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27 de Septiembre, 1975-2025

José Catalán Deus 21 Sep 2025 - 18:51 CET
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‘Memoria histórica’, recordatorios parciales, historiografía débil, versiones noveladas y crónica veraz: hay mucho y muy diferente en este aniversario redondo. Hemos repasado todo ello para ofrecerles una síntesis que quiere ser ecuánime.

Es de temer que el 50º aniversario de los fusilamientos de 1975 vaya a traer más confusión que claridad sobre lo ocurrido, más leyendas urbanas que nuevos datos. Centrándonos en los tres fusilados del FRAP -los otros dos pertenecían a ETA- repasamos libros, artículos y celebraciones que lo conmemoran con enfoques e intenciones diversas.

Por una parte, era previsible que los fusilamientos del 27 de septiembre, tan solo cincuenta días antes del fallecimiento de Franco, volvieran a la palestra nacional con ocasión del Real Decreto 1/2025 ‘por el que se crea el Comisionado para la celebración de los 50 años de España en Libertad’, cuya función principal será la de coordinar los actos logísticos y operativos precisos para la celebración. Aunque el tema concreto no figure de momento en la lista patrocinada oficialmente, esta pendiente en el congreso de los diputados una proposición no de ley para organizar un homenaje oficial.

Declaración de reconocimiento y reparación personal de Sánchez-Bravo Solla.

A primeros de agosto el gobierno ha declarado “ilegítima y nula” la condena a muerte dictada contra uno de los cinco fusilados, Xosé Humberto Francisco Baena Alonso, por considerarse probado que había sido el autor material del atentado mortal contra un policía el 14 de julio anterior. Una “Declaración de Reconocimiento y Reparación Personal” (2) firmada por el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y enviada a la familia, hace constar que, tras estudiar el caso, “ha quedado acreditado que padeció persecución por razones políticas e ideológicas durante la dictadura franquista, tiene derecho al reconocimiento y a obtener la reparación moral y la recuperación de su memoria personal, familiar y colectiva”. Se declara “ilegal e ilegítimo el tribunal e ilegítima y nula la condena».

Declaración de reconocimiento y reparación personal de Baena Alonso.

Ya el 18 de octubre del año pasado, había recibido una declaración similar (3) la familia de otro de los tres fusilados del FRAP ese día, José Luis Sánchez-Bravo, condenado por dirigir el asesinato en la calle Villavaliente de Madrid, el 16 de agosto anterior, del teniente de la guardia civil Antonio Pose. Al parecer existe una petición semejante de “Declaración de Reconocimiento y Reparación Personal” para el tercer miembro del FRAP fusilado, Ramón García Sanz, sentenciado como autor material de este último atentado. En cuanto a los otros dos ejecutados ese día, los miembros de ETA Juan Paredes Manotas y Ángel Otaegui Echeberria, ya en 2012 el gobierno autonómico vasco había considerado que al condenarlos se había vulnerado su derecho a un juicio justo, pero sin cuestionar su autoría del delito por el que fueron condenados conforme a la legislación vigente entonces, algo que tampoco hacen las declaraciones del gobierno español sobre los condenados del FRAP.

El proclamar por parte del nuevo ministerio de memoria democrática “ilegal e ilegítimo el tribunal e ilegítima y nula la condena» de los fusilados en 27 de septiembre solo tiene valor político en el marco de las celebraciones gubernamentales y carece de más validez que esa. Pero sin duda respalda los intentos de reescribir aquellos acontecimientos.

EL VERANO DE LOS INOCENTES

En el cruce de relatos que viviremos los próximos meses hay que reseñar sin duda el libro ‘El verano de los inocentes. El secreto del último fusilado del franquismo’ del periodista Roger Mateos, que se ha presentado a primeros de septiembre. ‘¿Ejecutó Franco al hombre equivocado? ¿Sabía Baena el nombre del verdadero autor del atentado?’, reza su sinopsis: ‘ En esta historia no hay claroscuros: todo es oscuridad revestida de secretos que, durante medio siglo, han permanecido sellados por leyes de impunidad y pactos de silencio’. En un primer vistazo, parece claro que Mateos se ha inclinado por creer en la inocencia del fusilado frente a unos hechos cuya reconstrucción minuciosa no presenta dudas. Ha elegido novelar la historia, introducir técnicas de novela negra para hacerla más atractiva. Pero con ello no colaborará a que se imponga la verdad del 27 de septiembre, de aquel verano sangriento en el que los dirigentes del FRAP ordenaron a sus ya por entonces muy escasos seguidores matar a cualquier policía que encontraran en una acción suicida, aparentemente destinada a provocar un levantamiento armado de la población española, aunque seguramente solo pensada para dificultar la sucesión de Franco. Con un título que se alinea con la corrección política dominante y un reclamo sensacionalista con escasa base, hay que valorar su buena técnica narrativa, su concienzudo trabajo de documentación y su, digamos, olfato periodístico.

