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POLÉMICA SANITARIA EN TALAVERA DE LA REINA

El socialista Page dejó cinco meses a 2.500 mujeres de Castilla-La Mancha sin cribados de cáncer de mama

El cierre inesperado de un centro dejó a miles de mujeres sin mamografía, desatando críticas y generando dudas sobre la gestión regional

Periodista Digital 21 Oct 2025 - 17:23 CET
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Más culpable que Judas.

El socialista Emiliano García Page, el que pone cara de monaguillo que no roto nunca un plato, dejó cinco meses a 2.500 mujeres de Castilla-La Mancha sin cribados de cáncer de mama.

Fue en el área sanitaria de Talavera de la Reina (Toledo).

La causa fue el cierre abrupto y sin previo aviso de un centro concertado que proporcionaba este servicio a gran parte de la población objetivo.

Lo que comenzó como un hecho aislado se transformó rápidamente en arma arrojadiza en el debate nacional sobre la eficacia de los programas de prevención y cribado oncológico.

Desde Toledo, el Ejecutivo autonómico admite que la programación para convocar a las mujeres a realizar estas pruebas es «anual», rechazando así cualquier acusación de negligencia.

No obstante, fuentes del ámbito sanitario consultadas por varios medios advierten que «decenas de mujeres podrían tener cáncer de mama pendiente de diagnóstico, lo que conlleva un retraso en su tratamiento».

¿Cómo se llegó a este punto?

El cierre del centro concertado en Talavera a finales de mayo de 2025 dejó en un limbo preocupante a todas las mujeres citadas para el cribado ese año. Desde entonces, la Junta ha iniciado acciones legales contra la empresa privada responsable y ha buscado alternativas para asegurar el servicio. Las gestiones se prolongaron hasta mediados de octubre, momento en el cual se reanudaron las mamografías, ahora bajo la responsabilidad del hospital público y del grupo Quirón, con el compromiso de realizar las 2.500 pruebas pendientes antes de finalizar el año.

La portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, reconoció que «el perjuicio que conlleva un tema tan sensible» es innegable, aunque subrayó que el servicio estaría «plenamente garantizado» durante esta transición. Mientras tanto, los datos oficiales indican que normalmente asiste entre el 80 y el 85 por ciento de las citadas, pero la sombra del temor por posibles diagnósticos tardíos sigue acechando esta situación.

Este episodio no ocurre en un vacío. La crisis relacionada con los cribados de cáncer de mama en diferentes comunidades autónomas, incluida Andalucía, ha llevado a varios gobiernos regionales a revisar sus estrategias y mejorar sus programas de detección. En este sentido, Castilla-La Mancha se jacta de tener uno de los programas más amplios y consolidados del país, atendiendo anualmente a más de 114.000 mujeres con una inversión prevista de 23 millones de euros entre 2023 y 2028.

El programa regional está diseñado para mujeres entre 45 y 70 años y supera a otras comunidades en términos tanto de cobertura como de renovación tecnológica, especialmente tras haber cambiado todos los mamógrafos en mayo del año pasado. Según asegura la Junta, el tiempo medio para comunicar un diagnóstico es apenas 16 días, y la tasa de participación ronda ya el 77%.

Sin embargo, lo sucedido en Talavera pone sobre la mesa las debilidades que surgen cuando se depende excesivamente del sector privado y se carece de planes alternativos ante cierres imprevistos. Expertos y asociaciones de pacientes insisten en que un diagnóstico temprano es vital para disminuir la mortalidad, especialmente en provincias como Toledo y Guadalajara, donde se registran algunas de las tasas más bajas por cáncer de mama en España.

Reacciones, explicaciones y la eterna comparación con Andalucía

En medio del revuelo creado por este escándalo, desde el Gobierno regional han rechazado cualquier comparación con los retrasos sufridos en Andalucía, donde más de 2.000 mujeres quedaron pendientes por diagnósticos, lo que llevó al establecimiento de un plan autonómico urgente y una revisión exhaustiva de protocolos. En Castilla-La Mancha mantienen que su programa es anual y no existe obligación legal para convocar citas en meses específicos; aun así, reconocen cierto «retraso» respecto al calendario habitual.

Las voces críticas no tardan en reclamar mayor transparencia y rapidez ante una situación tan delicada; esto es aún más relevante dado que el cáncer de mama sigue siendo el tipo más común entre las mujeres y uno de los más letales pese a los avances constantes en las tasas de curación. El propio García-Page ha subrayado reiteradamente que su programa «salva vidas» y ha reafirmado su compromiso con la prevención y la investigación.

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