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Las Líneas de Nazca, descubiertas a inicios del siglo XX en el desierto peruano, son enormes geoglifos que forman figuras geométricas, animales y líneas rectas visibles principalmente desde el aire.
Estas figuras, que abarcan más de 500 km² de terreno, fueron creadas entre el 500 a.C. y el 500 d.C. por la cultura Nazca y presentan diseños de monos, arañas y pájaros, algunos de hasta 200 metros de largo, revelando un arte monumental y enigmático que despierta aún hoy la curiosidad de arqueólogos y turistas.
La creación de los geoglifos
Los Nazca crearon estos geoglifos retirando la capa de piedras oxidadas de la superficie del desierto, lo que dejaba al descubierto un suelo más claro.
Las condiciones extremas de la región, una de las más secas del planeta, han permitido la conservación de las figuras durante siglos, al mantenerse sin vegetación que las altere.
El proceso técnico detrás de estas figuras, con líneas precisas y simétricas, sugiere un conocimiento avanzado de geometría y planificación en esta antigua cultura, que quizás utilizó cuerdas y estacas para guiar la creación de las figuras en gran escala.
Posibles funciones y significados
El propósito exacto de las líneas sigue siendo un misterio. A lo largo de los años, diversas teorías han intentado desentrañarlo:
- Astronómicas: Paul Kosok y María Reiche, pioneros en el estudio de las líneas, propusieron en los años 40 que servían como un calendario astronómico. Reiche identificó posibles alineaciones entre las líneas y eventos solares, como los solsticios, lo que la llevó a sugerir que los Nazca usaban las líneas para marcar eventos astronómicos.
- Rituales y religiosos: En las últimas décadas, la teoría más aceptada sugiere que las líneas formaban parte de rituales de agua. En un entorno árido, las figuras animales, como el colibrí, el mono y la araña, podrían simbolizar divinidades relacionadas con la fertilidad y el agua. Este uso ritual buscaría atraer lluvias en una región en la que el agua era esencial para la supervivencia.
- Vías procesionales: Investigaciones recientes, usando drones y tecnología de imagen avanzada, revelan que algunas de las líneas pudieron haber sido rutas procesionales, recorridas por sacerdotes o pobladores en ceremonias religiosas. Estas rutas también habrían tenido un rol social, conectando a las comunidades con los centros religiosos cercanos (National Geographic, Phys.org).
Descubrimientos recientes y desafíos
Con el uso de drones e inteligencia artificial, se han descubierto más de 140 nuevos geoglifos, incluidos diseños únicos como llamas y figuras antropomorfas.
Estos descubrimientos recientes sugieren que los Nazca podrían haber creado miles de figuras a lo largo del tiempo, ampliando el significado cultural de las líneas. Sin embargo, este patrimonio enfrenta amenazas: en 2018, un camión atravesó accidentalmente una parte del sitio, causando daños en algunos geoglifos.
También, las acciones de activistas en 2014 y los efectos del cambio climático han planteado la necesidad de una mayor protección para estas frágiles figuras (Phys.org, History).
El legado de las Líneas de Nazca
Hoy, las Líneas de Nazca son un símbolo de ingenio antiguo y un recordatorio de la riqueza cultural de Perú. Aunque las teorías sobre su propósito aún no son concluyentes, este sitio invita a la reflexión sobre los logros de una civilización que, en un desierto inhóspito, creó obras de gran escala sin herramientas avanzadas.
Las líneas continúan intrigando a investigadores y visitantes, y su preservación sigue siendo esencial para que futuras generaciones puedan admirarlas y aprender de este enigmático legado precolombino.
La cultura nazca sigue guardando infinidad de misterios en su interior. Pueblo floreciente entre los años 700 y 200 antes de Cristo, una de sus grandes aportaciones a la humanidad tiene que ver con los dibujos que realizaron en la superficie terrestre. En una extensión de más de 500 kilómetros cuadrados, se pueden encontrar figuras de todo tipo, de las que hay contabilizadas más de 800 que son zoomorfas, fitomorfas y geométricas.
Pero, ¿qué sentido tienen?
Consideradas como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1994, los investigadores se afanan en saber por qué aquel pueblo dedicó horas y horas a trazar dibujos -especialmente sobre el suelo, pero también sobre roca- con líneas de hasta 210 centímetros de ancho que solo pueden ser visibles desde el cielo.
Evidentemente, en aquella época no existía tecnología que permitiera volar para ver el dibujo completo, razón de más por la que sorprende su perfección.
Imagina asomarte por la ventana de un avión y ver un colibrí de 365 metros tallado en la tierra.
Ahora imagina que te das cuenta de que el diseño fue tallado en algún momento entre los años 1 y 700 d. C. Así es como el mundo occidental conoció por primera vez las líneas de Nazca.
Ubicadas en la región meridional del desierto de Perú, las líneas de Nazca son enormes dibujos hechos en el suelo, también conocidos como geoglifos.
Ahora, un equipo científico japonés ha conseguido hacer una evaluación de los geoglífos de Nazca para explicar 16 de ellos que, hasta ahora, no se sabían lo que eran o que, en el mejor de los casos, se les había dado una interpretación que no era la correcta.
GraciaS al avance de la tecnología, se han conseguido analizar en profundidad los dibujos, correspondiendo a aves todos los que se han examinado y reinterpretado pero, a su vez, generando un nuevo misterio.
Según explica Masaki Eda, una de las coautoras del estudio publicado en el Journal os Archaeological Science, los 16 geoglifos catalogados pertenecen a aves, aunque todas tienen una peculiaridad común: ninguna de ellas es autóctona de Perú.
Ahí es, precisamente, donde surge la nueva pregunta: ¿cómo pudo la cultura nazca reproducir imágenes de una serie de pájaros que no vivía en sus tierras? ¿Y por qué llegaron a ser tan importantes como para perpetuarlos en el suelo?
Algunos de los dibujos alcanzan los 365 metros -es decir, más de tres campos de fútbol- lo que significa que se ven mejor desde arriba, desde un avión o un satélite.
Pero las crearon mucho antes que los aviones y los satélites, lo que ha causado que generaciones de eruditos se preguntaran el motivo de su creación, en particular si los nazca no podían disfrutar la obra en todo su esplendor. Gracias a las imágenes por satélite, los científicos creen que tienen una buena hipótesis para el misterio que ocultan las líneas.
Estaban relacionadas con el recurso más valioso del desierto: el agua.
Fueron capaces de usar el agua subterránea para la irrigación y los acueductos para beneficiar su actividad agrícola; así fue como los nazca pudieron transformar el desierto en un jardín,
Eso explica Rosa Lasaponara, investigadora del Consejo Nacional de Investigación de Roma.
Lasaponara coescribió un estudio el año pasado que utilizó imágenes de satélite para investigar algunas de las inusuales estructuras halladas en el paisaje cerca de las líneas de Nazca: agujeros en forma de espiral llamados puquios.
Las imágenes permitieron a los investigadores ver debajo de la superficie e identificar canales subterráneos de agua que conectaban estos agujeros en espiral, y se dieron cuenta de que eran parte de un avanzado y antiguo sistema de acueductos.
El agua subterránea se conducía a través de los canales a las partes de la región en las que los nazca vivían y cultivaban.
El agua era propulsada en parte por estos puquios espirales, que hacían que el viento pasara por los canales subterráneos para empujar el agua por el sistema.
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