Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

Los sindicatos a proteger su 'chollo'

Los ‘comegambas’ de CCOO y UGT al rescate de Sánchez: anuncian protestas contra PP y Junts

La derrota del decreto ‘ómnibus’ desata una reacción en cadena amenaza la estabilidad del Ejecutivo Frankestein

Mario Lima 23 Ene 2025 - 08:49 CET
Archivado en:

Más información

El naufragio del Gobierno Sánchez en el Congreso y los 10 insultos de Nogueras al PSOE: «Gandules, trileros, manipuladores…»

Es lo que tiene la afición a las gambas.

Una vez que les has cogido el gusto, como les pasa a Unai Sordo y Pepe Álvarez y encima te has acostumbrado a que te salgan por la cara, cuesta un mundo desengancharte.

Porque altruismo sindical no existe. Al menos en la España actual y prueba de ello es que llevan siete años en los que sólo se han manifestado en favor de los terroristas presos de ETA, la imposición del catalán en las aulas y los privilegios de los liberados.

En un giro digno de las mejores telenovelas políticas, CCOO y UGT saltan ahora a la palestra para defender al Gobierno Sánchez, tras la sonada derrota parlamentaria de este 22 de enero de 2025.

El rechazo al decreto ‘ómnibus’ por parte de PP y Junts ha dejado al Ejecutivo Frankenstein con el paso cambiado y a los sindicatos con el miedo en el cuerpo.

Unai Sordo, secretario general de CCOO, no ha tardado en sacar las uñas: “Es lamentable la actitud de partidos como Junts, de una irresponsabilidad manifiesta, y que van a encontrar contundente respuesta sindical en los próximos meses en las calles”.

Palabras gruesas que suenan más a amenaza que a defensa de los derechos de los trabajadores.

¿Pero qué hay realmente detrás de este repentino ardor guerrero de los sindicatos?

La respuesta, como casi siempre en política, hay que buscarla siguiendo el rastro del dinero.

Los sindicatos mayoritarios, mal llamados ‘de clase‘,  han encontrado en el Gobierno Sánchez, como antes en los de Zapatero e incluso del PP, la gallina de los huevos de oro.

Subvenciones, puestos en consejos de administración, influencia política…

Un maná que no están dispuestos a dejar escapar así como así.

La caída del decreto ‘ómnibus’ no pone en peligro medidas como la subida de las pensiones o las ayudas al transporte, porque bastaría presentar las propuestas por separado para que fueran aprobadas.

Eso no preocupa a los sindicalistas profesionales.

Lo que realmente quita el sueño a los líderes sindicales es la posibilidad de que se tambalee el chiringuito montado en torno al gobierno socialista.

Pepe Álvarez, líder de UGT, ya ha anunciado “movilizaciones contundentes”.

Una amenaza velada que suena más a chantaje que a defensa de los trabajadores.

Un matrimonio de conveniencia

La relación entre el gobierno de Sánchez y los sindicatos UGT y CCOO es un perfecto ejemplo de simbiosis políticofestiva.

El Ejecutivo necesita paz social y apoyo en la calle, mientras que CCOO y UGT buscan mantener su cuota de poder e influencia.

Esta alianza ha dado frutos jugosos para ambas partes:

  1. •Subida del Salario Mínimo Interprofesional
  2. •Reforma laboral pactada
  3. •Aumento de las subvenciones a los sindicatos
  4. •Presencia sindical en órganos consultivos y empresas públicas

Pero ahora, que el castillo de naipes parlamentario de Sánchez amenaza con derrumbarse, la hipocresía queda al descubierto.

Y organizaciones que se definen como “defensoras de los trabajadores” se alinean sin pudor con un gobierno que ha llevado a cabo políticas económicas nefastas y más que cuestionables.

¿Dónde estaban las protestas sindicales cuando la inflación devoraba el poder adquisitivo de los trabajadores?

¿O cuando se aprobaron subidas de impuestos que afectan principalmente a las clases medias?

La respuesta es simple: callados y bien alimentados en los despachos oficiales.

Un futuro incierto

La jugada de PP y Junts ha dejado al gobierno de Sánchez en una posición delicada.

Sin una mayoría estable en el Congreso, el Ejecutivo se enfrenta a un futuro de negociaciones constantes y equilibrios imposibles.

En este escenario, los sindicatos se perfilan como uno de los pocos aliados fieles que le quedan al presidente.

Pero su apoyo tiene un precio, y no es precisamente barato.

La pregunta es: ¿hasta cuándo podrá Sánchez seguir pagando esa factura?

Y más importante aún: ¿quién acabará pagándola realmente?

El teatro de la calle

Las “movilizaciones contundentes” anunciadas por los sindicatos prometen ser un espectáculo para solaz de la TVE sanchista y los medios de la Brunete Pedrete.

Veremos a los de siempre, que no serán muchos,  con las pancartas de siempre, gritando los eslóganes de siempre y abriendo los telediarios y como tema en las tertulias del régimen.

Pero detrás de esa fachada de indignación popular, lo que realmente se estará jugando es la supervivencia de un modelo sindical caduco y desprestigiado.

CCOO y UGT saben que su futuro está ligado al de este gobierno.

Si Sánchez cae, ellos no perderán  influencia porque tienen ya muy poca, pero si los más importante: financiación.

Eso último, aunque el PP tiene proclividad a acudir en su ayuda.

Perlas y sindicatos:

  1. CCOO y UGT reciben anualmente más de 15 millones de euros en subvenciones directas del Estado.
  2. Ambos sindicatos tienen representantes en los consejos de administración de más de 30 empresas públicas.
  3. El patrimonio inmobiliario de CCOO y UGT supera los 1.000 millones de euros.
  4. Menos del 15% de los trabajadores españoles está afiliado a algún sindicato.
  5. Los líderes sindicales cobran sueldos que superan los 100.000 euros anuales.
  6. CCOO y UGT han perdido más de un millón de afiliados en la última década.

Más en Gobierno

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by