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Los asirios fueron un antiguo pueblo semita que vivió en lo que hoy es el norte de Irak, entre los ríos Tigris y Éufrates, desde alrededor del siglo XXIII a.C. hasta el siglo VII a.C.
Fueron conocidos por ser un pueblo guerrero y expansionista, que fundó un gran imperio que se extendía desde Persia hasta Egipto y desde el Golfo Pérsico hasta el Mediterráneo.
La civilización asiria fue una de las más avanzadas de la antigüedad, con notables avances en la arquitectura, la ciencia, la tecnología y el arte.
Los asirios construyeron grandes palacios y templos, y desarrollaron sistemas de irrigación para la agricultura.
También fueron los primeros en usar la rueda y en fabricar hierro en grandes cantidades, lo que les permitió producir armas más poderosas.
La cultura asiria era altamente jerarquizada y estaba liderada por el rey, quien tenía un gran poder y controlaba el gobierno, el ejército y la religión.
La religión era politeísta y centrada en la adoración de varios dioses y diosas, con una gran importancia dada a la astrología y la adivinación.
Los asirios también fueron famosos por sus tácticas militares innovadoras y brutales, que les permitieron expandirse y conquistar nuevos territorios.
Fueron conocidos por su habilidad en el uso de armas y por la creación de máquinas de guerra avanzadas, como catapultas y torres móviles.
La importancia de los asirios radica en su gran influencia en la historia de Oriente Medio y en su legado cultural y tecnológico.
Sus contribuciones a la arquitectura, la ciencia y la tecnología fueron significativas y su legado sigue siendo evidente en la actualidad.
Su imperio influyó en el desarrollo posterior de otras civilizaciones como la persa, la griega y la romana.
MESOPOTAMIA
En la zona de Mesopotamia, entre el río Éufrates y el Tigris, hace miles de años, existió un pueblo que conformó un imperio con un temido ejército.
¿Pero quiénes eran?
¿Cómo era este ejército?
Los Asirios, cuyo nombre proviene de una ciudad situada cerca del rio Tigris, Asiria, conformaban una población con bastantes recursos desde frutos y víveres como el plátano, hasta minerales como el oro, la plata, piedras como el mármol, y el hierro (muy importante para la elaboración del armamento).
Destacados por un ejército poderoso y conocidos por una cultura guerrera llena de conquistas y batallas, tenían una organización precisa y un equipo armamentístico abundante.
Por ello, y por el temor que causaban entre sus vecinos geográficos, fueron una de los poblados más conocidos de la antigüedad siendo además famosos por su caso excepcional, el eunuco.
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