Y ha sido El Mundo el que con su sensacionalismo habitual ha apostado en grandes titulares por la novedad: ‘Pacto de silencio ante el último fusilado del franquismo: «Era inocente. En aquel atentado hubo un ‘cuarto hombre’ que disparó»‘. El periodista Daniel Arjona le entrevista: «Mi tesis es que Baena no fue el autor material del atentado por el cual fue condenado a muerte. Era inocente de ese crimen específico. Aunque alguien argumentara que sí disparó en otro atentado días después, la clave es que no lo fusilaron por eso. Lo fusilaron por el primero». Pero Mateos confunde las cosas pues Baena no participó en el atentado de unos días después que dejó gravemente herido a otro policía, fueron Vladimiro Fernández y Fernando Sierra junto a una tercera persona perfectamente identificada.

Cuando habla de pacto de silencio Mateos se refiere concretamente a Pablo Mayoral y Manolo Blanco Chivite. ‘Su negativa a hablar es total. Le preguntamos si ese silencio no es, en sí mismo, una respuesta. «Mi impresión es que están atrapados en su propio pacto de silencio», reflexiona. «Si respondieran a la pregunta de si Baena fue o no el autor, estarían reconociendo implícitamente que ellos estaban en el ajo. Y como no pueden admitirlo, eluden la pregunta. El problema es que, si no contestas, generas dudas sobre la inocencia de Baena». Su argumento de que todos eran inocentes y ajenos a los comandos, dice Mateos, no se sostiene. «A mí, como periodista, no me sirve. Tengo testigos directos que confirman que esos comandos existían. Tienen mucho más conocimiento de los hechos de lo que están dispuestos a reconocer»’.

Libro colectivo en Galicia.

OTROS RELATOS

La editorial Random House por su parte publica ‘Mañana matarán a Daniel’ y lo anuncia de esta forma: ‘La autora desciende al pozo de la memoria para rescatar, desde la ficción, la historia silenciada de los últimos fusilados del franquismo’. Sin embargo, ‘desde la ficción’ poco se puede rescatar una historia nada silenciada y bien conocida. Al parecer, la trama es que la autora encuentra en el monte donde tantas veces ha acampado de joven el talud donde se llevaron a cabo las ejecuciones. Y a partir de ahí, a elucubrar.

En declaraciones a Zenda Libros, la novelista Aroa Moreno llega a afirmar con toda seriedad que ‘el FRAP fue una escisión del Partido Comunista (marxista leninista)’ (cuando por el contrario fue creado por este), que ‘los consejos de guerra estaban controlados por los militares’ (por quién iban a estar si actuaba la justicia militar en tribunales militares) y otras tonterías parecidas que demuestran el gado de desconocimiento que tiene sobre el tema que trata, y la falta de respeto de ella y su editorial a asunto tan grave. Una indecencia. Y síntoma de que ese género llamado novela histórica, que consiste en sobre la base de un entramado real inventar a troche y moche, ya llega a mixtificar acontecimientos bien recientes.

Julián Hernández, componente de aquel grupo llamado Siniestro Total, ha publicado “Han de caer del todo” con una visión muy desmadrada del momento y con un recuerdo especial a los fusilados vigueses. ‘José Humberto Baena es el protagonista fantasma’, ha declarado. En la prisión La Modelo de Barcelona se presentó el 28 de mayo “El asesino Franco”, de JM Coher, que recoge los testimonios de los familiares de los últimos fusilados. Dice su autor que su objetivo es la preservación de la Memoria Histórica.

Y en este capítulo de la realidad novelada o de la novela basada en hechos, el próximo noviembre está prevista la publicación de ‘Los niños del Pireo’ de Juan Manuel Parragués, que sobre sus recuerdos de aquellos años elabora un relato de ficción que recoge las trayectorias enfrentadas de dos amigos de la infancia que terminan en el FRAP y en los aledaños del GAL, protagonista y antagonista de un relato que se subtitula ‘Una crónica de España, de 1968 a 1977). Aunque pasa de soslayo por el verano sangriento y los fusilamientos sí contiene mucha información sobre el funcionamiento interno del PCE (m-l)/FRAP, de cómo era la vida y las razones de aquellos esforzados conspiradores.

