Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

Omar Farang Zin

Este es el turista que atacó y mató la osa, después de que el italiano se hiciera este ‘selfie’ con uno de sus cachorros

Europa debate cómo convivir con una especie en expansión y potencialmente peligrosa

Periodista Digital 06 Jul 2025 - 00:19 CET
Archivado en:

Más información

Denuncian en los juzgados a Sarah Santaolalla por animar desde TV a los ‘niños, niñas y niñes’ a practicar sexo a granel

El precio de la vivienda en España se dispara: sube más del doble que en la Unión Europea bajo el Gobierno Sánchez

Hay quien dice que la curiosidad mató al gato, pero en los Cárpatos rumanos, la imprudencia humana y las ganas de inmortalizarlo todo en redes sociales pueden costar muy caro. Es la historia del italiano Omar Farang Zin, que, cámara en mano y sonrisa puesta, decidió acercarse demasiado a una osa parda y sus crías para hacerse el ‘selfie’ de su vida. El desenlace fue brutal: la osa, defendiendo a sus cachorros, lo atacó y arrastró hasta un barranco, donde falleció. La noticia ha dado la vuelta al mundo y ha reabierto una conversación incómoda pero necesaria: ¿sabemos convivir con los grandes animales salvajes que aún sobreviven en nuestro continente?

El episodio ocurrió en una de las carreteras más bellas de Rumanía, la Transfagarasan, entre montañas cubiertas de bosques y con una población notable de osos pardos. Zin no solo se bajó de la moto para acercarse a los animales, sino que compartió imágenes del encuentro en redes sociales. Según reconstrucción policial, todo apunta a que su cercanía excesiva fue el desencadenante del ataque. Los testigos avisaron a emergencias, pero nada pudo hacerse por él.

La osa terminó siendo sacrificada por las autoridades para evitar más riesgos en una zona donde la densidad de osos supera ampliamente el «número óptimo» calculado para la región.

Osos europeos: ¿una especie amenazada o en expansión?

Cuando pensamos en osos europeos, solemos imaginar esas imágenes majestuosas de plantígrados cruzando ríos o caminando entre hayedos. Lo cierto es que el oso pardo (Ursus arctos) está lejos de ser un simple símbolo bucólico: es uno de los grandes carnívoros aún presentes en Europa, aunque con historias muy distintas según el país.

En Rumanía, por ejemplo, se estima una población actual entre 10.400 y 12.700 ejemplares, cifra bastante superior a lo que se creía hace unos años y solo superada por Rusia en todo el continente. Esta abundancia contrasta con la situación crítica de otras regiones europeas; por ejemplo, España apenas cuenta con unos 370 individuos repartidos entre la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. En Eslovaquia, otro país con fuerte presencia osera (unos 1.300 osos), las autoridades han autorizado recientemente el sacrificio masivo de 350 ejemplares tras varios incidentes graves con personas.

¿Están entonces los osos pardos europeos en peligro de extinción? La respuesta depende del territorio:

Las organizaciones ecologistas alertan: reducir drásticamente las poblaciones puede poner en jaque décadas de conservación y afectar gravemente a la biodiversidad europea.

¿Son realmente un peligro para los humanos?

La imagen del oso como amenaza es tan antigua como recurrente. Sin embargo, las cifras invitan a matizar:

¿A qué se debe entonces este repunte en algunas zonas? Los expertos señalan varias causas:

Pérdida de hábitat: La urbanización creciente y la deforestación empujan a los osos fuera de sus refugios naturales.
Falta de alimento natural: Los cambios en el entorno y las cosechas pobres hacen que busquen comida cerca —o dentro— de núcleos urbanos.
Costumbres humanas: Dejar residuos accesibles o alimentar deliberadamente a los animales incrementa su confianza (y agresividad) hacia las personas.

En muchos casos —como el reciente ataque fatal— el riesgo surge cuando humanos ignoran las advertencias básicas: nunca acercarse ni molestar a una madre con crías, no alimentar ni buscar contacto directo para hacer fotos espectaculares.

Estrategias para una convivencia posible

La coexistencia pacífica entre humanos y osos es posible, pero requiere educación, prevención y gestión inteligente:

En España —donde no suelen producirse ataques— las administraciones llevan años aplicando medidas preventivas eficaces para evitar que los osos se habitúen a la presencia humana.

Curiosidades irresistibles sobre los osos europeos

La próxima vez que te cruces con un cartel advirtiendo “zona de osos”, recuerda: admirarles sí; intentar hacerte un selfie… mejor no.

Más en Europa

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by