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La brecha generacional

¿Ha estallado la guerra entre los veteranos de VOX y los chavales de Revuelta?

Un sector importante de la asociación juvenil, que se roto las manos trabajando en la DANA y dado la cara frente a la sede-puticlub del PSOE en Ferraz, se rebela

Manuel Trujillo 07 Dic 2025 - 10:49 CET
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Jóvenes que no esperan: actúan.

Revuelta, nacida en septiembre de 2023 como un movimiento autónomo de jóvenes patriotas, representa la militancia incansable y la entrega total a la defensa de España frente al separatismo, la corrupción y el globalismo.

Con un manifiesto que invoca el honor patriótico y la renovación nacional, estos jóvenes han liderado protestas emblemáticas: desde el cerco a la sede puticlub del PSOE en la madrileña calle Ferraz, pasando por las movilizaciones en Colón, hasta  la ayuda humanitaria tras la DANA de Valencia –donde movilizaron voluntarios y recursos en un acto de solidaridad sin fisuras.

Aunque se declaran independientes, su ideario –anticomunista, antifeminista y pro-unidad territorial– replica los montar de VOX, donde figuras relevantes les han dado altavoz, posicionándolos como el puente generacional entre la vieja guardia y la nueva ola soberanista.

En la derecha española, Revuelta encarna la militancia pura: acción callejera, presencia digital y compromiso.

Lo que no parece incluir, en los últimos tiempos, obediencia.

Lo lanza al ruedo @MarcosOndarra, periodista no sospechoso de albergar sentimiento prosanchistas con una titular llamativo: «Estalla la guerra entre Vox y Revuelta, la asociación juvenil que nació a su amparo«.

La situación recuerda a un drama clásico, pero también a una típica riña de instituto: los veteranos de VOX observan con recelo a los chavales de Revuelta, que hace apenas dos años representaban el orgullo de la formación.

Donde antes predominaban las fotografías conjuntas, los mensajes solidarios y los guiños en redes sociales, ahora hay comunicados cruzados, acusaciones de «injerencias» y una guerra abierta por el control del activismo juvenil en la derecha española.

Este enfrentamiento no se limita a un simple choque de egos.

En el fondo, se trata de quién tiene la autoridad sobre la movilización juvenil, quién gestiona las donaciones y quién capitaliza políticamente las protestas en la calle.

En definitiva, si Revuelta es una extensión oficiosa de VOX o si se erige como una entidad autónoma que únicamente comparte su ideología.

De frente juvenil «no oficial» a actor independiente

Revuelta surgió en 2023 «al calor» de VOX, con dirigentes y miembros del partido amplificando sus actividades y presentándola prácticamente como su brazo juvenil oficial.

El grupo se estableció como el frente juvenil «no oficial», permitiendo al partido estar presente en situaciones donde era complicado exhibir sus siglas:

Al principio, existía una relación simbiótica: VOX ganaba músculo juvenil y capacidad para movilizarse sin asumir riesgos directos; Revuelta obtenía legitimidad y acceso a contactos mediáticos. No es casualidad que Global Project Against Hate and Extremism llegara a señalarla como uno de los «tentáculos» del partido dentro de la sociedad civil.

Sin embargo, esta cercanía pronto se tornó problemática.

Revuelta insistía en presentarse como una asociación independiente, mientras que dentro del entorno de Vox crecían las voces que consideraban necesario que se convirtiese en una marca juvenil propia bajo control político y orgánico.

Una asociación nacida bajo el paraguas de Abascal… y atrapada por sus propias siglas

En el origen de esta crisis también hay un aspecto jurídico que ha cobrado relevancia política. Según afirman dirigentes críticos con la actual dirección de Revuelta, para constituir esta organización se aprovechó una asociación previamente registrada llamada Asoma, prometiendo adaptar más adelante estatutos y nombre a su nueva realidad.

Ese compromiso, alegan ahora, nunca se cumplió: durante más de dos años no se habría convocado ninguna asamblea formal ni existirían actas, contratos o cuentas compartidas con la junta ampliada.

Para aquellos afines a VOX que critican hoy a la cúpula de Revuelta, esto constituye un caso de opacidad inaceptable e incluso apropiación indebida de una estructura creada para respaldar a la marca juvenil vinculada al partido.

Desde Revuelta replican que lo que algunos califican como «falta de transparencia» es realmente una negativa a proporcionar documentación confidencial, incluyendo datos sobre donantes y voluntarios, para ser utilizada por «estructuras partidistas». Su argumento es claro: hubo un intento por parte del partido para apropiarse políticamente de la asociación y al resistirse surgió una campaña destinada a socavar su credibilidad.