A su favor juega sin duda que incluye unas reflexiones a modo de preámbulo: ‘Nada más lejos de mi intención que el pretender reivindicar la figura del militante clandestino, que se oponía al régimen franquista, como un héroe, y mucho menos justificar la ideología y la praxis, que pretendía ser consecuencia una de la otra. No me gustaría generar falsas expectativas a quienes esperen encontrar en las líneas que siguen, un posicionamiento en defensa de ideologías, que considero obsoletas y trasnochadas… Unos pocos arriesgaron mucho y se atrevieron a hacerle frente, desde una relación de fuerzas muy desproporcionada, asumiendo el papel de víctimas propiciatorias… No todos se arriesgaron de igual modo. Muchos de los máximos dirigentes permanecieron resguardados en el exilio y solo se permitieron regresar a partir de 1976… Esta novela pretende ser una pequeña crónica de la España de los años sesenta y setenta, vistos desde la óptica de uno de esos jóvenes idealistas, con sus claroscuros, incongruencias, sectarismos, vivencias, trágicas en ocasiones y, por qué no decirlo, cómicas en otras. Ingenuos que pretendían salvar al mundo y creyeron que lo podrían lograr. Quiero aclarar que no busco de manera obsesiva el rigor histórico, sino, más bien, dar unas pinceladas’.

SANGRE INÚTIL

También han aparecido contribuciones desde el campo de la historiografía. ‘Historia del presente» publica ‘Sangre inútil. Las últimas ejecuciones del Franquismo’, un dossier de cinco piezas y una presentación, en el que resulta llamativa la ausencia de referencias a la ‘Crónica de Medio Siglo’, cuyos episodios dedicados al último año del franquismo son la descripción más completa, fidedigna y contrastada de los acontecimientos que rodearon a los fusilamientos. En la presentación y los cinco artículos que componen su ‘Expediente’ dedicado al tema no hay novedades.

Carmen Ladrón de Guevara Pascual en ‘Septiembre de 1975: los Consejos de Guerra a los miembros del FRAP’ se inclina por ‘confirmar la responsabilidad de los acusados en los asesinatos del policía Lucio Rodríguez Martín y el guardia civil Antonio Pose Rodríguez… En ambos procedimientos judiciales se cuenta con prolijas declaraciones prestadas por los acusados y por otros detenidos relacionados con las actividades del FRAP, repletas de detalles sobre ambos atentados terroristas. Detalles completamente desconocidos para los investigadores hasta ese momento y que, de no haber sido revelados por los detenidos, no se habrían conocido nunca. De ahí que, en contra de lo que se ha mantenido por algunos autores, se considere probada la responsabilidad de los condenados en ambos Consejos de guerra en los asesinatos’.

Acto en Murcia.

Mireya Toribio Medina en ‘La legislación antiterrorista ante los años de plomo. España y Reino Unido en perspectiva comparada’ enmarca lo que sucedía en España en un contexto bastante similar europeo, aunque con algún error como que ‘el 20 de septiembre de 1975 concluía otro Consejo de guerra ordinario contra cinco miembros del FRAP, tres de los cuales –Humberto Baena, Vladimiro Fernández Tovar y Manuel Blanco Chivite– serían también condenados a la pena capital’. Pero este consejo no fue el día 20 sino el 11 de septiembre, y por tanto fue anterior y no posterior al otro consejo de guerra contra el FRAP, el sumarísimo 1/75.

Y María Jiménez Ramos y Roncesvalles Labiano Juangarcía en ‘Desamparo, oprobio y olvido. Las víctimas de los victimarios-víctimas’, se limitan a repetir planteamientos y datos ya muy conocidos, y tras anunciar que ‘mediante el empleo de fuentes bibliográficas, hemerográficas, policiales y judiciales, entre otras, trataremos de rescatar las biografías de los asesinados’, se olvida también de ellos, salvo un testimonio de Adolfina Corrales, la viuda de Antonio Pose, ya incluido en ‘Crónica de Medio Siglo’, aunque constatan que ‘más allá del despliegue institucional de los funerales, no hubo movilizaciones sociales en protesta por los asesinatos de los agentes. Esta ausencia de respaldo social fue la tónica general, con contadas excepciones, hasta la década de los noventa’ . Afirma que los enfrentamientos del primero de mayo de 1973 fueron ‘una emboscada’ del FRAP’, cuando la convocatoria de manifestación era pública y la única emboscada fue la montada por la policía con su gran despliegue de medios. También afirma que de ‘la gran mayoría de víctimas del terrorismo durante la dictadura’, sus asesinatos nunca se han resuelto, pero los cálculos más elaborados cuentan 379 de un total de 850, lo que supone algo menos de la mitad.

