Más información
No ha sido hasta la comercialización de las primeras gafas de realidad virtual, que no he comprendido la peligrosa verdad del postulado ´NO TENDRÉIS NADA Y SERÉIS FELICES´, que resume el credo de la agenda de colorines, consagrado en la Biblia 2030.
Con este ´invento´, aún por perfeccionarse, podrás transformar visualmente un tetrabrik de de vino ´peleón´ junto a un triste bocadillo de mortadela, en un obsceno carrusel de caviar Beluga Imperial, regado con champagne ´Dom Perignon Rose Gold Methuselah´. Obviamente tras haber cambiado el mobiliario y decoración del cutre apartamento en que sobrevives, por el de un ático de lujo frente a Central Park en NYC.
Por supuesto, también podrás cambiar el rostro y cuerpo de tu pareja, pudiendo elegir a la carta con quién vas a ´retozar´ tras el postre.
El problema será cuando se agote la batería del artilugio, y choques con la cruda realidad, porque entonces, probablemente, cierres los ojos e intentes saltar desde la terraza de tu virtual apartamento, en un rascacielos neoyorkino. Aunque lo único que conseguirás, amén de romperte una pierna, será aterrizar en el contenedor de basura que perfuma tu vivienda real, durante las insufribles noches de estío…
¡No tendréis nada y seréis felices!
Este invento, hoy por hoy, aún es caro. Pero amén que su popularización hará que en breve esté al alcance de cualquier mileurista, ya verán como cuando el ´Gran Hermano´ haga números, terminará sustituyendo ´paguitas´, por ´gafotas´.
Más en Columnistas
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home