El 23 de diciembre de 2025 se grabará en la memoria azulgrana como el día en que tres tiros libres de Wade Baldwin transformaron de manera abrupta la historia de uno de los equipos más destacados de Europa.
El encuentro Fenerbahçe 72-71 Barça no fue simplemente un partido más dentro de la temporada regular: se trató de un choque vibrante, decidido por decisiones arbitrales, milímetros y nervios firmes desde la línea de personal.
El Barça llegó a Estambul con una racha de nueve victorias consecutivas entre Euroliga y ACB, evidenciando un notable crecimiento defensivo tras la llegada de Xavi Pascual, además de la sensación de haberse readaptado a la élite competitiva del continente.
El Fenerbahçe, clasificado en quinto lugar y siempre un rival incómodo en el Ülker Sports Arena, representaba ese examen serio propio de las fiestas navideñas que nadie quiere afrontar, pero que sirve para diferenciar a los aspirantes de los verdaderos candidatos.
Durante 39 minutos, el equipo azulgrana logró sortear un ambiente hostil, una desventaja que llegó a ser de diez puntos y un arbitraje muy cuestionable en lo que respecta al reparto de tiros libres.
Y aun así, se encontraba por delante al llegar al último medio minuto. Lo que ocurrió después fue un resumen perfecto de todo lo que puede salir mal en un final apretado fuera de casa.
El comienzo fue típico del espectáculo Euroliga: 17-13 al final del primer cuarto, con el Fenerbahçe imponiendo su físico, controlando los rebotes ofensivos y mostrando dureza en cada contacto, mientras el Barça parecía incómodo a la hora de anotar. El equipo turco dominó el rebote (39 frente a 32 al final) y comenzó a marcar su territorio desde la línea de tiros libres: anotó 18 de 24 lanzamientos, mientras que el conjunto catalán solo convirtió 4 de 4.
En el segundo cuarto, el guion dio un giro inesperado. Apareció Kevin Punter, quien tuvo una primera parte digna de una estrella:
- Canastas espectaculares en situaciones uno contra uno.
- Triples lanzados bajo presión.
- Un 2+1 lleno de clase que redujo una desventaja inicial (35-25) hasta lograr un más ajustado 35-33 al descanso.
En el lado contrario, Biberovic brilló con sus 16 puntos y 6 rebotes, demostrando que desempeñar un papel secundario en la Euroliga puede ser igual a cambiar el rumbo del partido. La contienda se fue equilibrando mientras Pascual realizaba ajustes tácticos y el Barça mejoraba tanto en transición como en defensa perimetral.
El tercer cuarto mantuvo la tensión sin grandes cambios. El Fenerbahçe cerró ese período por delante (53-52), pero ya sin esa sensación abrumadora del segundo cuarto. Los azulgranas empezaron a amenazar desde más allá del arco con los lanzamientos de Norris, Miles, Laprovittola y también del propio Punter. La tendencia era clara: el Barça había sobrevivido al tramo más complicado y entraba al último cuarto con buenas sensaciones, aunque aún perdiendo.
Brizuela brilla… hasta Baldwin
El último cuarto fue dominio total para Darío Brizuela. El escolta, que había tenido una actuación discreta en la primera parte, se convirtió en una máquina ofensiva:
- Un total de 19 puntos.
- Rachas explosivas con hasta 13 puntos anotados en cinco minutos.
- Triples decisivos y penetraciones atrevidas que sorprendieron a los aficionados locales.
Brizuela puso al Barça por delante en varias ocasiones, lideró las remontadas e hizo evidente que su papel dentro del equipo ya no es solo ser un revulsivo desde el banquillo; ahora es capaz también de cerrar partidos importantes. A su lado, Punter finalizó con 20 puntos y mantuvo vivo el ataque cuando Fenerbahçe amenazaba con romper el encuentro.
Sin embargo, Fenerbahçe nunca se dejó desenganchar del partido. Con aportaciones clave entre Hall, Melli, los rebotes capturados por Biberovic y las intervenciones decisivas de Baldwin, el equipo turco se mantuvo cerca del marcador durante el último minuto. Y ahí es donde se cruzan talento arbitral y psicológico; todo se decidió.
Los tres tiros libres que lo cambian todo
A menos de 30 segundos para finalizar, Vesely anotó desde la línea personal colocando al Barça por delante, 69-71, dejando solo una posesión crucial para Fenerbahçe. El escenario parecía favorable:
- Defensa sólida, asegurar los rebotes.
- Controlar el tiempo restante.
- Y lograr una victoria significativa en una cancha complicada.
Pero entonces ocurrió lo inesperado. Wade Baldwin penetró hacia canasta, se señaló falta sobre Cale y tras revisión arbitral decidieron otorgar tres tiros libres al base estadounidense; lo que inicialmente no había sido considerado como tiro ahora se convertía en una oportunidad dorada para Fenerbahçe.
Los números eran claros:
- 24 tiros libres para Fenerbahçe frente a solo 4 para el Barça.
- Un duelo parejo con defensas intensas por ambas partes.
- Y un desenlace decidido desde la línea tras una jugada interpretativa muy discutida por el banquillo visitante.
Baldwin no flaqueó: encestó los tres lanzamientos (72-71), dejando al Barça ante un ataque final desesperado que no tuvo éxito. El encuentro concluyó envuelto en una atmósfera densa llena de frustración; esa sospecha habitual cuando juegas fuera: cuando las cosas se complican, las decisiones arbitrales rara vez son equilibradas.
Radiografía estadística y lectura competitiva
Más allá del desenlace amargo, este partido dejó varios datos significativos:
- Puntos: 72-71; máxima igualdad.
- Rebotes: 39-32 favorable a Fenerbahçe; claro castigo para el Barça por segundas oportunidades.
- Tiros libres: Los turcos lograron 18/24 mientras que los catalanes solo alcanzaron un escueto 4/4.
- Triples: Fenerbahçe consiguió un pobre 6/18 mientras que el Barça destacó con un notable 11/31.
- Pérdidas: Los locales cometieron 15 errores frente a solo 10 del equipo visitante; aunque protegieron relativamente bien el balón, no lograron convertir esa ventaja en victoria.
Desde una perspectiva Euroliga, esta derrota detiene la dinámica triunfal del Barça sin afectar drásticamente su posición privilegiada entre los mejores equipos clasificados. El conjunto sigue firmando uno de los mejores registros defensivos desde que Pascual asumió las riendas; permitiendo alrededor de 72 puntos por encuentro (salvo excepciones como ese maratón ante Baskonia).
Sin embargo, esta noche estambulí deja algunas preguntas inquietantes:
- ¿Está este Barça preparado para cerrar partidos ajustados lejos del Palau?
- ¿Podrá seguir compitiendo con tanta desventaja desde la línea libre ante rivales difíciles?
- ¿Es sostenible depender tanto del talento individual como Punter o Brizuela?
El escepticismo convive con cierta tranquilidad: perder por un punto contra un rival potente cuando le superan ampliamente en tiros libres no parece ser motivo suficiente para entrar en crisis. Sin embargo, sí exige ajustar aspectos si realmente quieren luchar por el título este mayo.
Más en Baloncesto
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home