Los articulistas citados de la revista de la Asociación de Historia Actual participan también en el libro colectivo ‘Terrorismo y represión. La violencia en el ocaso de la dictadura franquista’ prologado por Fernando Ónega, también aparecido con ocasión de este 50º aniversario. Se trata de una iniciativa conjunta de la editorial Tecnos, la Universidad a Distancia y la Fundación Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, coordinada por Gaizka Fernández, María Jiménez y Josefina Martínez (directora de la revista ‘Historia del presente’ con cuyo dossier que acabamos de comentar se solapa en buena medida, y en el que participan también Víctor Aparicio Rodríguez, Manuel Calderón, Julio Gil Pecharromán, y José María Marín. Se presenta así: ‘En la presente obra se analiza la interrelación entre las dos formas de violencia política que marcaron a fuego el convulso ocaso del régimen. Por una parte, el terrorismo de ETA, el FRAP, los GRAPO y otras siglas, que causaron 68 víctimas mortales y centenares de heridos entre 1968 y 1975. Por otra, la represión franquista, cuyo punto culminante se alcanzó con las ejecuciones de 1974 y 1975’.

Poner al mismo nivel las acciones armadas improvisadas que causaron las tres víctimas del FRAP y las cinco del GRAPO en septiembre de 1975, con los 43 asesinatos de ETA desde 1968, es un recurrido error que practica la historiografía light y el periodismo superficial con diversas intenciones, no todas decentes. A falta de una lectura detallada, puede decirse que al parecer el libro presta lógicamente atención muy prioritaria a ETA, ninguna al GRAPO y sus aportaciones en cuanto al FRAP se limitan al capítulo sexto de los nueve de que se compone. Poner al FRAP al mismo nivel de ETA solo sirve para disimular el terrible impacto de esta; y enmarcar lo que ocurría aquí en una supuesta tercera ola terrorista en el continente es simplificar demasiado, tanto en lo referente a los marxistas-leninistas del primero como a los separatistas de la segunda.

UNA HISTORIA PARA ADULTOS

En prensa, empiezan a menudear las referencias. Mireya Toribio, ya citada, escribía en El Mundo el pasado 19 de agosto un artículo que acertaba en recordar que la amenaza terrorista impulsó nuevas leyes y castigos más severos en toda Europa Occidental, que entre 1965 y 1994, la Cámara de los Comunes votaría la reintroducción de la pena de muerte hasta en trece ocasiones y Francia no abolió la pena máxima hasta 1981, realizando el último ajusticiamiento en 1977 mediante la guillotina. Y considera mitos que la represión del régimen fuera arbitraria, que los fusilamientos fueron el resultado de la aplicación retroactiva del nuevo decreto. Las condenas a muerte fueron resultado de las leyes vigentes. ‘Mediante una sorprendente transmutación, 50 años después de los hechos los dos integrantes de ETA y los tres del FRAP son presentados públicamente como luchadores por la libertad y la democracia que fueron condenados por razones puramente ideológicas… el rechazo al régimen y la solidaridad con quienes lo sufrieron no debe llevarnos a realizar lecturas simplistas y maniqueas de la historia reciente. Si queremos afrontar las páginas oscuras de nuestro pasado, debemos conocerlas tal como fueron, no como nos gustaría que hubiesen sido’. Aunque bien intencionado (se presentaba con el subtítulo ‘si queremos afrontar esta página oscura de nuestro pasado, debemos conocerlo tal como fue’), su artículo volvía a equivocar el dato básico de las fechas de los dos procesos contra el FRAP.

En El País por su parte, Natalia Junquera ha recogido declaraciones de Flor Baena, hermana del fusilado José Humberto, que se reitera en su tesis de la existencia nunca probada de una testigo que exculpaba a su hermano. ‘Fue tres veces a la comisaría, porque al ver su foto en la televisión se dio cuenta de que estaban acusando a uno que no era. La primera vez no quisieron atenderla; la segunda la metieron en un despacho, un policía sacó su pistola, se puso a jugar con ella, y le dijo: ‘Señora, olvídese. Todos están en el mismo saco’. Al año siguiente ella le escribió una carta a mi padre diciéndole que tenía muchos remordimientos por no haber podido hacer más. Mi padre le contestó que no era culpa suya, y con esa carta, intentó reabrir el caso para demostrar la inocencia de mi hermano, pero no lo consiguió’. En mayo anterior, Flor Baena había declarado a Carolina Sertal, de El Faro de Vigo: ‘El 22 de julio vimos en televisión que lo acusaban de la muerte de un policía en Madrid, cuando en la noche anterior estaba en el Algarve y se desplazaba con un 600, era imposible que hubiera llegado a la hora que decían. Tres mujeres vieron perfectamente lo sucedido y una le escribió a mi padre contando que, cuando lo vio en televisión, acudió otra vez a la comisaría para decir que aquel chico no había sido’. Y la hermana del fusilado también recuerda que ‘nos dijo que no había matado a nadie, que el FRAP lo había ayudado a buscar casa en Madrid, pero nada más’. Hay errores de bulto en el artículo, como que ‘a los tres miembros del FRAP los habían condenado en un consejo de guerra sumarísimo’ cuando fueron dos diferentes los celebrados contra ellos y solo uno sumarísimo.

