LO DERRIBÓ Y SUJETÓ HASTA QUE LLEGÓ LA POLICÍA

El instante en que la madre atrapa al mirón que espiaba por la ventana a su hija cuando se desnudaba

Phyllis Pena, regresaba alrededor de las 07:00 a casa y descubrió a un desconocido mirando por la ventana del cuarto de su hija, de 15 años

El instante en que la madre atrapa al mirón que espiaba por la ventana a su hija cuando se desnudaba
Zane Hawkins, el mirón, y Phyllis Pena, la madre de la chica espiada. PD

En México se utiliza la expresión “a toda madre” para decir que algo es estupendo.

Coloquialmente, cuando un mexicano “está hasta la madre” es que está harto y si hay algo que no le importa en absoluto, dice que eso “le importa madre”.

En España, y en el español general, también nombramos continuamente a las madres en nuestro lenguaje cotidiano. Nos acordamos de la madre que parió a alguien cuando esa persona nos enfada mucho, si algo es muy bueno decimos que es “de puta madre”, cuando descubrimos lo importante de un asunto o llegamos al meollo de la cuestión, nombramos a “la madre del cordero” y si hay alguien al que no conocemos en absoluto decimos: a ese no le conoce ni su madre. Nos desmadramos cuando actuamos sin medida ni control, y si algo nos escandaliza, exclamamos: ¡Madre del amor hermoso!

Pero por encima de todo eso, prima eso tan cierto y bonito de que ‘madre no hay más que una’.

Y eso hemos pensado todos al ver en acción a Phyllis Pena.

Como se ve en la escena que aparece en el tuit, captada por una cámara policial, la maternal Phyllis, residente de la ciudad de Lake Jackson (Texas), derribó al caradura, al que pilló mirando por la ventana de la habitación de su hija adolescente, que recien levantada de la cama se aprestaba a vestirse.

El incidente ocurrió el pasado 31 de enero de 2021, cuando Phyllis Pena regresaba alrededor de las 07:00 a casa y descubrió a espiando desde la calleel cuarto de su hija, de 15 años.

Cuando Pena llamó a la Policía, el joven intentó huir.

Comenzó a correr, pero fue interceptado por la madre, que se lanzó sobre él y lo tiró al suelo.

Su hija ayudó a inmovilizarlo hasta que los agentes procedieron a su detención.

«El primer instinto fue simplemente asegurarme de que no fuera más lejos», explicó la mujer y agregó:

«Mis hijos son mi vida y me aseguro de protegerlos».

El mirón, identificado como Zane Hawkins, de 19 años, se enfrenta a cargos de posesión de una sustancia controlada, evasión de la detención y resistencia a la autoridad, comunicó la Policía de Lake Jackson.

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