Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

Blindarse ante sanciones y embargos

Así es ‘Súper Esparta’: la autarquía que montará Netanyahu si cuaja el aislamiento comercial internacional contra Israel

La ofensiva en Gaza y las sanciones europeas impulsan la idea de la autosuficiencia militar y tecnológica

Periodista Digital 20 Sep 2025 - 10:29 CET
Archivado en:

Más información

Israel intensifica su caza de líderes de Hamás: que terroristas han caído y cuales siguen en la cúpula

El anuncio de Benjamin Netanyahu sobre la transformación de Israel en una «Súper Esparta» ha sacudido tanto los mercados como la opinión pública del país y el extranjero.

El futuro inmediato de la patria de los judíos dependerá de la evolución del conflicto en Gaza y de la velocidad con que el Tsahal acabe cobn los terroristas de Hamas.

Sobre la capacidad del país para adaptarse a nuevas restricciones comerciales y su respuesta de la comunidad internacional, nadie alberga dudas: no bajaran la cabeza.

Mientras tanto, la visión de Netanyahu de una «Súper Esparta» sigue generando controversia y alimentando un debate crucial sobre el rumbo del Estado hebreo en un mundo cada vez más polarizado.

La ofensiva militar sobre Gaza y la escalada de sanciones europeas han precipitado un debate inédito sobre la viabilidad de una economía autárquica y el aislamiento internacional de Israel.

A día de hoy, 20 de septiembre de 2025, el país afronta presiones diplomáticas y comerciales sin precedentes, mientras su primer ministro insiste en que «no tenemos otra opción» salvo blindarse ante posibles embargos y restricciones.

El concepto de autarquía, rechazado históricamente por la sociedad israelí, se convierte así en eje de la estrategia de supervivencia de Netanyahu en un escenario global cada vez más hostil.

El aislamiento diplomático y económico

El conflicto en Gaza, iniciado tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, ha dejado ya más de 60.000 víctimas palestinas y ha desencadenado una ola de condenas internacionales. Europa, principal socio comercial de Israel, ha reaccionado con sanciones que amenazan el acceso a ventajas comerciales valoradas en más de 227 millones de euros anuales. Productos clave como equipos de oficina, componentes electrónicos y químicos, que suponen 15.935 millones en importaciones de la UE, podrían enfrentar ahora aranceles y restricciones adicionales.

Netanyahu, lejos de replegarse, ha respondido con una propuesta radical: fortalecer la producción nacional de armamento, municiones y tecnología para asegurar la autosuficiencia. «Somos Atenas y Esparta, o quizás la Súper Esparta. No tenemos otra opción», declaró, subrayando la necesidad de un Estado capaz de resistir cualquier embargo y de proveerse internamente de todo lo necesario para su defensa.

¿Autarquía militar o modelo de aislamiento?

La referencia histórica a Esparta no es casual. Netanyahu evoca el modelo de la polis griega, caracterizada por su austeridad y su dedicación absoluta a la defensa militar, aislada del comercio exterior y con control estatal sobre la economía y la vida social. La idea es replicar ese espíritu en Israel: una sociedad orientada a la seguridad, con industrias críticas blindadas frente a presiones internacionales y capaz de sostenerse sin apoyo externo.

Sin embargo, esta visión choca con la estructura histórica de Israel, dependiente de la inversión extranjera y el comercio global. El propio Netanyahu, defensor del libre mercado durante años, admite que «la palabra autarquía es la que más detesto», pero insiste en que el país debe prepararse para una economía cerrada si las sanciones se agravan.

Reacciones internas y externas

La respuesta no se ha hecho esperar. La Bolsa de Tel Aviv cayó en cuestión de horas tras el anuncio, reflejando el nerviosismo de los inversores y empresarios. El Foro Empresarial de Israel, que agrupa a las 200 compañías más grandes del país, emitió un comunicado contundente: «No somos Esparta». Denuncian que las políticas de Netanyahu conducen al país «hacia un abismo político, económico y social que pondrá en peligro nuestra existencia».

Desde la federación sindical Histadrut, su presidente Arnon Bar-David afirma: «No quiero ser Esparta… Merecemos la paz. La sociedad israelí está agotada y nuestra posición en el mundo es muy mala».

La oposición política, encabezada por Yair Lapid, acusa al gobierno de ser la «principal causa del aislamiento diplomático», señalando la falta de respuesta ante las críticas internacionales y los comentarios extremistas de miembros del gabinete.

En el plano internacional, la propuesta de autarquía israelí ha generado inquietud por el riesgo de que el país se convierta en un paria global. Analistas advierten de un posible «momento Sudáfrica», evocando el aislamiento sufrido por el régimen del apartheid, con boicots económicos, culturales y deportivos que podrían prolongarse durante años.

Las amenazas percibidas y el papel de la migración

Netanyahu identifica dos amenazas adicionales: los cambios demográficos en Europa por la inmigración de países musulmanes, y la influencia de actores antiisraelíes en las plataformas digitales, con el apoyo de países como Catar y China. Asegura que la presión de las comunidades musulmanas está impulsando políticas antiisraelíes en los gobiernos europeos, y que el bloqueo mediático y diplomático podría intensificarse.

El futuro de Israel: ¿autarquía o apertura?

La viabilidad del modelo «Súper Esparta» es objeto de debate intenso. Por un lado, la industria tecnológica y de defensa israelí sigue siendo puntera a nivel mundial, con exportaciones en aumento incluso en tiempos de guerra. Por otro, el cierre de fronteras y la autosuficiencia chocan con la realidad de una economía globalizada y la dependencia de Israel de insumos y mercados exteriores.

En Tel Aviv y otras ciudades, el temor al aislamiento y a una economía militarizada crece entre ciudadanos y expertos. El discurso de Netanyahu, considerado por algunos como desconectado y contradictorio, ha abierto una brecha en la sociedad israelí entre los partidarios de la seguridad y los defensores de la paz y la apertura.

Claves del escenario actual

Más en Mundo

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by