La temporada estival ha traído bajo el brazo una nueva controversia política: la seguridad que rodea tanto a Pedro Sánchez como a los expresidentes anteriores. El último giro de guion ha sido que Fernando Grande-Marlaska, titular de Interior, ha decidido retirar a Mariano Rajoy el refuerzo adicional de escoltas que históricamente acompañaba al expresidente durante sus vacaciones en Sangenjo (Pontevedra). Por primera vez desde que abandonó La Moncloa, Rajoy se queda sin los dos agentes extra de vigilancia estática que completaban su dispositivo habitual, una medida que ha sorprendido incluso a sectores del propio PP y reabre el debate sobre la igualdad de trato institucional entre exjefes del Ejecutivo.
En paralelo, la protección que recibe José Luis Rodríguez Zapatero en Lanzarote roza lo extraordinario: once agentes más de la Guardia Civil han sido destacados este año para reforzar su seguridad personal durante su estancia vacacional en la lujosa urbanización de Famara Bungalows, sumándose a su escolta habitual. No es un simple matiz: la diferencia entre ambos dispositivos resulta clamorosa y ha encendido las alarmas políticas y mediáticas sobre los criterios (o falta de ellos) que rigen la asignación de recursos públicos para la protección de expresidentes.
Lanzarote: epicentro del “blindaje” político
Pero si el refuerzo a Zapatero llama la atención, lo de Pedro Sánchez durante sus vacaciones en la Residencia Real de La Mareta directamente bate récords: 95 agentes han sido movilizados para custodiar al presidente y su familia, según documentos internos y fuentes policiales. El despliegue incluye unidades de élite, técnicos en desactivación de explosivos (GEDEX), especialistas subacuáticos (GEAS), personal sanitario e incluso equipos completos del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES).
- El dispositivo se organiza en varios anillos:
- 24 escoltas personales para Sánchez, organizados en turnos.
- 18 policías nacionales dedicados solo a la protección de su familia.
- Cuatro agentes fijos para vigilancia técnica e infraestructuras.
- Seis agentes GOES para intervención inmediata ante situaciones críticas.
- Refuerzo con unidades GRS, GEAS, Servicio Marítimo y USECIC para apoyo logístico.
Este “batallón” policial no solo supera con creces cualquier operativo anterior, sino que cuadruplica los dispositivos movilizados en tiempos de Rajoy.
Prohibido navegar: La Mareta se blinda por mar y tierra
El blindaje no se limita al ámbito terrestre. Durante la presencia presidencial en Lanzarote, las autoridades han declarado zona marítima prohibida el entorno inmediato a La Mareta. Se amplía así el tradicional perímetro de seguridad —de 200 a 400 metros— restringiendo incluso el tráfico náutico y cortando accesos viarios cuando es necesario. Las patrullas marítimas y subacuáticas velan por evitar cualquier acercamiento sospechoso tanto desde tierra como desde el mar.
- Entre las curiosidades del enclave:
- La Mareta fue construida por orden del rey Hussein de Jordania.
- Gestionada hoy por Patrimonio Nacional, suma más de 30.000 metros cuadrados e incluye helipuerto, lago artificial, diez bungalows independientes y jardines diseñados por César Manrique.
- Ha alojado a figuras como Mijaíl Gorbachov, Helmut Kohl o José María Aznar.
¿Por qué tanta diferencia? El tablero político tras las escoltas
La asimetría entre los dispositivos asignados a Rajoy y Zapatero —y el fortísimo despliegue en torno a Sánchez— ha generado malestar dentro y fuera del ámbito político. Desde Interior se justifica que la protección de presidentes y expresidentes responde a “criterios estratégicos” y que la planificación recae en Presidencia del Gobierno, aunque corresponde al Ministerio ejecutar los dispositivos. Sin embargo, fuentes consultadas denuncian arbitrariedad política y ausencia de transparencia en la asignación real de recursos.
En círculos populares cunde la sospecha: ¿se penaliza al adversario político mientras se privilegia al aliado? No faltan quienes apuntan que estas decisiones pueden tener más que ver con afinidades partidistas que con criterios objetivos de riesgo o protocolo institucional.
Por si fuera poco, algunos analistas subrayan el contraste con la drástica reducción generalizada del número total de escoltas públicos —especialmente tras el fin del terrorismo etarra— frente al crecimiento puntual pero muy visible del blindaje a ciertos dirigentes actuales o pasados.
Claves del verano político… bajo vigilancia
- Rajoy pierde por primera vez su refuerzo vacacional habitual; Zapatero suma once agentes extra.
- Sánchez bate récords con 95 efectivos desplegados solo en Lanzarote.
- Se declara zona marítima prohibida alrededor de La Mareta; se amplía perímetro terrestre.
- La gestión recae formalmente en Presidencia pero ejecuta Interior; crecen las dudas sobre equidad institucional.
A día de hoy, 25 de agosto de 2025, el debate está servido. En las tertulias políticas ya se habla más del “verano seguro” que del “verano azul”. Y mientras tanto, algunos nostálgicos recuerdan aquellos años en que un expresidente podía pasear casi como un ciudadano cualquiera… aunque solo fuese hasta la orilla.
Para los amantes del detalle: la villa veraniega donde descansa Zapatero cuenta con dos dormitorios, piscina privada y jardín… pero una hipoteca sorprendentemente baja para un inmueble valorado en más de un millón. Eso sí, ni siquiera el mejor sistema domótico iguala la tranquilidad que otorgan once agentes apostados día y noche. ¿Vacaciones relajadas? Depende mucho… del color político.
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