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El último indicio, fenómeno o síntoma es el revuelo montado con el tour universitario de Vito Quiles.
Cierto que hay quien sospecha que detrás hay también una jugada política compleja y basta ver tuits como el subido por Muy Mona, quien escribe:
‘A la universidad primero fue Macarena Olona, después Iván Espinosa y ahora Vito Quiles… ¿Encuentran el factor común?’
En el corazón político de Madrid, ya no hay dudas: a Pedro Sánchez le huele el culo a pólvora.
Y algo mucho más relevante y profundo: los jócvenes españoles y de forma singular los que tienen entre 18 y 25 años, se inclinan mayoritariamente por VOX.
La legislatura, lejos de calmarse, ha entrado en una etapa de máxima tensión, con un Gobierno socialista acorralado por escándalos de corrupción, un desgaste institucional palpable y una polarización que no da tregua.
El “péndulo electoral” amenaza con dar un giro sin precedentes y, para sorpresa de muchos, el impulso clave podría venir de un sector inesperado: la juventud.
El terreno está preparado para la tormenta.
Después de siete años bajo el sanchismo, la percepción sobre la democracia ha cambiado drásticamente —de una democracia plena a una democracia fallida, según han apuntado voces críticas desde la oposición y medios analíticos—.
La falta de presupuestos, el asedio a los contrapesos institucionales y la dependencia parlamentaria de socios nacionalistas y separatistas han dañado la imagen del Ejecutivo y, con ella, la confianza entre los votantes.
La estrategia polarizadora del marido de Begoña, gobernando “por odio y no por adhesión”, ha logrado mantener un núcleo duro de apoyo. Pero esto ha sido a costa de ampliar la brecha y dejar fuera del juego a amplios sectores sociales, sobre todo entre los jóvenes.
Estos sienten que su futuro se les escapa entre los dedos.
Los jóvenes y Vox: de la izquierda al giro punk
Hasta hace poco más de dos legislaturas, el voto joven era sinónimo de progresismo y afinidad con la izquierda.
Sin embargo, ese esquema ha quedado desfasado.
El último barómetro del CIS y otros institutos demoscópicos coinciden en una realidad reveladora: VOX se ha convertido en la opción más votada entre los españoles de 18 a 24 años.
Este fenómeno no es solo una anécdota pasajera; refleja un cambio estructural donde el partido liderado por Santiago Abascal triplica las intenciones de voto del PP y supera ampliamente al PSOE y Sumar en este segmento.
Algunos datos dan cuenta del seísmo:
- Uno de cada cuatro jóvenes entre 18 y 24 años tiene previsto votar a Vox (25,1%).
- Entre los hombres menores de 35 años, el apoyo puede alcanzar hasta el 40%.
- En el colectivo estudiantil, Vox obtiene ya el 27% de los votos estimados.
- En cuanto a las mujeres jóvenes, su ascenso es aún más notable: el 21% de las menores de 30 votaría hoy por Vox, triplicando cifras respecto a hace dos años.
Este cambio no es casual.
Los jóvenes que antes encontraban en la izquierda un refugio ante el conservadurismo ahora ven en VOX una nueva forma de rebeldía. Su hartazgo hacia lo políticamente correcto, su rechazo a la censura en redes sociales y su crítica hacia la ideología de género han calado hondo.
Abascal ha sabido canalizar ese malestar ofreciendo una identidad nacional “sin complejos”, enfrentándose a lo que muchos consideran una dictadura progre y una democracia adormecida.
Encuestas y barómetros: el “efecto Vox” y el desplome socialista
Lo que realmente inquieta al Gobierno son las contundentes evidencias que reflejan los sondeos sobre esta nueva tendencia. El barómetro del CIS correspondiente a julio de 2025 coloca a Vox en lo más alto entre los jóvenes, con una diferencia abrumadora respecto a sus competidores. Sigma Dos y otras firmas privadas corroboran este sorpasso; titulares como “La derecha es el nuevo punk” o “Los jóvenes giran hacia la derecha” proliferan en los medios nacionales.
Mientras tanto, el PSOE observa atónito cómo su electorado más joven se escapa. En las elecciones generales de 2023, Sánchez logró mantenerse gracias al voto juvenil; sin embargo, ahora la situación se ha dado vuelta drásticamente. Los veinteañeros ya no se sienten identificados con las propuestas socialistas ni con las políticas públicas que Vox critica duramente al afirmar que “condenan a los jóvenes a ser la primera generación en vivir peor que sus padres”.
Las razones detrás del fenómeno son diversas:
- Crisis habitacional: La dificultad para acceder a una vivienda digna se ha convertido en uno de los grandes dramas generacionales. Las ayudas anunciadas por el Gobierno apenas han servido para aliviar este malestar.
- Precariedad y falta de expectativas: La “generación caracol” avanza con su hogar sobre sus espaldas, sin poder echar raíces ni aspirar a una estabilidad como las anteriores generaciones.
- Impacto de las redes sociales: Plataformas como TikTok, Instagram y YouTube han permitido que Vox conecte con los jóvenes mediante mensajes directos y combativos, lejos del corsé habitual que impone la política tradicional.
Elecciones 2026: un escenario abierto y la amenaza de un “pendulazo” histórico
El panorama electoral para 2026 se presenta más incierto que nunca. Si esta tendencia persiste, España podría estar ante un “pendulazo” histórico donde la derecha —y especialmente Vox— marquen un cambio decisivo en el ciclo político. El propio Sánchez lucha por resistir hasta finalizar su legislatura mientras enfrenta crisis internas y una creciente presión mediática; incluso dentro de su entorno se reconoce que este desgaste es profundo y difícilmente revertible.
La “mutación democrática” detectada por algunos analistas —de democracia plena a democracia fallida— podría acarrear consecuencias imprevisibles para nuestra estabilidad institucional. Ya no solo se debate sobre economía o gestión pública; cuestiones fundamentales como la integridad territorial o igualdad ante la ley están sobre la mesa junto con la propia supervivencia del modelo constitucional.
Curiosidades y datos sorprendentes
- En 2019, Vox apenas lograba captar entre un 3-4% del voto juvenil; hoy ronda entre un 25-30%, multiplicando por seis o siete su apoyo en solo seis años.
- Su discurso “antiprogresista” junto con su lucha contra la censura han convertido a Vox en el partido preferido por parte de la Generación Z, incluso por delante del PP y PSOE.
- La brecha generacional es notable: un 52% de chicos entre 16 y 24 años sostiene que ahora hay más discriminación hacia los hombres que hacia las mujeres; este dato alimenta aún más su inclinación hacia partidos radicales como Vox.
- Profesores y sociólogos advierten sobre cómo valores conservadores están ganando terreno entre adolescentes en las aulas; algo muy distinto respecto a lo observado hace apenas diez años.
- La política española sigue adentrándose en una fase vertiginosa e inédita donde cualquier resultado parece posible… excepto quizás lo aburrido.
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