¡Negligencia médica!: Da a luz en su casa después de ir a urgencias y que le dijeran que no estaba de parto

Beatriz Galán, de 41 años, una madre primeriza, ha dado luz en la bañera de su casa tras haber sido atendida en el hospital, donde la mandaron de vuelta a casa.

Los hechos sucedieron en el Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz, en Dos Hermanas (Sevilla).

Beatriz fue dos veces seguidas al hospital debido a los fuertes dolores que padecía, ya que tenía contracciones cada cuatro minutos.

Sin embargo, según relata la protagonista en un post publicado en Instagram: «Me dieron la charla de mami primeriza y para casa». Cuando llegó al hospital, los médicos la evaluaron y la enviaron directamente a casa porque, supuestamente, todavía no estaba de parto. Le comentaron que todavía quedaba mucho, que no estaba dilatada.

Justo al salir del hospital, la víctima volvió a sentir fuertes contracciones y un dolor insoportable, por lo que decidió volver a entrar con la esperanza de que le atendieran y pudieran provocarle el parto, pero ocurrió lo contrario. Beatriz afirma:

«Volvimos a subir, pero de nuevo charla de nervios y respiraciones, pero que si quería que me ingresaba… En fin, que entre dolores y vergüenza me fui».

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El «ángel de la guarda» de Beatriz

Tan solo había pasado una hora cuando el bebé de Beatriz ya estaba asomando su cabecita. En ese momento «activaron modo supervivencia», y decidieron llamar al 061, donde un técnico de emergencias pudiera ayudarle en el proceso.

Beatriz se encontraba en la bañera de su casa al lado de su pareja, Javier, haciendo de matrón inexperto, que seguía todas y cada una de las instrucciones que los sanitarios, que se encontraban al otro lado de la línea, les decía. «Si tienes ganas de empujar, empuja», así fue como nació el pequeño Daniel.

En el mismo post, la protagonista de esta maravillosa historia, comenta que tanto ella como su pareja eran conscientes de que estaba en juego la vida de su bebé. Afirma:

«No es una experiencia que le recomiende a nadie, un médico es fundamental, tuvimos suerte y aunque estoy en postparto puedo reírme de ciertas anécdotas, pero lloro sin remedio al pensar todo lo que podía haber pasado».