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Culo Roto

La historia de mi vida, en una cuartilla

EL ARTE DE GANAR ENEMIGOS, CON TAN SOLO UNA CUARTILLA

Antonio Gil-Terrón Puchades Actualizado: 18 Abr 2024 - 07:19 CET
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Una cosa tengo que agradecer a Zapatero y es que gracias a él y su anti-catolicismo tan trasnochado como feroz, volví a pisar la iglesia todos los domingos y fiestas de guardar; y ello para desgracia del cura de turno, que tenía que aguantar en la sacristía, tras concluir la misa, mis disquisiciones teológicas sobre la homilía que acaba de pronunciar.

Posteriormente, gracias también a Zapatero con la inestimable colaboración de Rajoy, dispuse de todo el tiempo del mundo, al tener que cerrar la empresa familiar en la que trabajaba, tras cuarenta años de actividad ininterrumpida.

Así, lo que no pudo conseguir la crisis del petróleo de los 70, la crisis financiera de los 80, y la hecatombe económica de principios de los 90 (fin de fiesta de la era González); lo que no pudieron conseguir, repito, estos tres jinetes del Apocalipsis, lo lograron el torpe del cuarto jinete, ZP, y el gafe que vino tras él, Rajoy, que fue quien dio el tiro de gracia a aquellos que habíamos sobrevivido a calamidad ZP, supliendo con brutales subidas de impuestos su incapacidad e incompetencia a la hora de planificar y liderar la recuperación económica de España. Y ello, amén de conseguir que su partido en particular (PP) y la casta política en general, tuviesen la peor imagen pública de la historia de la democracia. Todo un record, señor Rajoy.

Pues bien, gracias a ZP, Rajoy, y sus mariachis, es por lo que hoy, como parado, tengo tiempo para ir a misa todos los días, y aun me sobran horas para poder escribir poesía. Claro, amén de acordarme cada amanecer de la leche que mamaron de niño los susodichos ZP&RJ., unida hoy a la leche mamada por la banda ‘Sanchinflas&Boys´; tal vez PORQUE LAS DESGRACIAS NUNCA VIENE SOLAS, y como dijo el sabio Murphy, ´NO HAY SITUACIÓN MALA QUE NO SEA PERFECTAMENTE EMPEORABLE´. Vamos algo parecido a cuando el degenerado Calígula hizo bueno con sus salvajadas, a su antecesor, el depravado Tiberio.

Si a todo esto sumamos los vientos de cristiano fobia y violencia laicista que corren, y dado que la mayor parte de mi tiempo lo dedico a predicar en las redes sociales la Palabra de Cristo (el único revolucionario auténtico y honesto que ha tenido la Humanidad), igual acabo mis días crucificado, o devorado por los leones (hienas) del banco azul de la Carrera de San Jerónimo, a imagen y semejanza de los primeros mártires cristianos.

¡Vamos, que al final igual me suben a los altares! lo cual no dejaría de tener su guasa, habida cuenta que, por mi condición de divorciado y vuelto a casar sin haber pasado a cotizar por el Tribunal de la Rota, para la Iglesia Católica vivo en pecado continuo, no pudiendo recibir el perdón en el Sacramento de la Confesión (o de la Reconciliación como dicen ahora tras el “restyling” semántico), ni la Eucaristía (Comunión).

Claro que con mis antecedentes de ´indecente y cochino pecador continuo e impenitente´, si al final soy glorificado con la palma del martirio y la jerarquía eclesiástica no tiene más bemoles que  beatificarme, seguro que antes me rebautizan, como San Puticio Mártir.

¡Ay; qué `ganitas´ tengo de perder de vista este mundo!

NOTA: El post de hoy lleva el título que lleva, aunque también se podría haber titulado: “EL ARTE DE GANAR ENEMIGOS, CON TAN SOLO UNA CUARTILLA”.

La frase del día: «¡Sanchinflas, por siete votos tienes el culo roto!». Yo creo que en el fondo, presuntamente le gusta, hasta el fondo. Hoy el ´algorrino´ se va divertir.

Alguno podrá pensar erróneamente que me importa todo un huevo, y no es así; me importa dos (pero no míos). ¡Es mi vida!

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