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El Delta del Ebro forja al campeón nacional de fuerza

Juan Ferrer: del arrozal al podio, el agricultor que desafía la fuerza en España

Juan Ferrer, agricultor y tres veces campeón, traslada la dureza del campo a las competiciones de strongman y se convierte en el hombre más fuerte de España

Periodista Digital 17 Jun 2025 - 03:07 CET
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En Deltebre, corazón del Delta del Ebro, donde el agua y la tierra moldean el carácter y el físico de sus habitantes, Juan Ferrer ha logrado lo que parecía reservado a mitos nórdicos y héroes de cómic: proclamarse como el hombre más fuerte de España. A fecha 16 de junio de 2025, Ferrer no solo es noticia por sus récords de fuerza bruta, sino también por su historia personal, un relato que entrelaza la tradición agrícola con el espectáculo deportivo más extremo.

La estampa es inconfundible: 1,92 metros de altura, 168 kilos de peso y una dieta digna de leyenda –más de 7.000 calorías diarias– para mantener una musculatura capaz de arrastrar camiones o volcar coches como si fueran carretillas. Pero detrás del físico imponente hay mucho más: un agricultor curtido en la rutina diaria del campo, donde cargar sacos o trepar árboles forja no solo el cuerpo, sino también la mente.

De la crisis al podio: cómo se forja un campeón

La vida de Ferrer podría ser el guion perfecto para un documental sobre resiliencia. Nieto e hijo de agricultores, desde niño aprendió los secretos del cultivo del arroz bajo la tutela de su abuelo. Sin embargo, a los 18 años decidió buscar nuevos horizontes. La crisis económica de 2008 le obligó a volver a casa y reencontrarse con el trabajo rural, pero esa vuelta supuso también un punto de inflexión: “Ya venía curtido por ese sufrimiento”, reconoce. El trabajo diario en el campo le dio la base física y mental para adentrarse en las competiciones de fuerza.

Su entrada en el mundo ‘strongman’ fue casi accidental: una pequeña competición local lo catapultó al tercer puesto; poco después repitió hazaña a nivel nacional. Desde entonces, ya no vio estas pruebas como un pasatiempo sino como una profesión. Su rutina diaria combina la agricultura con intensos entrenamientos en los que levanta neumáticos gigantescos o arrastra vehículos industriales.

“Cuando vuelcas un coche o arrastras un camión, duele. Pero estoy acostumbrado al esfuerzo físico del campo”, asegura Ferrer con esa mezcla de humildad y determinación que lo caracteriza.

La disciplina ‘strongman’: espectáculo y sufrimiento

El deporte que ha dado fama a Ferrer no es para pusilánimes. En las competiciones ‘strongman’, la fuerza máxima se pone a prueba en retos tan insólitos como arrastrar un camión de 25 toneladas y 35 metros con solo la fuerza humana o levantar piedras y barriles imposibles para cualquier mortal. Solo veinte atletas compiten cada año en España en estas pruebas extremas.

El entrenamiento es tan riguroso como su alimentación. “En un día cocino lo de toda la semana: pasta y pollo”, cuenta sin perder el sentido del humor ni cuando se enfrenta a retos televisivos como mover una furgoneta de 500 kilos con los brazos ante millones de espectadores.

Su dieta diaria oscila entre las 3.000 y las 7.000 calorías (dependiendo del momento competitivo), y dedica alrededor de dos horas diarias a ejercicios específicos para aumentar su potencia física. Lo curioso es que gran parte de su fortaleza se debe a su vida como agricultor: “Trabajar en el campo te pone fuerte”, reitera siempre que puede.

Presente competitivo y futuro inmediato

El calendario actual sitúa a Juan Ferrer en lo más alto del panorama nacional. Ha ganado tres veces la liga nacional de fuerza y aspira a conquistar títulos internacionales. Además, se ha convertido en una figura mediática gracias a sus apariciones televisivas y su participación en realities como ‘Traitors’, donde ha mostrado su faceta más cercana y bromista.

Más allá del deporte, Ferrer sigue gestionando sus tierras y casas rurales en Deltebre; combina los viajes internacionales para competir con las labores agrícolas cotidianas. Incluso bromea sobre lo difícil que es encontrar rivales “fuertes” cuando uno está acostumbrado a llevar ovejas como si fueran sacos o mover maquinaria pesada entre arrozales.

De cara al futuro próximo, todo apunta a que Ferrer seguirá compitiendo al máximo nivel mientras compatibiliza sus dos pasiones: el campo y la fuerza bruta. Las apuestas lo sitúan como favorito indiscutible para mantener su reinado nacional e incluso dar el salto definitivo a la élite europea.

Diez curiosidades sobre Juan Ferrer

Juan Ferrer demuestra que los héroes contemporáneos no nacen solo en gimnasios o estadios: también surgen entre arrozales, bajo el sol implacable del Delta del Ebro. ¿Quién dijo que arar la tierra no podía ser también un entrenamiento olímpico?

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