Ya ni disimulan.
El pasado lunes 28 de julio, Televisión Española (TVE) dedicó espacio en sus informativos a conmemorar el primer aniversario del pucherazo electoral de Nicolás Maduro en Venezuela, un hecho que ha generado un fuerte rechazo tanto en el ámbito político como en sectores de la sociedad española. La cadena pública se refirió a la fecha con un enfoque de celebración, lo que ha avivado la polémica en un país donde la crisis venezolana y las acusaciones de fraude electoral son temas sensibles y recurrentes.
La cobertura de TVE, evoca un tono oficialista al destacar el “triunfo heroico contra el fascismo” de Maduro, sin hacer suficiente hincapié en las denuncias de fraude electoral que la oposición venezolana y buena parte de la comunidad internacional mantienen desde hace un año. El propio proceso electoral de julio de 2024 estuvo marcado por la ausencia de publicación de las actas oficiales, hecho que ha alimentado las sospechas de irregularidades y que motivó que España y otros países se negaran a reconocer la legitimidad de esos comicios.
Este aniversario llega en un momento en que la oposición venezolana sigue enfrentándose a una dura represión y persecución judicial. Figuras clave como Edmundo González Urrutia, candidato opositor, permanecen en paradero desconocido o en el exilio, mientras que las protestas en Caracas continúan exigiendo transparencia y respeto a la voluntad popular. Sin embargo, la información ofrecida por TVE se centró en la narrativa oficial del chavismo, que ha celebrado el aniversario con eventos musicales y manifestaciones populares que apuntalan el control del régimen en las principales alcaldías del país.
La reacción en España no se ha hecho esperar. La cadena pública ha sido acusada de parcialidad y falta de rigor, con críticas que la acusan de “celebrar unas elecciones robadas”, en un contexto donde la libertad y la democracia están bajo amenaza en Venezuela.
El choque entre la narrativa oficial de TVE y la realidad denunciada por la oposición venezolana pone de manifiesto las dificultades para abordar temas internacionales complejos desde un medio estatal en un entorno político polarizado. Mientras Maduro sigue consolidando su poder con la victoria en alcaldías y el control de las instituciones, la sombra del fraude y la falta de transparencia siguen siendo elementos centrales del conflicto venezolano, que no puede ser pasado por alto en la información pública.
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