El rumor se propaga por Madrid y se cuela en cada debate político: marzo de 2026 podría convertirse en la próxima cita de gran relevancia en el calendario electoral español.
La idea de un superdomingo electoral ha dejado atrás su carácter especulativo para transformarse en una posibilidad real ante la tormenta que se avecina en diversas comunidades autónomas bajo el mando del PP, donde las relaciones con VOX están más tensas que una cuerda de guitarra lista para un potente solo.
La opción de llevar a cabo elecciones simultáneas en Castilla y León, Aragón, Extremadura e incluso Andalucía se apoya en un viejo principio de la política española: cuando los presupuestos se estancan, las urnas suelen salir a escena.
En el corazón de este sismo político, el bloqueo presupuestario surge como el principal detonante.
VOX ha cerrado filas y se niega a facilitar la aprobación de las cuentas en Aragón y Extremadura, mientras que en Baleares y Castilla y León tampoco hay motivos para el optimismo.
De este modo, la amenaza del adelanto electoral planea sobre los gobiernos populares, y la idea de un superdomingo cobra fuerza conforme aumentan las tensiones.
Nadie puede descartar que en este peculiar tablero político español sea finalmente el azar… o los números parlamentarios quienes marquen el desenlace final.
El PSOE y sus aliados no aguantan el baño de Samuel Vázquez (VOX) en el Parlamento de Canarias y huyen como conejos https://t.co/o26McA7o4f
— Periodista Digital (@periodistadigit) October 24, 2025
Azcón, Prohens y Guardiola: negociaciones, órdagos y la sombra de Vox
En este tablero complejo, Jorge Azcón (Aragón) y Marga Prohens (Baleares) han optado por una postura dialogante, buscando establecer comunicación directa con Vox en Madrid para evitar una convocatoria anticipada.
Sin embargo, la presidenta extremeña, María Guardiola, ha sido clara: si no hay presupuestos, habrá elecciones.
Esta posición no es meramente una táctica; está fundamentada en la convicción de que no es posible gestionar una autonomía bajo un bloqueo constante. El horizonte que maneja Guardiola apunta a marzo, coincidiendo con Castilla y León, o incluso diciembre si las circunstancias se complican.
La actitud de VOX, según indican fuentes cercanas al PP, obedece a una estrategia nacional delineada desde Madrid por Santiago Abascal.
El partido ultraderechista busca distanciarse y presentarse como una alternativa real, no como un simple apoyo del PP.
Por ello, ha decidido no negociar con los populares en Aragón y Extremadura, amenazando con aplicar esta táctica en otras regiones.
En este contexto, Feijóo ha decidido dar libertad: cada barón podrá decidir si anticipa elecciones o no, aunque Génova mantiene un ojo avizor sobre los movimientos de Vox, sabiendo que este tira de los hilos para llevar a las mayorías a las urnas.
Feijóo, el ‘árbitro’ que deja jugar a sus barones
La dirección nacional del PP, liderada por Alberto Núñez Feijóo, ha adoptado una postura neutral: ni promueve adelantos ni los desaconseja. El mensaje es claro: cada presidente autonómico tiene el poder de decidir si convoca o no elecciones anticipadas según lo que ocurra en su territorio.
Esta libertad no impide que desde Génova se evalúe el impacto positivo que podría conllevar una victoria múltiple durante un superdomingo electoral, similar a lo vivido en las municipales y autonómicas del 2023. Sin embargo, voces internas alertan sobre el riesgo que implica no contar con presupuestos; esto podría afectar negativamente al PP si se percibe incapacidad administrativa, argumento que han utilizado frecuentemente para criticar a Pedro Sánchez.
En Andalucía, Juanma Moreno Bonilla sigue firme en su intención de agotar la legislatura hasta junio de 2026; sin embargo, no descarta un adelanto técnico si el panorama estatal cambia.
En Baleares, Prohens descarta por ahora convocar elecciones anticipadas; pero tanto la presión migratoria como la influencia de Vox pueden alterar rápidamente esta decisión.
VOX mueve ficha y el PSOE observa el tablero
La estrategia adoptada por Vox para bloquear los presupuestos tiene un doble propósito: desgastar al PP en territorios clave mientras se posiciona como la verdadera alternativa conservadora.
Mientras tanto, el PSOE observa este pulso con cierta desconfianza.
En Ferraz consideran que la amenaza del superdomingo es solo “un brindis al sol”, aunque están preparados para cualquier eventualidad. Si finalmente coinciden las elecciones en varias autonomías, su impacto nacional sería indiscutible; especialmente si coincide con el juicio al hermano de Pedro Sánchez o con otros casos judiciales que podrían marcar el rumbo de la campaña.
Por si fuera poco, algunos sectores socialistas contemplan también la posibilidad de que Sánchez opte por adelantar las generales ante la presión judicial creciente y la fatiga acumulada durante esta legislatura; buscando así una jugada maestra electoral que movilice su electorado bajo el histórico lema de “frenar a la derecha extrema”.
Un ‘superdomingo’ o una cascada electoral: escenarios abiertos
En estos momentos hay dos grandes posibilidades compitiendo por imponerse:
- Superdomingo electoral: Coincidencia de elecciones en Castilla y León, Aragón, Extremadura y potencialmente Andalucía y Baleares. Esta opción permitiría al PP buscar una victoria múltiple mientras se presenta como alternativa sólida frente a Sánchez.
- Cascada electoral: Celebración escalonada de elecciones durante varios meses para desgastar progresivamente al PSOE adaptándose a las características particulares de cada comunidad autónoma. Esta opción es favorecida por ciertos sectores dentro del PP que temen que una derrota múltiple pueda ser devastadora para su imagen.
La decisión final dependerá tanto de los presidentes autonómicos respecto a sus presupuestos como del rumbo que tomen las encuestas; por ahora estas parecen favorecer al PP en gran parte del territorio involucrado aunque nadie puede descartar un repunte significativo de Vox durante la campaña.
Curiosidades y datos llamativos del caso
- El término superdomingo electoral ha ganado popularidad recientemente; sin embargo rara vez se ha concretado tan sincronizadamente como ahora parece plantearse.
- Las decisiones estratégicas dentro de Vox son tomadas en Madrid pero su efecto es especialmente perceptible en comunidades como Aragón y Extremadura donde buscan consolidar su perfil propio.
- En Castilla y León ya hay fecha marcada: 15 de marzo de 2026. Las demás autonomías observan atentamente el calendario con bolígrafo listo para actuar si fuera necesario.
- El PP siempre ha criticado las prórrogas presupuestarias bajo Sánchez; ahora se enfrenta al reto similar dentro sus propios feudos autonómicos.
- El desenlace podría coincidir con el juicio al hermano de Pedro Sánchez así como con la precampaña andaluza; ingredientes adicionales para un menú electoral repleto de emociones fuertes.