En ‘Viento Sur’ el órgano digital de Anticapitalistas, Soledad Bengoechea publica ‘¡Al Alba! Los últimos fusilados del franquismo ‘, en el que para celebrar a los héroes no duda en afirmar que ‘las cinco condenas a muerte fueron dictadas por consejos sumarísimos militares’ cuando lo fueron en realidad únicamente tres, y que ‘semanas antes habían comenzado las movilizaciones contra los procesos, solo comparables a las suscitadas por el Juicio de Burgos’, cuando no se movía prácticamente nadie aquellos días. Y afirma que ‘en 2005, el Tribunal Supremo anuló las condenas a muerte de los cinco ejecutados’: no existe ninguna sentencia o condena del Tribunal Supremo en 2005 relacionada con los fusilamientos de 1975; solo en 2025 (y no 2005), el gobierno como decíamos al principio ha declarado ilegítimas y nulas las condenas de Sánchez Bravo y Baena Alonso, en un acto de reparación simbólica y moral de acuerdo con la Ley de Memoria Democrática sin ningún peso legal.

Sin duda, resulta destacable que el suplemento dominical de El País dedicara mucho espacio al reportaje ‘Las últimas balas del franquismo’. Un repetir morboso y tendencioso de la versión oficial antifranquista, que en vez de aportar algún testimonio nuevo, insiste en los de siempre del mismo lado, completado con los expedientes penitenciarios de los fusilados (aunque en el caso de García Sanz son otra cosa, unas diligencias policiales posteriores a su detención): estremece sin duda ver la minuciosidad burocrática con que fueron trasladados a su ejecución, pero nada aportan. Cuánto mejor hubiera sido presentar extractos clave de sus declaraciones policiales y/o judiciales y los razonamientos de las sentencias emitidas. Pero con ello quedaría en entredicho toda la tesis del sesgado reportaje: ‘el siniestro engranaje de los fusilamientos’ (no iba a ser alegre y bondadoso) y el que ‘fueron asesinados’, cuando fueron juzgados legalmente y todo el proceso fue realizado de acuerdo a la normas vigentes entonces. Los expedientes penitenciarios si acaso solo demuestran lo contrario de lo que se pretende afirmar, lo extremadamente riguroso de los procedimientos de control de la administración civil y militar franquista. Pero a Rodríguez nada le aparta de su preconcebido planteamiento: ‘Los documentos reflejan el enjambre de administraciones implicadas de las Fuerzas Armadas, las Fuerzas de Orden Público y la Dirección General de Instituciones penitenciarias; las capitanías generales de la I, IV y VI Región militares, sus Secretarías de Justicia y sus Auditorías de Guerra. Unos documentos que demuestran que para dar apariencia de legalidad al juicio y ejecución todo el aparato coercitivo del Estado participó de forma intensa’.

Exposición y libro en Madrid.

Más equilibrada resultará la reseña literaria del director de Babelia, el suplemento cultural de El País, que defiende los relatos de Aroa Montero y Roger Mateos, -el primero de ficción, el segundo de especulación-, aunque recuerda que en el caso de los fusilamientos como en muchos otros de la historia reciente hay que ‘formular preguntas sin respuesta unívoca porque se cruzan dimensiones morales y políticas, se plantea una y otra vez la tensión entre memoria e historia’. Aunque mantiene errores tópicos, como que Baena ‘nunca reconoció haber disparado en Madrid al policía’ (disponemos de sus declaraciones policiales y judiciales y de las de sus camaradas para demostrar lo contrario). Le parece ‘ una hipótesis más que plausible que el ejecutor del policía Lucio Rodríguez fue una persona desconocida a la que no se detuvo y pudo marchar primero de Madrid, pasó por Barcelona, llegó a Francia y nunca más se supo. Baena habría muerto para ocultar la identidad del asesino’. Pero a quienes conocemos el asunto de cerca y a fondo, no nos parece así. Y no vemos razón para a estas alturas insistir en hipótesis novelescas.

