo- ponerle en contacto con el expresidente del PNV, Andoni Ortuzar, para conseguir privilegios para su empresa de hidrocarburos.

Pero en los audios también salpican al partido del prófugo de la Justicia, Carles Puigdemont, y socio preferente de Sánchez. En las conversaciones incide en que buscaba información sobre el fiscal anticorrupción José Grinda, que investigó la trama de corrupción del 3% de Convergencia, antecesora de Junts per Catalunya.

Y salpicados también se ven el resto de formaciones que sostienen al Gobierno de coalición. Bildu, ERC y Sumar en lugar de exigir explicaciones, se han dedicado a intentar quitar hierro al asunto y seguir el relato oficial en el que supuestamente la mujer es una ‘militante más’.

Sobre a quién responde o qué intereses representaba la mujer, cabe señalar que ella afirmó que hablaba “en nombre de los de arriba en el Gobierno”.

Alfonso Rojo trata en el ‘24×7’ sobre este y otros asuntos de actualidad junto al presidente de Manos Limpias, Miguel Bernad.