El presidente Trump consolida su posición con 4 victorias ‘tremendas’ en una semana

Encima tiene suerte.

Y a eso se suma una osadía infinita.

Este domingo, 29 de junio de 2025, Donald Trump se encuentra en la cima de su influencia política, después de una serie de éxitos electorales y económicos que han reconfigurado el tablero tanto dentro como fuera de Estados Unidos.

La semana no podía haber sido más triunfal para él: ha logrado imponer a los 32 miembros de la OTAN una subida del gasto militar del 5%, ha bombardeado y hecho añicos las instalaciones nucleares de Irán, ha recibido el respaldo del Tribunal Supremo a sus políticas migratorias y comienza a cosechar éxitos económicos.

Desde que volvió a la Casa Blanca el 20 de enero de 2025,  ha pisado el acelerador con una energía que no se veía desde su primer mandato.

Con un aluvión de decisiones, desfiles y titulares, está marcando el ritmo tanto en Estados Unidos como en el escenario global. Aquí tienes sus momentos estelares recientes, enumerados de corrido para que no pierdas el hilo:

• Frenesí de órdenes ejecutivas: Trump ha firmado más de 50 órdenes ejecutivas en sus primeros días, un ritmo casi récord. Estas incluyen medidas para reforzar la seguridad fronteriza, suspender programas de asilo como el parole humanitario para migrantes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, y desmantelar políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) financiadas con fondos federales. El resultado: una caída drástica en detenciones en la frontera sur, con solo 8.450 casos en febrero, la cifra más baja del siglo.
• Desmantelamiento de políticas «woke»: Cumpliendo promesas de campaña, Trump ha eliminado programas DEI, dejando a empleados de estas oficinas en baja administrativa. Sus seguidores lo celebran como un golpe contra lo que él llama “basura woke”, aunque críticos advierten sobre riesgos de discriminación.
• Recortes al gasto público: Junto a Elon Musk, Trump ha impulsado recortes masivos, incluyendo el cierre virtual de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y planes para desmantelar el Departamento de Educación. Aunque estas medidas buscan eficiencia, enfrentan resistencia por posibles conflictos de interés y falta de apoyo legislativo.
• Desfile militar épico: El 14 de junio de 2025, coincidiendo con su 79º cumpleaños, Trump organizó un desfile militar en Washington D.C. con 6.000 soldados, 150 vehículos y 50 aviones. Costó unos 45 millones de dólares y proyectó una imagen de fuerza, aunque algunos lo criticaron como un “proyecto de vanidad” frente a protestas con el lema “No Kings”.
• Reforma en la OTAN: Trump ha presionado a los líderes de la OTAN para aumentar el gasto en defensa al 5% del PIB, reforzando su narrativa de exigir mayor equidad entre aliados. Aunque se habla de una “excelente reunión”, las tensiones con socios europeos persisten por su enfoque disruptivo.
• Bombardeo de Irán: Se le atribuye haber autorizado ataques que dañaron el programa nuclear iraní, proyectando poder global sin desplegar tropas terrestres. Aunque algunos aseguran que esto frenó un conflicto mayor entre Irán e Israel, los reportes sugieren que el daño fue limitado, y la narrativa de “éxito total” parece exagerada.
• Victoria en el Supremo: Trump ha celebrado fallos recientes del Tribunal Supremo que respaldan sus políticas, aunque no se especifican casos concretos en la información disponible. Estos fallos refuerzan su influencia en el poder judicial, gracias a los jueces conservadores nombrados en su primer mandato.
• Mediación en conflictos: Se dice que Trump ha mediado en tensiones entre Pakistán e India, e incluso entre República Democrática del Congo y Ruanda, lo que llevó a Pakistán a nominarlo para el Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, estas afirmaciones carecen de detalles verificables.
• Acuerdo comercial con China: Un supuesto pacto con China para reducir el déficit comercial de EE. UU. se menciona como un logro económico clave, aunque faltan detalles concretos para confirmarlo.

