Más información
Se cumplen hoy veinte años de aquella mañana brumosa y aciaga de 2004, en la que España se despertó entre sangre y lágrimas. No lo hemos olvidado, ni lo haremos; ni siquiera hemos hecho el duelo por los casi doscientos inocentes inmolados en una suerte de ritual en honor a la Bestia, siempre sedienta de dolor y muerte. Tampoco hemos deglutido el “bocado” con el que intentaron obnubilar nuestra razón y obligarnos a admitir la falacia de un relato de laboratorio; una farsa urdida desde las cloacas del sistema, con el fin de cambiar el rumbo de España: su política, su moral y su idiosincrasia. El 11-M fue el atentado de falsa bandera más espeluznante de nuestra historia, sobre el que se ha tendido un velo de misterio, censura, traición y cobardía. ¡Nunca los seres honrados deben hincarse ante el Mal! Y en este caso, el poder político, el judicial y la prensa se pusieron de rodillas. Es cierto que algunos medios de comunicación se posicionaron contra la mentira oficial y fueron muy beligerantes durante la instrucción sumarial y la posterior sentencia del juez Bermúdez. Pero un tiempo después, casi todos acabaron por dar carpetazo y no exigir más investigaciones. ¡Vergonzoso!
Es opinión generalizada entre los analistas de calado que el atentado se perpetró para dar un vuelco a las previsiones electorales e iniciar el hundimiento de España en todos los niveles. Ni por asomo iba a ganar las elecciones el PSOE, pero ahí estaba la alcantarilla del sistema para agitar la conciencia de los ciudadanos, y no hay método más eficaz que a través de la manipulación emocional. Y lo consiguieron en un tiempo récord. Rodríguez Zapatero, contra todo pronóstico, resultó vencedor en los comicios y ese fue el inicio de la pendiente resbaladiza del disparate. Fueron meses y meses dando estopa al Partido Popular en todos los medios, desde el día mismo de la jornada de reflexión –las elecciones eran el 14—, con mentiras al por mayor y una manifestación ante la sede del PP en Génova.
En 2005 entrevisté a Mariano Rajoy y tuve la oportunidad de hablar con él fuera de cámara. Por cierto, encantador, buen conversador, muy agradable e incluso atractivo. Por aquellos días, si bien ya sabíamos que por encima de los políticos siempre planea y dirige el oscuro “poder en la sombra”, aún considerábamos que era posible cierta capacidad de maniobra. Pero no. He dicho y escrito en varias ocasiones que Rajoy no pudo cumplir con su programa de campaña, tras dos infaustas legislaturas de Zapatero, porque recibió “órdenes de arriba”, es decir, de las élites globalistas que ya estaban desplegando la Agenda 2030. Rajoy fue un títere más, puesto en el sillón presidencial para hacer continuismo del zapaterismo y, en cierta manera, blanquearlo. De hecho, no derogó ninguna de las leyes que había prometido. Cuando lo entrevisté, manifestó su firmeza en abordar el tema del 11-M y llegar al fondo. Ni él mismo sabía el programa que le tenían preparado una vez alcanzado el poder.
Zapatero llegó fuerte al Palacio de la Moncloa con el propósito de destruir España; muy bien pertrechado por quienes mueven los hilos, con toda la prensa a su favor, una derecha en shock y deprimida que habría de pasar las de Caín a lo largo de un éxodo de ocho años. Fue el inicio de la deriva de España. Zapatero desenterró el sentimiento guerracivilista despertando el odio entre los dos bandos, por hechos que la mayoría no habíamos vivido; teniendo siempre la mentira y la tergiversación de la Historia como aliadas. Para apoyar esta dinámica de enfrentamiento y odio, promulgó la Ley de memoria histórica y creó con el resto de partidos el Pacto del Tinell, un “cordón sanitario” para sacar a la derecha de toda opción de gobierno.
El sanchismo es una consecuencia de aquellos días grises de corrupción política, económica, judicial y moral. Zapatero, aparte de arruinar a España económicamente, inició el proceso de inmigración ilegal de musulmanes –para cumplir con el Plan Kalergi—, pactó con la ETA la disolución de la banda, a cambio de nada, cuando ya estaba acorralada; acercó y puso en libertad a terroristas con delitos de sangre y pactó con los independentistas golpistas, prometiéndoles referendos bilaterales. El golpe de Estado de Sánchez, la actual ley de amnistía, la deriva de la Justicia, la tremenda corrupción en todos los niveles es una consecuencia del zapaterismo.
¿Recuerdan cuando Nicolás Maduro dijo aquello de: “En España manda Delcy Rodríguez?”. Es totalmente cierto. Zapatero, a través del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla se codeó con todos los políticos y simpatizantes narco-comunistas de Hispanoamérica y estableció las relaciones que ahora continúa Sánchez, mientras él sigue con los narcotraficantes y demás gente del hampa haciendo negocios y política.
Durante las dos legislaturas de Zapatero la sociedad española fue atacada en sus valores y sometida a un proceso de lavado de cerebro a través de la ingeniería verbal. La ley de violencia de género, el lenguaje inclusivo, la Ley de plazos del aborto, la de la eutanasia –que no se llegó a promulgar hasta la llegada de Sánchez—, la paridad, las cuotas, la educación para la ciudadanía, el anticlericalismo, la cristofobia y el empleo de palabras sin historia y eufemismos fueron la tónica de ocho largos años de daño irreparable. Las actuales leyes distópicas del “solo sí es sí” o la Ley Trans son el producto de este escenario de control mental.
Lo peor de todo es que la “Madre Patria” exportó estos esperpentos a las naciones americanas, tal como estaba previsto en la Agenda. Y Zapatero fue el gran culpable. Esta es la razón de por qué se perpetraron los atentados del 11-M y se inmoló a tantos inocentes en la pira sacrificial, entre los hierros de los trenes de Madrid.
No sé si conoceremos algún día la verdad última. Lo que sí podemos constatar es que el 11-M dio sus frutos y España dio el vuelco esperado en todos los niveles, a velocidad de crucero. Tal como estaba escrito. Para mal. Y esto es irreversible.
Psicóloga, periodista y escritora
Más en Columnistas
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home