Los merengues, a pesar de su enfermería repleta, demostraron su poderío y redujeron la distancia con el FC Barcelona a tan solo un punto, con un partido menos en su haber.
El encuentro comenzó con cierta tensión, pero a la media hora de juego, Jude Bellingham rompió el hielo con un penal magistralmente ejecutado.
El joven inglés, ovacionado por la afición, no solo abrió el marcador sino que también se convirtió en el arquitecto del segundo tanto.
Fue en el minuto 38 cuando Bellingham, con visión de juego digna de un veterano, lanzó un pase milimétrico a Kylian Mbappé.
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El astro francés, que venía de una actuación discreta en Anfield, aprovechó la oportunidad para silenciar a sus críticos. Con un disparo preciso y potente desde fuera del área, Mbappé firmó un golazo que dejó sin opciones al portero del Getafe.
El segundo tiempo vio a un Mbappé hambriento de más. El ex del PSG estuvo cerca de ampliar su cuenta personal, pero su remate se fue ligeramente desviado en el minuto 73. A pesar de no conseguir el doblete, su actuación fue un claro mensaje: el fichaje estrella del verano está de vuelta.
Esta victoria no solo acerca al Real Madrid a la cima de La Liga, sino que también sirve como bálsamo tras la derrota en Champions ante el Liverpool.
Con Ancelotti al timón y sus estrellas brillando, los blancos demuestran que están más que listos para la batalla por el título, con un partido pendiente contra el Valencia que podría catapultarlos al liderato.
El Getafe de Bordalás, por su parte, se marcha del Bernabéu con las manos vacías, quedando en una precaria 17ª posición.
Para el Real Madrid, esta victoria es más que tres puntos; es una declaración de intenciones en una temporada que promete emociones fuertes hasta el final.
