Andrea de la Torre destapa la caja de los truenos: el mensaje a Ábalos tras el chantaje de Cerdán apunta directamente a Pedro Sánchez

Sube el nivel de porquería.

Y se solidifica la impresión de que todos, empezando por Pedro Sánchez, estaban en el ajo.

Ya no controlan el relato.

En la política española, pocas veces una conversación privada ha tenido tanto eco público.

En pleno estallido del caso Koldo, OKDIARIO ha desvelado los mensajes de Andrea de la Torre a José Luis Ábalos, su expareja y exministro de Transportes, en los que se detalla el chantaje orquestado por Santos Cerdán—ex secretario de Organización del PSOE ahora en prisión provisional—para garantizar el silencio de Ábalos y proteger al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La conversación no tiene desperdicio.

Andrea lanza una frase demoledora: «Toda la izquierda merece saber de qué palo van», en alusión directa a las maniobras internas que, según ella, desnudan las verdaderas prácticas del partido en Ferraz.

Pero lo realmente explosivo es cómo Andrea insiste en que Cerdán actuó «mandatado» por el marido de Begoña.

«Tú me dijiste que venía de parte del presidente», recuerda ella en un mensaje, dejando claro que en esta partida nadie se movía sin autorización desde la cima.

El arte del “te lo pido como favor” y los contratos de 90.000 euros

La intrahistoria se remonta a una reunión celebrada en febrero de 2024 en la casa de Ábalos y Andrea, en Rivas Vaciamadrid. Según los mensajes publicados, Cerdán llegó con una propuesta muy concreta: ofrecerle al exministro tres contratos por valor total de 90.000 euros a cambio de que renunciara a su escaño y guardara silencio sobre el caso Koldo, una trama de presunta corrupción vinculada a mordidas en adjudicaciones públicas durante la pandemia.

Pero el “pack” no acababa ahí: se incluía una columna en un medio afín y toda la parafernalia habitual para maquillar un retiro dorado. «En la grabación Santos te ofrecía dos contratos en empresas públicas y una columna, pero dejamos el móvil grabando porque venía de parte de Moncloa», relata Andrea. La tensión fue tal que ella misma abandonó la reunión antes de que concluyera.

La presión iba acompañada también de advertencias veladas: perder la “protección” del partido podía tener consecuencias imprevisibles para quien osara romper el pacto tácito del silencio.

Sánchez, Cerdán, Koldo… y el miedo a las revelaciones

El contexto no podía ser más explosivo. Santos Cerdán, considerado hombre fuerte de Ferraz y persona de máxima confianza de Sánchez, fue detenido e ingresó en prisión provisional acusado por delitos graves: organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. La instrucción judicial sostiene que era él quien recaudaba comisiones indebidas y las hacía llegar tanto a Ábalos como a Koldo García, exasesor del ministro.

El propio Ábalos reconoció ante OKDIARIO que «Pedro Sánchez envió a Santos Cerdán a hacerme una oferta para que dejara mi escaño», subrayando que todo se hizo bajo mandato presidencial. El temor en Moncloa es tan palpable que, según informaciones recientes, el PSOE ha decidido no querellarse contra Ábalos por las filtraciones conocidas gracias a OKDIARIO: cualquier movimiento podría abrir aún más la caja de los truenos.

El enfado (y hartazgo) de la exministra

Andrea no solo se convierte en testigo directo del encuentro clave sino también en portavoz involuntaria del malestar interno. Su empeño por hacer públicos estos hechos responde al convencimiento —compartido por buena parte del electorado socialista desencantado—de que “la izquierda merece saber qué hay detrás”. Su mensaje va mucho más allá del despecho sentimental; es un grito contra el doble rasero y las prácticas opacas dentro del PSOE.

El modus operandi: favores, contratos y tramas familiares

La investigación ha dejado al descubierto un patrón ya habitual: favores cruzados y colocaciones exprés para allegados. No solo Andrea figura entre las beneficiadas; también Jessica Rodríguez, Claudia Montes o Nicoleta aparecen vinculadas por relaciones personales o laborales con miembros clave del círculo socialista. El tráfico de influencias salpica incluso a familiares y amigos próximos.

Las investigaciones judiciales describen un sistema donde nada se decidía sin luz verde desde arriba. Un testigo declaró ante el juez que “las decisiones clave no se tomaban sin el visto bueno de la cúpula política”, situando a Cerdán como último filtro y máximo responsable operativo dentro del engranaje corrupto.

¿Por qué teme Sánchez a Ábalos?

El último giro es especialmente jugoso para los cronistas políticos: ¿por qué Pedro Sánchez evita enfrentarse públicamente a Ábalos? La respuesta parece clara. En Ferraz temen nuevas filtraciones o grabaciones comprometedoras que puedan involucrar directamente al presidente o revelar detalles aún más comprometedores sobre la gestión interna durante la pandemia y las adjudicaciones exprés.

De hecho, fuentes internas reconocen que Sánchez prefiere aguantar el chaparrón mediático antes que arriesgarse a abrir un proceso judicial contra su antiguo ministro. El riesgo —dicen— sería inasumible.

Mientras tanto, Ferraz sigue mirando hacia otro lado… hasta que suene otro móvil.