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El humor en las redes sociales es un tema complejo y subjetivo, ya que lo que puede ser gracioso para algunos, puede resultar ofensivo para otros. No existe una respuesta única sobre los límites del humor en este entorno, pero sí hay algunos aspectos importantes a considerar:
1. La libertad de expresión vs. el respeto:
La libertad de expresión es un derecho fundamental, pero no es absoluto. El humor no puede utilizarse como excusa para incitar al odio, la discriminación o la violencia.
Es importante recordar que las palabras tienen poder y pueden causar daño, especialmente en un entorno donde la información se difunde rápidamente y llega a un público amplio.
2. El contexto y la intención:
El contexto en el que se presenta un chiste o comentario es crucial. Un mismo chiste puede ser percibido de forma muy diferente dependiendo de quién lo diga, a quién se dirija y en qué situación.
La intención también es importante. ¿Se busca hacer reír sin dañar a nadie, o se pretende ofender o humillar?
3. Los límites legales:
Existen leyes que prohíben ciertos tipos de discurso, como la apología del terrorismo, la incitación al odio racial o la difamación.
El incumplimiento de estas leyes puede tener consecuencias legales, incluso en el entorno de las redes sociales.
4. La sensibilidad de los demás:
Es importante ser consciente de que las personas tienen diferentes sensibilidades y experiencias. Lo que puede ser gracioso para uno, puede ser doloroso para otro.
El humor que se burla de grupos vulnerables, como minorías étnicas, personas con discapacidad o víctimas de violencia, suele ser especialmente ofensivo.
5. La responsabilidad individual:
Cada usuario de redes sociales es responsable de sus propias palabras y acciones.
Antes de publicar un chiste o comentario, es importante preguntarse si podría ofender a alguien o causar daño.
En resumen:
El humor en las redes sociales debe ejercerse con responsabilidad y respeto.
Es importante ser consciente de los límites legales y éticos, así como de la sensibilidad de los demás.
En caso de duda, es mejor abstenerse de publicar un chiste o comentario que pueda ser ofensivo.
Mensajes de odio
En los últimos tiempos lo estamos viendo demasiadas veces: tras un suceso triste como la muerte de un ser humano, las redes sociales se llenan de mensajes de condolencia por un lado y de manifestaciones de odio por el otro. El caso más reciente, el de Bimba Bosé, cuyo fallecimiento ha desencadenado los más bajos instintos de algunos. Las respuestas al mensaje de dolor de su tío, el conocido cantante Miguel Bosé están cargadas de malas palabras y malos sentimientos. La Fiscalía ya estudia si son constitutivos de delito.
Sonreír ante una amenaza
El humor es un mecanismo de defensa. Todavía no había caído la segunda de las Torres Gemelas cuando ya se empezaron a oír chistes sobre la tragedia. La intención no suele ser la burla, sino algo más parecido a una risita nerviosa. Evolutivamente, sonreír ante una amenaza parece funcionar como defensa, mostrando al atacante que somos inofensivos y, por tanto, desactivándola. Pero ya no vivimos en cuevas cazando el mamut, según recoge Excite hoy 28 de enero de 2017.
Arroz con cosas
Una forma inofensiva de mensajes de odio se vio recientemente cuando el cocinero Jamie Olivier presentó en Twitter una imagen de una ‘paella con chorizo’. La respuesta no se hizo esperar: una de las primeras le decía, en inglés, que ‘Borra esa foto. No negociamos con terroristas. Primer aviso’. Lo mismo ocurre en las luchas entre concebollistas y sincebollistas sobre la cebolla en la tortilla de patatas. Como el tema es intrascendente, la ofensa es impostada y se comprende la broma.
¿La víctima es culpable?
Cuando el tema es serio, como un fallecimiento o un delito, las bromas no pueden ser tal. El límite entre broma y escarnio está difuminado. Ante la noticia de que un grupo apaliza a una chica, pocas bromas caben. Y no importa si la chica era nazi como se ha dicho o solo llevaba una bandera española en la muñeca. Un grupo dándole una paliza a una persona es siempre una barbaridad.
Tauromaquia
Otro tema en el que se suceden los mensajes de odio es el de la tauromaquia. Cuando falleció el torero Víctor Elías, a su viuda le llegaron mensajes alegrándose por la muerte del ‘asesino de toros’. Hay una parte de los animalistas que no son capaces de extender su compasión por los animales a las personas. Lo mismo ocurrió con Adrián, un niño enfermo de cáncer que quiere ser torero. Ahí, los animalistas desatados le desearon la muerte.
Límites del humor
Entonces, ¿cuáles son los límites del humor? Hay quien afirma que se puede hacer broma con todo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas bromas no son bromas, sino burlas que muestran odio y, como tal, son delito. Las bromas sobre terrorismo, sobre fallecimientos, sobre homosexualidad, quedan muy cerca de la línea que separa el chiste del crimen.
Audiencia
También hay que tener en cuenta los límites físicos del humor. Contar un chiste sobre el holocausto con un grupo de amigos puede ser de mal gusto, pero todos en el grupo saben que es broma. Contar ese mismo chiste en público, y las redes sociales son públicas, es otra cosa. Aunque últimamente la gente se ofende por todo, sigue habiendo algunos temas básicos sobre los que es mejor ser cuidadoso. Si no estás seguro de que toda tu audiencia va a entender que es un chiste y que no hay mala intención detrás, ahórrate el chiste.
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