Si Amat mantiene medianamente el tipo, no podemos decir lo mismo de la tribuna que se suelta el antaño escritor Antonio Muñoz Molina, que aparenta recordar que ‘caminábamos como fantasmas y parecía que el hedor asesino del franquismo nos dificultaba la respiración’. Ignorando que la mayoría de la población permaneció completamente al margen y en su mayor parte de acuerdo con los fusilamientos; confundido por tanto hedor añade a continuación que ‘el 17 de septiembre se hicieron en pocas horas los consejos de guerra’ un dato bien erróneo pues como hemos ya repetido fueron dos los juicios, el primero el 11 de septiembre. Un artículo todo lirismo suelto, todo demagogia sobrante, todo vergonzoso arrimarse al sol que más calienta.

Los fusilamientos de los tres frapistas -nos estamos centrando en ellos por la imposibilidad de abarcar el caso parecido pero distinto e los dos etarras que también lo fueron ese día 27 de hace medio siglo- son sin duda una historia para adultos, compleja, enrevesada de significados, y no esa simplificación en la que cae la mayor parte de lo publicado. Y es que conforme se acerca la fecha fatídica del 27 de septiembre se van perfilando diferentes intereses en acomodar la verdad de los hechos a sus creencias o intereses. Historiadores que pretenden ser expertos en un tema que no conocen. Opinadores en busca de asunto atractivo, con metáforas a cuál más rimbonbante. Periodistas que plantean puros acertijos de novela policiaca. Y novelistas que inventan sin decoro. Pero además de novelistas y periodistas que inventan directamente o se basan en indicios fantasmales, familiares indecorosos de Baena y Sánchez Bravo intentan imponer el relato de que ellos no fueron, de que ‘pasaban por allí’, e invocan recuerdos falsos fantaseados a lo largo de décadas. Al mismo tiempo, correligionarios que fueron indultados sin que se sepa por qué, junto a un pequeño núcleo en absoluto representativo del conjunto de la militancia frapista, sin atreverse a negar en ningún momento la participación en los hechos de fusilados e indultados, recurren a su defensa y justificación a ultranza como encarnación de ‘la generosidad de la resistencia’, cuando no había más generosidad que un fanatismo de conquista del poder ni más resistencia que la inventada por sus inductores, en un país que mayoritariamente apoyaba al régimen de Franco y abrumadoramente estaba contra el uso de la violencia para derrocarlo.

Además, la izquierda enarbola el asunto como ariete para seguir denostando al régimen anterior y hacer carambola con cualquiera que no comparta sus sesgos, y la derecha mantiene el absurdo de equiparar al FRAP con ETA como organizaciones terroristas semejantes, ignorando también que las acciones armadas del primero fueron un canto efímero que duró tres meses y causó tres muertes, mientras que ETA acumulaba para entonces decenas de víctimas y cientos de acciones terroristas desde hacía siete años.

ACTOS CONMEMORATIVOS

Es importante señalar que por primera vez en cincuenta años, izquierdistas ex-frap y separatistas ex-eta no celebran conjuntamente la memoria de los cinco fusilados, una tendencia que ya venía siendo cada vez más mayoritaria por parte de los segundos. El asunto se ha hecho evidente con la colocación por parte de Sortu de unas pancartas en la explanada monumental del Valle de los Caídos -con total impunidad, por cierto- en las que en una pone ‘gora euskal herria askatututa, ni pudisteis, ni podéis, ni podréis’, y en la otra ‘1936-2025’ con una imagen de guardias civiles fusilando a un hombre con barba, sin mención alguna a los fusilados no vascos muy cerca de allí.

Pancartas de Sortu en el Valle de los Caídos.

Por su parte, los dos pequeños núcleos impenitentes de antiguos frapistas que mantienen lo bien hecho que estuvo lo que hicieron los «injustamente condenados» celebrarán el redondo aniversario por separado y enfrentados. Una plataforma formada en torno a dos de los supervivientes del caso -Blanco y Mayoral- ha organizado el 17 de septiembre una exposición y presentado el libro ‘La generosidad de la resistencia’. La exposición dice reunir fotografías, carteles, libros, pegatinas y cuadros alusivos. Y el acto-homenaje, ‘traer a nuestros días aquellos aciagos días de muerte y represión, hacer de este evento conmemorativo a través de la música, la poesía, los testimonios, un grito por la memoria, un acto de resistencia, ser un puente con nuestra memoria colectiva’. Y el 27 de septiembre convoca a un homenaje floral a las 12’00 en el cementerio civil de Madrid donde están los restos de uno de los fusilados, García Sanz, flanqueado por los de la pareja dirigente -Fernández y Ganuza- en una tumba conjunta. Y por la tarde, a las 18’30, a un acto homenaje con su lema ‘la generosidad de la resistencia’ en el auditorio Marcelino Camacho de Comisiones Obreras. Casi a la misma hora, las 19’30, y a doscientos metros, en el Ateneo de Madrid, los dirigentes del todavía existente PCE (m-l) Carlos Hermida Revilla y Dolores Val, disertarán sobre ‘1975-2025 (últimos fusilamientos del franquismo)’ e irán a su vez al día siguiente, domingo, al cementerio civil con sus flores y sus discursos

Al Alba convoca al cementerio civil de Madrid.

