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La imagen resulta impactante: un mercadillo navideño repleto de luces, casetas de artesanía, turrón… y en medio de la cartelería municipal, la palabra Alá escrita en árabe, con una caligrafía asociada a la religión islámica.
No es una casualidad, sino claro indicativo de cómo la política local -en manos del PSOE— se ha convertido en un simbólico campo de batalla, donde se postpone la tradición cristiana, en aras del multiculturalismo y el islam.
El diario digital que destapó el asunto ha señalado que el Ayuntamiento de Mérida, bajo la dirección del socialista Antonio Rodríguez Osuna, ha decidido utilizar Alá en árabe para promocionar el Mercado Navideño de Artesanía.
Esta elección no es trivial: se considera que esta forma caligráfica es especialmente sagrada para muchos musulmanes, similar al uso de la cruz en el contexto cristiano.
A su vez, la web oficial del Ayuntamiento presenta el mercado con un enfoque más tradicional: 19 casetas, cuentacuentos, talleres de manualidades, bola navideña, jabones, cerámica y actuaciones musicales para dinamizar el comercio local.
Todo ello tendrá lugar en el Parque López de Ayala, desde el 28 de noviembre hasta el 5 de enero. Sin embargo, no hay ninguna mención explícita al islam ni a Alá en la programación oficial; esta se centra en hablar sobre Navidad en Mérida, promoción de artesanía y consumo responsable.
Detalles sobre lo que ha hecho el Ayuntamiento de Mérida
Los datos disponibles permiten distinguir entre lo que se dice y lo que realmente sucede:
- El Ayuntamiento del PSOE organiza el Mercado Navideño de Artesanía en el Parque López de Ayala, con 19 casetas dedicadas a artesanos y una caseta solidaria para diversas entidades benéficas.
- La programación oficial incluye:
- Talleres como marcasitio de madera, jabón navideño, cerámica, bola navideña y adornos textiles.
- Actividades infantiles como cuentacuentos navideños y cartas a Papá Noel.
- Actuaciones musicales como las del coro La Dehesa Extremeña y espectáculos navideños bajo el título Al Son de la Navidad.
- Paralelamente, según los medios que han sacado a la luz este asunto, uno de los talleres propuestos animaba a los participantes a crear corazones adornados con la palabra Alá en árabe. Este taller estaba coordinado por la asociación A Mano sin Prisas, compuesta por “madres apasionadas por la artesanía”.
- La cartelería del mercadillo exhibía también la palabra Alá escrita en su forma caligráfica sagrada.
En los canales oficiales del Ayuntamiento se reitera que el mercado tiene un carácter navideño y familiar, sin hacer alusión específica a ninguna religión. Así las cosas, la controversia surge del choque entre esta presentación institucional y el uso en un evento navideño de un símbolo central perteneciente a otra fe.
Una lectura política: Navidad, islam y la izquierda desde una perspectiva local
La decisión de incluir Alá en un contexto festivo refleja una tendencia más amplia dentro del consistorio emeritense. En años recientes, el Ayuntamiento ha establecido vínculos cercanos con organizaciones dedicadas al apoyo a inmigrantes. Un claro ejemplo es la ONG Accem, a quien se le cedió el albergue municipal de El Prado para acoger migrantes. Según informaciones locales, este centro recibió una inversión estatal de 8,3 millones de euros destinada a su seguridad y alimentación.
Entre los puntos relevantes del contexto:
- Este año, el alcalde Rodríguez Osuna ofreció su ciudad al Gobierno central para recibir inmigrantes provenientes de Canarias, lo cual fue muy criticado por miembros del partido Vox.
- En la actual programación navideña aparece una propuesta escénica infantil junto a Accem, diseñada para “visibilizar la riqueza cultural diversa y fomentar así la convivencia”.
Desde sectores más conservadores se interpreta este conjunto decisiones como una especie de renuncia cultural por parte de la izquierda local: se abandonan símbolos cristianos tradicionales durante las festividades —como podría ser la cruz o los belenes— para incorporar elementos islámicos bajo el pretexto de promover diversidad.
Este reproche conecta con un debate más amplio dentro del pensamiento crítico hacia la izquierda occidental. Algunas voces sugieren que ciertos sectores han pasado del enfrentamiento con todas las religiones hacia establecer alianzas tácitas con corrientes islámicas como contrapeso al cristianismo y a su institución más representativa: la Iglesia católica. La analista Nazanin Armanian argumenta que parte de la izquierda española ha respaldado imanes y estructuras islámicas como “contrapeso al obispado”, creando así un equilibrio entre diferentes formas de oscurantismo que podría erosionar el principio del laicismo.
El viejo conflicto: izquierda, cristianismo y “odio a Occidente”
Lo ocurrido en Mérida ilustra bien una tensión ideológica subyacente:
- Históricamente parte importante de la izquierda española ha sido anticlerical —más allá incluso del rechazo abierto hacia toda religión—. Su principal confrontación ha estado centrada en relación con la Iglesia católica debido a su papel histórico dentro del poder político y social.