La combinación de un triunfo electoral inesperadamente amplio y una sucesión de anuncios económicos y diplomáticos sitúan al expresidente como un actor central, no solo en la política estadounidense sino en el escenario global.

En las últimas elecciones presidenciales de 2024, Trump logró una victoria ajustada frente a Kamala Harris, pero lo hizo con un giro significativo: su base electoral fue mucho más diversa que en campañas anteriores.

Ganó el voto popular por primera vez, con un margen del 1,5%, y se aseguró 312 votos electorales.

Destaca especialmente el avance entre votantes hispanos —casi alcanzando la paridad con Harris— y un salto notable en el apoyo entre votantes afroamericanos y asiáticos.

Este cambio se explica no solo por la fidelidad de sus seguidores tradicionales, sino también por una movilización inédita entre quienes no participaron en los comicios anteriores.

Estos nuevos votantes tendieron a ser más diversos y favorecieron a Trump sobre su rival.

• Entre los votantes hispanos: Trump subió del 36% (2020) al 48% (2024).
• Entre los afroamericanos: pasó del 8% al 15%.
• Entre los asiáticos: alcanzó el 40%, cerrando distancias con Harris.

Estas cifras sugieren que la estrategia de Trump para ampliar su coalición ha dado frutos, aunque persisten fuertes divisiones por nivel educativo y entorno urbano-rural: sigue dominando en zonas rurales y entre quienes no tienen título universitario, mientras que Harris mantuvo ventaja en áreas urbanas y entre titulados superiores.

Impacto económico: inversiones y empleo

La administración Trump ha celebrado una oleada de anuncios empresariales e inversiones que han reforzado su narrativa de éxito económico.

Empresas como General Motors han comprometido miles de millones para repatriar producción desde México a plantas estadounidenses, especialmente en estados industriales clave como Michigan.

Algunos hitos recientes incluyen:

• Inversiones tecnológicas multimillonarias de Amazon y Micron Technology en infraestructuras avanzadas y fabricación de chips.
• Caída significativa del precio medio de la gasolina a niveles no vistos desde hace años, atribuida al impulso a la producción energética nacional.
• Generación de miles de empleos cualificados en sectores estratégicos como la inteligencia artificial o la manufactura avanzada.

Estos logros han sido presentados por medios regionales estadounidenses como “triunfos” directos derivados de la política “America First” impulsada por Trump, consolidando su imagen ante el electorado como garante del crecimiento económico y la creación de empleo.

Seguridad fronteriza y política internacional

Uno de los pilares del discurso reciente ha sido el control migratorio. En Arizona se ha proclamado que “la frontera está segura” por primera vez en décadas, tras una reducción drástica de cruces ilegales. Esto ha elevado el perfil del expresidente entre votantes preocupados por la seguridad y el orden público.

A nivel internacional, la política exterior trumpista ha girado hacia acuerdos bilaterales favorables para los intereses estadounidenses y un marcado escepticismo hacia compromisos multilaterales. El reposicionamiento diplomático ha buscado fortalecer alianzas estratégicas mientras se proyecta firmeza frente a rivales globales.

¿Hacia dónde evoluciona este nuevo ciclo?

El panorama futuro dependerá en buena medida de la capacidad del equipo Trump para mantener esta coalición diversa y gestionar expectativas. Persisten las fracturas internas dentro del país —educativas, geográficas y religiosas— pero también hay señales claras de que el electorado estadounidense está dispuesto a premiar resultados tangibles sobre promesas abstractas.

En política internacional, habrá que observar si el enfoque pragmático —centrado en acuerdos económicos bilaterales e inversiones tecnológicas— logra mantener la influencia global estadounidense sin sacrificar alianzas históricas ni abrir nuevas fuentes de tensión.

En suma, Trump emerge este verano como un líder fortalecido por “tremendos” triunfos que le han devuelto el protagonismo político y renovado su base social. Su desafío inmediato será convertir estos éxitos puntuales en una estrategia duradera capaz de resistir las turbulencias propias del contexto estadounidense e internacional.