Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

¿Dónde está el coche?

50 años sin Nino Bravo

El cantante valenciano Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido como Nino Bravo

Antonio Gil-Terrón Puchades 17 Abr 2023 - 07:09 CET
Archivado en:

Más información

Un velero llamado dignidad

Ayer se cumplió el 50 aniversario del fallecimiento del cantante valenciano Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido como Nino Bravo, un lunes 16 de abril de 1973, tras sufrir un accidente de automóvil en la localidad conquense de Villarrubio, cuando el cantante conducía en dirección a Madrid.

Su pérdida me supuso, amén del shock, una profunda tristeza, porque, en cierto modo, lo idolatraba. Y aún hoy, a pesar del tiempo transcurrido, sigo escuchando sus canciones, una y otra vez; en bucle, sin llegar a cansarme nunca.

Nino falleció a los 29 años, cuando yo solo tenía 19. Ambos vivíamos en la misma ciudad, por lo que tampoco fue extraño que poco después de su muerte, me tropezase en una tienda de vehículos de importación, en la Gran Vía Marqués del Turia de Valencia, un reluciente BMW 2800 de color verde oscuro. Un vehículo que estuve a punto de comprar, hasta que me enteré que era el mismo coche con el que se mató Nino Bravo.

El BMW había sido restaurado y le habían cambiado el color; pero fue superior a mis fuerzas. Di media vuelta y me fui con un nudo en la garganta. Un año después, concretamente en 1975, compré un BMW idéntico al de Nino. El de él era matrícula de Gran Canaria, y el mío del Sahara español. Sí español, porque por aquel entonces el Sahara era una provincia española más, por mucho que hoy nos lo quieran hacer olvidar.

No quiero hacerlo más largo; tan solo concluir con la que para mí fue su mejor canción “Un Beso Y Una Flor”. Un tema con una letra terriblemente premonitoria del pronto final que el destino, escondido tras una maldita curva, le reservaba.

Más en Columnistas

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by