El PSOE escenificará en menos de doce días su doble lenguaje respecto a la política hidráulica que dice defender. En vísperas de la manifestación «Por nuestros ríos» que ha convocado en Talavera de la Reina para el día 19, acaba de dar a conocer obras por valor de 90 millones en la llamada Tubería de la Llanura Manchega, que llevará agua del Tajo a la cuenca del Guadiana, en lo que no es sino la consolidación y ampliación del Trasvase.
Se ratifica así que el PSOE no está ni ha estado nunca contra el Trasvase Tajo-Segura, sino que, por el contrario, auspicia el incremento de las infraestructuras dependientes del acueducto para llevar el agua que falta en la tierra natal de Barreda por la deplorable política hidráulica desarrollada en los últimos 30 años por la propia Junta de Comunidades, siempre gobernada por el PSOE.
El día 19 el PSOE castellano-manchego escenificará en Talavera su concepto de defensa del agua de la región, que no impedirá que los recursos del Tajo se sigan llevando a otros lugares distintos a los de la propia cuenca. Mientras, este lunes en Toledo Barreda y el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Pexeu, presentaban la inversión para construir el segundo tramo de la Tubería de la Llanura Manchega.
Según informa la propia Junta de Comunidades, el Gobierno de España, a través del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, licitará en los próximos días uno de los dos ramales más importantes de la llamada Tubería a la Llanura Manchega, una obra que tendrá aproximadamente un presupuesto de 90 millones de euros con la que se va a garantizar el suministro de agua de calidad «como nunca habían tenido», a los municipios de esa zona de Castilla-La Mancha. De esta forma informaba Puxeu al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, tras la reunión de trabajo celebrada en Toledo por el Consejo Asesor del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG).
El PEAG es una apuesta personal de Barreda con su tierra de nacimiento que tiene por finalidad suministrar agua a poblaciones de la cuenca del Guadiana, así como garantizar el suministro a las Tablas de Daimiel, habitualmente en mala situación por la sobreexplotación del acuífero que naturalmente llevaba el agua a este magnífico paraje.
¿Dirán lo mismo en Talavera?
El secretario de Estado, sin empacho, se refirió a la filosofía de estas obras que llegan «en un momento muy complejo con la sobreexplotación de un acuífero, la puesta en riesgo del desarrollo de una parte importante de Castilla-La Mancha y los necesarios equilibrios de los intereses económicos, sociales y ambientales». Lo que no dijo es que esos recursos se restan a otra parte de la región.
Tampoco Barreda anduvo moderado en sus expresiones y dijo que «no podemos resignarnos a esperar a que las cosas se recuperen porque llueva mucho y nieve, sino que hay que ayudar a la naturaleza en la regeneración hídrica de los acuíferos y hacer un proceso ordenado de reconversión, que es lo que significa este PEAG», señaló. Se le olvidó mencionar que el esfuerzo se hace con agua del Tajo. Y añadió que «este Plan supondrá no solo estimular la obra pública, que viene bien para incentivar la economía y el empleo, sino que sobre todo servirá para garantizar que dentro de muy poco tiempo llegue más agua y de buena calidad a nuestro territorio».
Cabe preguntarse si el PSOE podrá decir cosas similares respecto a la calidad del agua o la generación de empleo el día 19 en Talavera, donde el Tajo está prácticamente estancando y los niveles del paro son los más altos de la región desde hace muchos años.