El PCE (m-l) convoca al día siguiente en el mismo lugar.

En Galicia, una ‘Comisión 27 de Setembro’, ha publicado el folleto de 92 páginas titulado ‘1975. Un crime de estado na conta final do franquismo’, coordinado por Celso X. López Pazos, que incluye ‘La capacidad para hacer que las cosas no existan’, un texto de Blanco Chivite de 2006, e intervenciones remitidas por Rosa Regás, Carlos Tena, Arnaldo Otegi y Suso de Toro entre otros para diversos actos de homenaje celebrados en años pasados en el cementerio de Pereiró en Vigo ante la tumba de Baena. En esta ciudad, el 23 de septiembre a las 19:00 horas habrá un acto-homenaje en el Museo de Arte Contemporáneo.

En Barcelona, el antiguo militante Tomás Pellicer presidirá un acto en el Ateneu Llibertari de Gràcia en Barcelona el 27 de septiembre a las 19 horas en memoria de los fusilados. Y los días 25, 26, 27, 28 de septiembre habrá un ‘Homentage al Txiki i als darrers afusellats pel franquisme’ en el centro cultural La Model de Cerdanyola del Vallès (cerca del cementerio de Collserola).

En Valencia, Acció Ciutadana contra la Impunitat del Franquisme (ACIF) y el colectivo Al Alba organizan un acto de homenaje el 26 de septiembre, a las 18,30 horas, en el centro cultural La Nau de la universidad, en el que colaboran una larga serie de entidades y con la presencia anunciada de Fernando Sierra, uno de los condenados en el proceso del 11 de septiembre. En Alicante, el 28 de septiembre a las 12:00 en el cementerio municipal homenaje y ofrenda floral ante la tumba de José Luis Sánchez-Bravo Solla. En Murcia habrá un acto el día 26 a las 12’00 en el cementerio del barrio de Espinardo convocado por el PCE (m-l), la CGT y otras organizaciones. Y en Irún, el 25 de septiembre a las 19:30, será la proyección de ‘Septiembre del 75’ en Ateneo Kabigorri, Peña Kalea.

Y como brillante colofón de todo ello, el 28 de septiembre el programa televisivo ‘Salvados’ ha anunciado que se dedicará a los fusilamientos y que contará con ‘una persona que estuvo en el FRAP, que fue torturada por Billy el Niño y estuvo condenado a muerte’. Pero al final se contentará con comparecencias bastante tangenciales y de dudoso valor testimonial. Mientras, seguiremos defendiendo el relato de los hechos que hace la Crónica de Medio Siglo (ver esta reseña) como el más completo, veraz y profundo de todos los que se han realizado hasta ahora, dispuestos a cotejar y dialogar con cualquier que mantenga otras hipótesis.

El convoy policial de vuelta tras las ejecuciones.

NOTAS

(1) La Ley 20/2022, de 19 de octubre de Memoria Democrática en su artículo sexto contempla el derecho a obtener ‘una Declaración de reconocimiento y reparación personal a quienes durante la Guerra Civil y la Dictadura padecieron persecuciones, condenas, sanciones o cualesquiera otras formas de violencia personal por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa’. Estas razones incluyen la pertenencia, colaboración o relación con partidos políticos, sindicatos, organizaciones religiosas o militares, minorías étnicas, sociedades secretas, logias masónicas y grupos de resistencia, así como el ejercicio de conductas vinculadas con opciones culturales, lingüísticas o de orientación sexual. La Declaración no supone el reconocimiento de responsabilidad patrimonial del Estado ni de cualquier Administración Pública, ni da lugar a efecto, reparación o indemnización de índole económica o profesional.

Al cumplir dos años en octubre de 2024 la Ley de Memoria Democrática había concedido 592 declaraciones, entre ellas a Lluis Companys, Antonio Escobar, Pau Casals, Pablo Picasso, Manuel Fernández Montesinos, María Teresa León, Nicolás Sánchez Albornoz, José Luis López Aranguren, Puig Antich y los dirigentes de Comisiones Obreras juzgados en el llamado ‘Proceso 1.001’. Las últimas veinte se entregaron el 31 de octubre de ese año, coincidiendo con la tercera edición del Día de las Víctimas del Golpe Militar, declarado por la ley y que este año alcanzaba su tercera edición. El plazo para solicitar la declaración se ha prorrogado hasta el 22 de octubre de 2025.