- Diferentes analistas conservadores interpretan este anticlericalismo como precursor no solo del rechazo hacia ciertas tradiciones religiosas sino también hacia un sentimiento más amplio contra todo lo relacionado con occidente cristiano donde ven al catolicismo como núcleo identitario fundamental para España.
De aquí surgen descripciones paradójicas:
- Diversas corrientes “decoloniales” así como algunos sectores dentro de la izquierda cultural son reticentes ante cualquier alianza con el cristianismo; lo consideran parte integral del sistema “occidentalocéntrico”.
- Sin embargo, esas mismas corrientes muestran notable indulgencia hacia el islam al considerarlo religión asociada a los oprimidos frente a los abusos ejercidos por “Occidente”.
Recientemente una politóloga mencionaba cómo ciertos discursos pintan a Occidente como pura corrupción mientras idealizan al islam como una religión superior cuya grandeza —representada por esa mítica Al-Ándalus, brillante y tolerante— habría sido frustrada por dominaciones occidentales. Un relato idealizado que ella misma cuestiona: “ese islam no existe”.
En este marco simbólico, usar Alá durante Navidad puede interpretarse como un gesto significativo: se despoja parte del contenido cristiano asociado a esta celebración (al menos visualmente) mientras se otorga protagonismo a símbolos religiosos que muchos sectores progresistas ven como aliados frente al “Occidente cristiano”.
Curiosidades
Más allá del revuelo político generado por esta situación surgen ciertos detalles interesantes:
- El contraste entre símbolos
- Para quienes denuncian este hecho, usar caligrafía Alá equivaldría funcionalmente a mostrar una cruz cristiana debido a su carácter sagrado.
- Mientras tanto desde el Ayuntamiento se explotan otros símbolos comerciales o seculares como Papá Noel o luces festivas sin dar protagonismo alguno ni siquiera considerar incluir cruz o pesebre.
- Una Navidad multifacética en Mérida
- En medio hay actividades simultáneamente diversas:
- Un mercadillo artesanal donde aparece imagen gráfica referente a Alá.
- Un espectáculo visual sobre fachada del Palacio de La China, diseñado específicamente para atraer familias.
- Actividades religiosas junto con eventos deportivos o culturales agrupadas bajo etiqueta genérica Navidad en Mérida.
- Así pues bajo un mismo paraguas institucional coexisten tradiciones populares cristianas junto con ocio secular e incluso guiños hacia religiones distintas.
- En medio hay actividades simultáneamente diversas:
- Un taller cargado tanto teológica como turísticamente
- El célebre taller dedicado al marcasitio está descrito oficialmente solo como actividad artesanal.
- Sin embargo los medios reveladores añaden información explosiva: corazones elaborados decorados con palabra Alá.
- En otra ciudad o época tal vez esto hubiera pasado desapercibido pero teniendo lugar durante Navidad en capital profundamente católica —por veneración hacia Santa Eulalia— multiplica su impacto simbólico.
- La paradoja del secularismo selectivo
- Parte significativa dentro izquierdista reclaman Estado verdaderamente secular capaz limitar presencia pública católica; sin embargo algunas instituciones promueven actividades visibilizando otras religiones utilizando recursos públicos bajo argumento diversidad.
- Críticos advierten que esa dinámica no refuerza sino diluye verdaderamente ese concepto secular promoviendo reparto cuotas religiosas espacio público.
Símbolos, integración y guerra cultural
Lo sucedido en Mérida trasciende más allá simple cartel promocional desafortunado o taller manualidades. Toca cuestiones sensibles:
- ¿Quién define realmente relato sobre Navidad?
- ¿Es esencialmente fiesta cristiana centrada nacimiento Jesús?
- ¿O bien marco cultural amplio donde caben diferentes símbolos religiosos e importante componente comercial?
- ¿Pretexto hablar diversidad convivencia aun vaciando contenido religioso original?
- ¿Qué entiende realmente izquierda sobre secularización?
- Neutralidad activa frente todas religiones limitando sus representaciones espacio público.
- O quizás equilibrio entre credos buscando compensar peso histórico católico visibilizando minorías aunque suponga dar mayor protagonismo islam fechas marcadamente religiosas.
- ¿Cómo articular integración inmigrantes musulmanes?
- A través políticas sociales laborales derechos dejando signos religiosos segundo plano.
- O bien dando protagonismo fuerte signos comunitarios musulmanes reconociendo ello preocupa tanto críticos secularistas como opositores islam político.
Mientras tanto en Parque López De Ayala, entre churros humeantes villancicos sonando niños haciendo cola redactar carta Papá Noel; pequeño corazón madera decorado con palabra Alá, escrito árabe recuerda hasta qué punto cada detalle simbólico actual resulta relevante; incluso dentro mercadillo navideño late pulsar fe política identidad simultáneamente.
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