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El Gobierno vasco se frota las manos con la posibilidad de asumir la gestión de la Seguridad Social, y todo parece indicar que el Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias estaría dispuesto a ceder próximamente, o al menos lo estudiarán.
Esta exigencia del PNV supondría la ruptura de la caja única de las pensiones estatal. Tal y como explican fuentes del Ejecutivo del País Vasco esta medida se recoge en el Estatuto del Gernika de 1979.
El Gobierno de Urkullu recuerda que está cuestión está recogida en el Estatuto y está avalada por el Tribunal Constitucional. Andoni Ortuzar, presidente del PNV, ya advirtió a Sánchez de que es una cuestión: «No es opinable, hay que transferirla y punto».
La transferencia del régimen económico de la Seguridad Social dejaría en manos de la administración vasca de 9.600 millones de euros al año. De esta forma, también se encargaría de la afiliación, las altas y bajas de los trabajadores, con la correspondiente potestad sancionadora. El Gobierno vasco gestionaría también los medios y el diseño de los procesos para el ingreso de las cuotas.
A día de hoy las pensiones vascas tienen un coste más alto que las del resto de España, la pensión media de jubilación en el País Vasco es de 1.314,8 euros mensuales frente a los 884,9 euros de Galicia.
Si se extrapola el ejercicio de proyección de caja individual por cada región, solo en Baleares, Canarias y Madrid serían viables para abordar el pago de las pensiones: Baleares con un superávit del 1,8% de su PIB, Canarias con un 1,5% y la Comunidad de Madrid, con un 1,4%.
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