(2) Esta es la declaración oficial firmada por el ministro de memoria democrática referente a Baena Alonso, reproducida en: https://loquesomos.org/xose-humberto-baena-alonso-un-luchador-contra-la-dictadura-y-por-la-libertad/

(3) Esta es la declaración oficial firmada por el ministro de memoria democrática referente a Sánchez Bravo, reproducida en: https://www.loquesomos.org/wp-content/uploads/2024/10/declaracion-de-reconocimiento-y-reparacion-a-la-familia-del-luchador-antifascista-Jose-Luis-Sanchez-Bravo-Solla-lqsomos-27-septiembre-c.png

REFERENCIAS

AMAT, Jordi, ‘Miedo, psicosis y terrorismo en la España dictatorial de 1975’, Babelia, 20-92025.
https://elpais.com/babelia/2025-09-20/miedo-psicosis-y-terrorismo-en-la-espana-dictatorial-de-1975.html
16:22 20/09/2025

ARJONA, Daniel, ‘Pacto de silencio ante el último fusilado del franquismo: «Era inocente. En aquel atentado hubo un ‘cuarto hombre’ que disparó»‘, El Mundo, 12-9-2025.
https://www.elmundo.es/papel/historias/2025/09/12/68bc0aeee4d4d8e4068b4571.html
18:10 18/09/2025

BAENA, Ana, ‘Roger Mateos: “Xosé Humberto Baena era inocente, no hizo lo que le acusaron y por lo que lo fusilaron»‘, Atlántico,14-9-2025
https://www.atlantico.net/vigo/roger-mateos-xose-humberto-baena_1_20250914-3979359.html
17:14 16/09/2025

BENGOECHEA, Soledad, ‘¡Al Alba! Los últimos fusilados del franquismo (27 de septiembre de 1975)’, Viento Sur, septiembre de 2025.
https://vientosur.info/al-alba-los-ultimos-fusilados-del-franquismo-27-de-septiembre-de-1975/

COLOMER, Álvaro, ‘Aroa Moreno: «Franco murió en la cama, pero la dictadura lo hizo en la calle»‘, zendalibros.com, 9-9-2025.

Aroa Moreno: “Franco murió en la cama, pero la dictadura lo hizo en la calle”


18:12 18/09/2025

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JUNQUERA, Natalia, ‘El Gobierno declara nula la condena a muerte a Humberto Baena, uno de los últimos fusilados del franquismo’, El País, 11-8-2025.
https://elpais.com/espana/2025-08-11/el-gobierno-declara-nula-la-condena-a-muerte-a-humberto-baena-uno-de-los-ultimos-fusilados-que-inspiro-la-cancion-al-alba.html
21:27 11/08/2025

LADRÓN DE GUEVARA, Pascual, ‘Septiembre de 1975: los Consejos de Guerra a los miembros del FRAP’, Historia del presente, 45, 2025.
https://revistas.uned.es/index.php/HDP/article/view/45594/33043

MATEOS Miret, Roger, ‘Una investigación periodística aborda los secretos de los últimos fusilamientos de Franco’, agencia Efe, 4.9.2025.

Una investigación periodística aborda los secretos de los últimos fusilamientos de Franco


19:44 07/09/2025

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MUÑOZ Molina, Antonio, ‘Días de aquel septiembre’, El País, 20-9-2025.
https://elpais.com/opinion/2025-09-20/dias-de-aquel-septiembre.html
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https://www.farodevigo.es/gran-vigo/2025/05/09/medio-siglo-lucha-espera-117177369.html
– ‘Flor Baena: «A ver si ahora logramos que salga en los libros de Historia»’, El Faro de Vigo, 14-8-2025.
https://www.farodevigo.es/sociedad/2025/08/14/hermana-humberto-baena-ultimos-asesinados-franquismo-120605087.html

RODRÍGUEZ, Jesús, ‘Las últimas balas del franquismo: así funcionó el siniestro engranaje de los fusilamientos finales de la dictadura’, El País, 14-9-2025.
https://elpais.com/eps/2025-09-14/las-ultimas-balas-del-franquismo-asi-funciono-el-siniestro-engranaje-de-los-fusilamientos-finales-de-la-dictadura.html
16:52 16/09/2025

TORIBIO Medina, Mireya
-‘La legislación antiterrorista ante los años de plomo. España y Reino Unido en perspectiva comparada’, Historia del presente, 45 2025/1 2ª época, pp. 29-51 https://revistas.uned.es/index.php/HDP/issue/view/1993) ,
– ‘Una historia para adultos’, El Mundo, 19-8-2025
https://www.elmundo.es/opinion/2025/08/19/689dccb2fdddffab4e8b4588.html
16:24 28/08/2025.

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