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De caradura, andan sobrados.
Todos los miembros de la familia Sánchez-Gómez.
La política española tiene una extraña habilidad para mezclar lo pintoresco con lo institucional, y pocas historias lo ilustran tan bien como la protagonizada por David Sánchez, conocido en los círculos musicales como ‘Azagra’ y hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La última exclusiva de Alejandro Entrambasaguas en ‘El Debate’ ha destapado que la autocaravana de ‘Azagra’ permaneció durante dos años aparcada en un rincón privilegiado del complejo de La Moncloa, mientras el músico aseguraba que residía en Portugal para beneficiarse fiscalmente.
El relato, digno de una tragicomedia administrativa, comienza cuando la autocaravana —un Peugeot Boxer camperizado de segunda mano y equipado con todas las comodidades de una vivienda nómada de lujo— entra discretamente en el recinto presidencial en septiembre de 2023.
Allí permaneció hasta mayo de 2025, con la justificación, según el propio Sánchez, de que “no tenía dónde aparcarla”.
A día de hoy, 20 de septiembre de 2025, el asunto sigue levantando ampollas tanto en la opinión pública como en los pasillos del poder.
Dos años de estacionamiento preferente
La situación, que podría parecer un simple olvido, cobra otra dimensión al analizar el contexto: la autocaravana no era un vehículo cualquiera, sino un modelo de gran volumen, con cocina, calefacción, ducha, sistema de ventilación automática y hasta espacio de trabajo con wifi. Aparcar este tipo de vehículos en Madrid es un lujo: en zonas próximas a La Moncloa, el coste de una plaza de garaje supera con creces los 2.000 euros anuales. Así, el hermano del presidente consiguió, de facto, ahorrarse una suma considerable a costa de un espacio reservado normalmente a funcionarios en activo.
El Debate preguntó oficialmente al Ministerio de la Presidencia sobre los costes para el contribuyente de mantener allí el vehículo: si estuvo conectado a la red eléctrica, si repostó en la gasolinera reservada para vehículos oficiales y bajo qué justificación se permitió la ocupación de la plaza. La respuesta fue el silencio administrativo. Eso sí, cuatro días después de registrar la petición, David Sánchez retiró apresuradamente la autocaravana, aunque las pruebas gráficas demuestran que estuvo allí casi dos años completos.
La doble vida de ‘Azagra’: Moncloa, Portugal y la Agencia Tributaria
Pero el vehículo no es más que la punta del iceberg. Durante ese mismo periodo, David Sánchez simulaba residir en Portugal para acogerse a las ventajas fiscales del país vecino, mientras en realidad pernoctaba en la capital española, a escasos metros del edificio donde se celebran los Consejos de Ministros. De cara a la justicia, declaró vivir en Elvas, ciudad lusa donde compró un palacete en ruinas abonado al contado y que, años después, sigue vacío. Un domicilio fiscal ficticio que le permitió tributar menos mientras disfrutaba de los servicios y privilegios de La Moncloa.
En la investigación judicial, la magistrada Beatriz Biedma, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz, fue informada por Sánchez de su residencia en Portugal. Sin embargo, pruebas fotográficas y testimonios recogidos por El Debate sitúan al músico viviendo realmente en Badajoz y Madrid, en viviendas a nombre de terceros, lo que dificulta el rastreo por parte de la Agencia Tributaria.
Privilegios y recursos públicos: la familia presidencial en el foco
La historia suma otro capítulo con la implicación de Kaori Matsumoto, esposa de David Sánchez, quien según desvela también Alejandro Entrambasaguas, utilizó en varias ocasiones un vehículo medicalizado de Presidencia para acudir a revisiones ginecológicas durante su embarazo. Dicho recurso sanitario está reservado de manera exclusiva al presidente, pero fue puesto a disposición de la pareja del hermano, lo que podría constituir un delito de malversación de fondos públicos, según varios juristas consultados.
Estos episodios forman parte de una arquitectura de privilegios que, según el periodista de investigación, ha permitido que los lazos familiares del presidente se beneficien sistemáticamente de los recursos públicos y las ventajas del poder. El asunto, documentado exhaustivamente en el libro La Sagrada Familia, revela cómo la frontera entre lo público y lo privado se ha ido difuminando en beneficio del círculo más íntimo del sanchismo.
El humor involuntario de la política: de la autocaravana al “no tengo dónde aparcarla”
La justificación de David Sánchez —“no tengo dónde aparcarla”— ha generado no poca sorna en redes sociales y tertulias políticas. En un país donde aparcar en Madrid es una odisea para cualquier ciudadano, saber que la solución pasa por dejar la autocaravana en el parking presidencial ha causado perplejidad y un punto de resignación cómica. El episodio ha sido bautizado por algunos analistas como “el caso del okupa institucional”, en clara alusión a los problemas de ocupación de viviendas que afectan a miles de españoles.
Consecuencias políticas y judiciales en el horizonte
La historia, lejos de ser anecdótica, podría tener consecuencias de calado. La utilización de recursos públicos para fines privados, la simulación de residencia fiscal y la ocupación indebida de plazas de aparcamiento en instalaciones oficiales son hechos que, según los expertos consultados por El Debate, pueden derivar en delitos de malversación y fraude a Hacienda y a la Seguridad Social.
Por el momento, ni el Ministerio de la Presidencia ni el propio Pedro Sánchez han ofrecido explicaciones públicas convincentes, lo que alimenta la percepción de opacidad y privilegio en la gestión de los recursos institucionales.
Curiosidades y datos que no dejan indiferente
- La autocaravana de David Sánchez estuvo aparcada en Moncloa durante 20 meses, un récord difícil de igualar incluso para los más avezados en la búsqueda de estacionamiento en la capital.
- El palacete de Elvas, comprado como coartada fiscal, sigue vacío y sin habitar, mientras que el vehículo habitual de Sánchez, un Honda CR-V, sí tenía plaza de garaje alquilada en Badajoz.
- La investigación periodística que destapó el caso es otra exclusiva de Alejandro Entrambasaguas en ‘El Debate’, quien ha dedicado más de 500 páginas en su libro a desentrañar los privilegios familiares en torno a La Moncloa.
- El episodio ha abierto un nuevo capítulo en la ya extensa saga de polémicas en el entorno del presidente, demostrando que en España la realidad política siempre supera a la ficción.
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