En este contexto, según fuentes periodísticas, aparece incluso el nombre de Kiko Méndez-Monasterio, asesor clave de Santiago Abascal, como uno de los interesados en tutelar o integrar Revuelta dentro del organigrama del partido.

Esta operación no habría prosperado y sería el punto donde comenzó el conflicto total.

La DANA en Valencia: del éxito logístico a las sospechas penales

El episodio que encendió la chispa fue la gestión realizada con las donaciones tras la DANA que afectó al litoral valenciano en octubre de 2024. Revuelta logró uno de sus grandes éxitos públicos:

Sin embargo, este éxito pronto se tornó en su contra. La ex portavoz Elsa Almeda publicó un comunicado en X insinuando que las decenas de miles de euros recaudados para ayudar tras la DANA podrían haber sido desvíados y denunciando un «cierre total ante las demandas» por mayor transparencia.

Las sospechas derivaron en:

Revuelta rechaza estas acusaciones tajantemente. Aseguran que los recursos recaudados fueron destinados íntegramente a acciones solidarias patrióticas y acusan a antiguos colaboradores actuando «bajo órdenes políticas» e impulsados por «ambición personal», buscando tomar control sobre su organización.

El desenlace es contundente: lo que inicialmente se presentó como un ejemplo palpable de solidaridad nacional-popular se ha convertido ahora en un asunto objeto del escrutinio fiscal, con potencial para salpicar no solo a la asociación sino también a Vox debido a su estrecha vinculación.

Ferraz, amnistía y calles como campo hostil

Antes del episodio relacionado con la DANA, el gran escaparate para Revuelta fueron las protestas frente a la sede del PSOE en Ferraz, hacia finales de 2023 contra la ley amnistía. Allí esta organización juvenil:

En 2025, Revuelta repitió esta fórmula aunque el contexto había cambiado notablemente. La asociación organizó nuevas concentraciones contra el PSOE, incluyendo una manifestación ante su sede madrileña situada apenas 600 metros y programada justo antes que otro acto del PP en el templo debodense.

Esta vez, Vox decidió no respaldar dicha convocatoria. Cuando Isabel Díaz Ayuso sugirió que Abascal podía estar detrás del altercado, él mismo se apresuró a desmentir cualquier implicación directa del partido. El mensaje era claro: Revuelta ya no actuaba simplemente como correa transmisora para Vox; ahora era un actor independiente capaz incluso de incomodar su estrategia institucional.

Este desencuentro refleja además tensiones internas entre dos corrientes dentro del colectivo juvenil:

La ruptura entre estas dos posturas explica muchas dimisiones recientes así como los comunicados cruzados e intensas disputas narrativas actualmente presentes tanto en redes sociales como medios.

¿Conflicto generacional o lucha por el poder?

La confrontación se presenta hacia afuera como un conflicto sobre cuestiones relacionadas con transparencia y ética en torno al manejo financiero, pero también funciona como una clara lucha por el control dentro del espacio juvenil vinculada al espectro político conservador español.

Desde VOX intervienen varios factores:

Desde Revuelta ofrecen otra perspectiva: acusan abiertamente un intento por parte del aparato político interno para convertirles meramente en un «servicio auxiliar» encargado realizar tareas incómodas desde fuera mientras aportan épica juvenil ,pero sin voz real durante definiciones estratégicas relevantes ..

De este modo ,la brecha generacional se entrelaza con esa lucha clásica entre estructuras formales partidistas versus militancia activa.

Los jóvenes quienes participaron activamente durante Ferraz o cargaron cajas solidarias tras desastre natural reclaman reconocimiento auténtico e independencia ;en tanto veteranos piden disciplina ,control marca establecida orden contable apropiado .

Consecuencias políticas: ruido continuo , desgaste creciente ,y fragmentación creciente hacia derecha

Las repercusiones políticas provenientes desde esta contienda interna transcurren múltiples frentes :

Para electorado general todo esto puede parecer simple disputa familiar ideológica.

Sin embargo, para política española presenta lectura clara :laboratorio derecha calles está pleno hervidero actualidad;batalla quién manda juventud movilizada aún lejos cerrarse .

Que guerra haya estallado ya nadie lo discute; lo único incierto queda ver si próxima gran manifestación banderas calles será foto reconciliación o escenario siguiente capítulo peculiar batalla generacional .

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